Sweet Lou ✦ larry

♡︎; dos

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Hazza will always take care of Lou
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Harry guardó el último bolso dentro del auto, cerrando con llave luego para que nadie pudiera robarlos. Louis esperaba pacientemente en el asiento trasero, sus manitas sobre su regazo, jugueteando entre ellas. Sus orejitas estaban escondidas bajo un gorro gris que Harry solía usar de adolescente. Sus piernas estaban tapadas con una manta suave rosa, que escondía su colita.

De repente una fuerte presión en su vejiga lo hizo cerrar las piernas automáticamente. Tenía que ir al baño.

— ¡Lou debe hacer pipí! — chilló, en cuanto Harry entró al auto. El humano gruñó, pero se volvió a bajar para esta vez ir hacia la puerta de donde estaba Louis y abrirla. El híbrido estiró sus bracitos hacia él y Harry lo cargó en brazos hasta que estuvo dentro de la casa otra vez. — Hazza espera a Lou. — balbuceó, poniéndose de pie y corriendo hacia el baño.

Harry esperó pacientemente en la que solía ser su sala de estar, donde ya no había nada. Un suspiro triste salió de sus labios en cuanto se acercó a la puerta y notó los rasguños. Entró en la cocina y se puso a recordar todos los momentos que pasó junto a Louis en aquella casa. Sin notarlo, estaba paseándose por toda la casa, intentando recordar todos los preciosos momentos que ocurrieron allí.

Louis gruñó un poco, enojado con el lavabo por ser tan alto y porque se había mojado sus orejitas sin darse cuenta. Secó sus manos en su ropa y salió rápidamente.

— ¿Hazza? — preguntó bajito, sin encontrar a Harry donde se había quedado.

Se acercó hasta la puerta principal, pero antes de abrirla recordó las palabras de Harry: "siempre mantente alejado de las ventanas y nunca salgas a la calle sin mí, Lou".

Su colita empezó a moverse involuntariamente porque estaba nervioso, su naricita intentó seguir el leve aroma que Harry dejaba. Cuando lo logró, puso todo su esfuerzo en no largarse a llorar y se convirtió en un gatito muy pequeño.

Maulló mientras salía al patio trasero, donde el aroma del humano lo había llevado. Pero allí no estaba Harry, allí había un perro chihuahua. Louis pensó que era muy feo y se asustó más cuando el perro lo empezó a perseguir mientras ladraba muy agudo. Louis llegó hasta un árbol y se trepó hacia la primera rama que encontró. El gatito bufó mostrando los dientes al animal que no dejaba de ladrar.

Louis empezó a maullar en forma de lamento, mientras el perro le seguía ladrando.

— ¡Shu, shu! ¡Fuera! — se escuchó el grito de su novio, que estaba corriendo a buscarlo. Louis maulló feliz, intentando bajarse de la rama, pero el perro le ladró y él clavó las garras en el tronco, asustado. — ¡Louis!

El gato maulló, intentando volver a subir, pero sus garritas no pudieron y entonces...

Harry lo atrapó, ladrándole al perro para que se fuera. Louis se transformó en cuanto su novio volvió a entrar a la casa.

— Lou no sabía dónde estaba Hazza. — susurró el híbrido, poniéndose nuevamente la ropa. — Fue a buscarlo al patio, pero un perro malo y feo estaba ladrándole a Louis. Entonces Louis se asustó mucho y trepó al árbol para que el perro malo no lo comiera. — explicó.

Harry ocultó su sonrisa y ayudó a Louis a acomodar su gorro, cubriendo sus orejitas.

— ¿Te asustó mucho el perro feo? — preguntó suavemente, agarrando a Louis por sus muslos. El híbrido puso sus manitas alrededor de su cuello, asintiendo con la cabeza. — Pobre mi bebé. Ningún perro malo va a volver a asustarte. — prometió.

Louis asintió, dejando que Harry lo acomodara en su asiento y le pusiera el cinturón de seguridad. El humano le puso la mantita rosa sobre sus piernas y después le dio un beso en la frente. Louis pestañeó cansado y llevó su pulgar a sus labios.

— ¿Lou puede dormir? — preguntó dulcemente, agarrando su osito de peluche y apretándolo a su pecho. Harry rió bajo y asintió, para después cerrar la puerta trasera y subirse en el lado del piloto. — ¿Hazza cuida de Lou?

— Hazza siempre cuidará de Lou.

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