Capítulo 59: Dos torturas

18 5 19
                                    

Al final si que nos quedamos dormidos y nos despertamos a la hora de la cena, pero no me apetecía estar con los demás así que Fernando pidió que nos trajeran la cena a la habitación. Una vez unas criadas dejaron la cena en el escritorio ambos fuimos para comenzar a comer, Fernando sentado en la silla y yo sentado en una parte del escritorio en la que no había comida. -Amo la comida de tu reino enserio- Dije mientras seguía comiendo, Fernando sonrió y me miró mientras comía. Una vez acabamos de comer yo agarre las golosinas que Fernando me había traído y comencé a comermelas pues todavia quedaban algunas. Mientras me las comía Fer agarró mis golosinas y me las arrebató, yo le miré enfadado pues ni él tenía derecho a robarmelas pero enseguida él agarró una y la llevo a su boca colocandola entre sus dientes. Yo sonrei entendiendo el mensaje y baje del escritorio para sentarme en sus piernas y besarlo mientras le besaba fui lo suficientemente hábil como para pasar la golosina a mi boca, y una vez estuvo en mi boca deje de besar a Fernando para poder comermela bien. -¿A que no te doy ninguna más?- Dijo indignado, yo le quite la bolsa con las golosinas y me sente de nuevo en el escritorio mientras me las comía. -Entiendeme... Te amo... Pero amo más a mis golosinas. En el primer puesto de mi amor están mis golosinas, y en el segundo estas tú- Él se levanto haciéndose el indignado y se acerco a mi para colocarse entre mis piernas. Yo me terminé todas las golosinas rápido para que no volviese a arrebatarmelas, pero el simplemente sonrió y comenzó a besarme el cuello. -Tengo mucho sueño, vamos a la cama- Dijo escondiendo su cabeza hacia mi cuello, yo envolví mis piernas en su cintura y por suerte él me entendió, así que me cargó hasta la cama y luego ambos nos quedamos allí tumbados.
-Mañana debería dejar a Julio- Dije muerto de sueño, Fernando me dio un pequeño y rápido beso para abrazarme tumbando su cabeza en mi pecho y quedarse dormido. Yo también me dormí, y solo soñé que acariciaba a Fortuna. La verdad es que a Fortuna este último tiempo no la había echo mucho caso, en general desde que Fernando llegó a mi vida ella había pasado a un segundo plano pero bueno, sabia que ella estaba bien. Al despertar Fernando no estaba, yo me levanté, me vestí con ropa de Fernando que me estaba un poco grande y salí a buscar comida. Cuando llegue a la cocina Anna estaba allí con Chloe. -Mateo menos mal, ¿donde esta Fernando? Le dije que hoy iríamos juntos a ver al cura y ha desaparecido- Yo le mire extrañado y levante los hombros dando a entender que yo no sabia nada.
-Pues si no lo sabes tú...- Dijo Anna, yo iba a comer cuando un criado interrumpió nuestra conversación. -Lleva varias horas en las mazmorras- Anna le ignoró para seguir jugando con Chloe pero yo si me sentí extrañado. A pesar de eso me quede desayunando, una vez acabe fui a las mazmorras aunque me daban miedo para comenzar a andar por ellas. Todo estaba oscuro y era feo, pero debia saber que tramaba Fer. Después de unos minutos llegue a las celdas, la gente me gritaba cosas asquerosas pero solo podía buscar a Fernando, de repente unos gritos que se me hacían familiares sonaron, yo miré al guardia que se encontraba allí para saber de dónde provenía el sonido y él señaló una puerta.
Con algo de miedo pues esos gritos eran de dolor yo entre en la habitación, Fernando estaba echándole alcohol a Julio en unas heridas, y Julio estaba atado sin poder moverse mientras gritaba. -¡¿Que cojones es esto?!- Dije, Fernando al verme se alejo de Julio y dejo el alcohol en el suelo junto a varios elemento de tortura. -¿Desde cuando eres un psicópata?- Dije acercándome a Julio para desatarlo, Fernando suspiro y tardo unos segundos en responder. -Ha venido a buscarte y yo... Le he dado mi bienvenida al capullo este, pero créeme, pronto no sufrirá más... Lo mandaré al peor rincón del infierno- Yo termine de desatar a Julio quien estaba sudado y lleno de sangre y le pedí que se marchara a por algo de ropa mientras yo asesinaba a Fernando. Una vez Julio se fue yo me giré hacia Fernando y le di un bofetón en la cara.
-¡¿Tú estas tonto?! ¿Como le haces eso?- Fernando bajo la mirada mientras acariciaba lentamente la mejilla en la que yo le habia abofeteado y susurro. -No le he echo ni un 10 por ciento de dolor del que él te ha echo a ti- Yo mire todos los elementos de tortura que tenia, algunos con sangre, y luego volví a mirarle a los ojos. Aunque él era incapaz de mirarme. -Si Julio me golpea es mi problema, si quiero vengarme de Julio es mi problema y si quiero torturarlo es mi problema... ¡Joder Fernando! Entiendo que quieras ayudarme pero esto me pone en un compromiso muy gordo, voy a ir a rogarle que te perdone- Dije sabiendo la que se me vendría una vez estuviéramos solos, si es que Julio no se habia muerto desangrado por el camino. -Si vas donde él tu solo te dará una paliza, o te matará- Yo le mire de arriba a abajo y negué con la cabeza. Sabia lo que se venía pero él me habia puesto en esta situación. -Queria verlo hoy, hablar con él con guardias cerca y enfrentarme a él... ¿Sabes? Queria demostrarme que tenía la confianza para dejarlo, pero ahora por tu culpa debo ir donde esta y soportar una paliza, o gritos, o insultos... Porque piensas que estás en el derecho de TORTURAR a alguien, Fernando, eres príncipe. Eres príncipe pero no eres inmune, y menos en mi reino, y tal vez un plebeyo nunca ganaría un juicio contra ti, pero si mi pueblo se enterará querrá iniciar una guerra o peor... Yo ahora mismo debería tomar acciones contra ti, pues has torturado sin razón a uno de mis caballeros- Fernando por fin me miró a los ojos pero durante escasos segundos y luego se giró dando un golpe a una mesa.
-¿Y que iba a hacer Mateo? ¿Dejar que te siguiera torturando? ¿Quieres saber que habría ocurrido según tu plan? Que él se hubiera puesto a llorar y a pedirte perdón y lo habrías perdonado. Inicia una guerra o pide mi ejecución, pero primero ten un poco de amor propio. Porque si vas a seguir permitiendo que ese capullo te trate como mierda, luego no me vengas llorando o enseñándome tus heridas- Después de decir eso Fernando se largó, yo suspire y fui a buscar a Julio quien estaba en la enfermería. -Julio, lo que ha echo no tiene perdón... Lo lamento- Él me miro de arriba a abajo y luego negó con la cabeza suspirando.
-¿Sabes? Da igual, apenas ha sido una hora y estoy bien, vámonos a casa- Yo asentí con la cabeza y me sente a su lado esperando que terminaran de tratarle todas las heridas. No queria volver a casa con él pero no queria enfadarle delante de nadie y además me sabia muy mal lo que habia echo Fernando. No podia dejarle el mismo día que habia sido torturado por mi ex... Amaba a Fernando, pero esto habia sido pasar un límite que no debia pasar...

¿Deberiamos hacer un Q&A o somos demasiado pocos los que la leen para hacerlo?

Brothers In L(ove)awDonde viven las historias. Descúbrelo ahora