Esperé y esperé a que algo gritase, una riña... pero nada.
- Vamos cariño, debemos dejar descansar a Rosse.
¿Eh? ¿Que había pasado? ¿No habían descubierto a Jack? Esperé pacientemente un rato, y oí como entraban en la habitación del lado... Corrí hacia el baño, pero Jack no estaba... ¿Por donde salio? EL BALCON!!!
Volví a la cama, y en unos minutos escuché pasos por el pasillo hasta una puerta que se cerró. Respiré aliviada, no me había dado cuenta de que contenía el aire en mi interior. Estuvimos a punto...Un golpe en el baño me hizo correr hacia allí, Jack!!
Abrí la puerta por donde probablemente se había escapado hace apenas unos minutos y me estrechó entre sus brazos.
- ¿Estas loco? ¿Como conseguiste marcharte?- dije golpeándolo en el pecho, por estar ahí, pero a la vez emocionada de que estuviese conmigo.
- Quería ver que estuvieses en perfectas condiciones, después de la investigación a fondo de los detectives Caroline y Robert - dijo con voz de mafioso. - Además de que comprobases que sigo entero. Por lo que no tienen pruebas que nos sitúen en el lugar del crimen. -dijo acercando sus labios a los míos para besarme.
- En eso se equivoca Sherlock, ya que usted ha dejado encima de mi mesita de noche su reloj - dije apartándome, evitando su beso y riéndome.
- No jodas! - dijo soltándome y corriendo a por el reloj.- Es cierto. ¿No lo vieron?
- En eso se equivoca también, por eso fueron a inspeccionar el baño.... y luego su habitación ¿no? ¿o me equivoco?
- MIERDA!MIERDA!MIERDA! Debemos confesar..
- ¿Estas loco? Si confesamos ahora, sabrán que estabas aquí esta noche... ahora con más razón debemos esperar...
- Como quieras... pero nos pillaran.
- No lo harán, porque no volverás entrar en esta habitación.
- Eso ni lo sueñes - dijo abrazándome y besándome de nuevo, mientras me tiraba sobre la cama y se colocaba encima de mi. - ¿Ves? No puedes resistirte a mis encantos....
- IDIOTA! - dije tirándose un cojín... mientras corría hacia el baño para marcharse a su habitación. Se detuvo en la puerta y me dijo: TE AMO.
- YO TE ODIO!! - dije echándole la lengua.
- No te lo crees ni tu.
Abracé la almohada con fuerza pensando en Jack, en lo mucho que lo amaba y lo bien que me sentía con el a mi lado. Tenía razón, iba ser difícil aguantarnos... y mas difícil aun que no nos pillasen... Sin querer me dormí, cuando me desperté era tardísimo. Me duché, me vestí y corri a desayunar.
- Hace un día estupendo para estar en el jardín - me dijo una de las sirvientas.
- Si, parece que hace un día genial. ¿Hay una biblioteca en la casa, no?
- Si, justo al lado de despacho del señor.
- Creo que iré a buscar un libro para leer en el jardin.
- Una estupenda idea.
Asique una vez que desayuné fui en busca de la biblioteca, caminaba por el pasillo cuando escuché voces. ¿Eran Caroline y Robert? Creí que ya se habrían marchado a trabajar... Entonces esta puerta de al lado es la biblioteca, iba a estar cuando escuché alzar las voces demasiado.
- TENEMOS QUE DECIRLE LA VERDAD.
- No podemos, han sido demasiados años...
- ROSSE TIENE DERECHO A SABER QUE ES NUESTRA HIJA!! - dijo Caroline.
Tenía que haber un error... sería otra Rosse.... yo no podía ser su hija!!!
- Ahora que la tenemos aquí es la oportunidad para contarselo, nuestra hija está bajo este mismo techo y me muero al no poder decirle lo mucho que la amo - continuó Caroline, hasta que el llanto impidió sus palabras.
No podía ser cierto, dejé de escuchar. Corrí hacia mi habitación, me cambie de ropa, cogí el bolso y bajé... Una vez mis lagrimas lograron controlarse, al menos un poco. Me maquillé ocultándolas. Rogando que no me encontrase con nadie.
- ¿Señorita no ha encontrado la biblioteca? - la suerte no estaba a mi favor.
- ¿Eh? Si, si. Pero decidí dar una vuelta por la ciudad... Quiero hacer unas compras.
- Le pido a Fred para que la lleve, ahora mismo está en la compañía.
- NOO! Ya he llamado un taxi... - mentí y sonriendole salí de la casa, donde si llamé a alguien para que viniese por mi.
- ¿Si?
- Call necesito que me vengas a buscar - dije entre lágrimas.
- ¿Que pasa? ¿Donde estás? ¿Estas llorando?
Le di la dirección y me prometió que en 10 minutos estaría allí. Caminé hacia la entrada de la casa con decisión, miré hacia atrás, allí dejaba a mis padres, también al amor de mi vida, que resultaba ser mi hermano... NOOOO!!! Quería morirme en ese mismo instante.
Llegó el coche que esperaba y sin mirar atrás me alejé de todo lo que amaba.
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El secreto del Titanic
RomanceUn amor de niños, separados por la distancia y los años. Dos hombres enamorados de la misma mujer. La venganza de dos familias, los odios y rencores por culpa de la avaricia, el poder y el amor de unos jóvenes hace 100 años a bordo del Titanic. ¿Pue...