Capítulo 5

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Sus ojos se dirigieron hacia la puerta como por décima vez esa mañana, cuando volvió la vista encontró a Hermione viéndolo con curiosidad, la chica parecía haberse dado cuenta de su agitación, aunque los demás parecían ajenos. Miro hacia la ventana, caía ligera una capa de nieve sobre la calle y las pocas personas que se podían ver llevaban gruesos abrigos.

Era paradójico que la casa de una familia tan purista de sangre como la suya tuviera vista desde sus ventanas a una calle muggle, mientras que en la casa de los Potter no podía verse ningún muggle en los alrededores, quizá solo un auto pasando de vez en cuando por la calle que estaba más allá del cerramiento.

Sirius nunca había sabido cuál de sus familias tenía más dinero, tampoco tenía claro de dónde venía el dinero de su familia, nunca había importado, eran ricos y a nadie parecía interesarle el origen de esa riqueza, en Hogwarts muchos estudiantes le habían preguntado sobre rumores extraños que abarcaban un sin número de negocios cuestionables, Sirius tuvo que responder que sus padres nunca le habían mencionado nada de los negocios, los rumores continuaron y llegó un punto en el que no quiso saber, había escapado de casa antes de que su padre comenzara a enseñarle cómo manejar la fortuna familiar, aunque usualmente esa instrucción comenzaba a los quince años, Sirius nunca se había sentido predispuesto a aprenderla pero le constaba que Regulus si lo había estado, recordaba a su hermano desde niño colándose en el estudio de su padre para hacerle miles de preguntas sobre los negocios de la familia.

La ligera tormenta de nieve del otro lado de la ventana aumento y Sirius comenzó a preocuparse, pero las razones para su preocupación eran ilógicas, su hermano podía aparecerse en la entrada, seguramente eso haría si es que no había regresado ya a la casa, en cuyo caso Sirius se sentiría muy tonto por haberse preocupado.

A veces cuando eran niños ambos se sentaban a ver lo que sucedía fuera, tenían prohibido salir y la madre de ambos les había llenado la cabeza de historias sobre lo terroríficos que son los muggles "Son seres incivilizados" les había dicho Walburga una vez durante el almuerzo "Incapaces de entender y manejar cosas tan complejas como la magia, criaturas idiotas que se asustan de todo aquello que les supere, que son muchas cosas, cabe mencionar." Según sus padres los muggles eran poco más que animales y solo un poco más inteligentes que estos, en un principio Sirius no lo había puesto en duda, pero después, una de esas tardes en las que se sentó junto a su hermano a observar a la gente que pasaba frente a su calle, no pudo evitar pensar en que la escena no se diferenciaba demasiado de las que se podían ver en el Callejón Diagon.

- No son tan diferentes - había murmurado, Regulus a su lado había levantado la cabeza del libro que leía para verlo desconcertado -. Los muggles, no actúan de manera diferente a como lo hacemos tú y yo.

- ¿Debería preocuparme por tu autoestima? - preguntó su hermano y Sirius le dio un empujón sin mucha fuerza -. Vale, ¿Porque lo dices?

- Mira a aquel hombre de allí - señaló hacia un muggle que caminaba apresuradamente por la calle, Regulus siguió su mirada y lo observó con curiosidad -. Estoy seguro de que he visto a algún mago caminar igual, como si se atrasara a algún lugar, y mira hacia allá - dijo señalando a un grupo de señoras que hablaban entre ellas -. Seguro están criticando a alguna otra que no está presente, como suelen hacer mamá y su grupo de amigas...

- ¿Estás comparando a mamá con esas muggles? - preguntó Regulus con tono ofendido -, A veces eres demasiado literal Sirius, en apariencia los muggles se nos parecen, eso no puede negarse, pero si prestaras más atención sabrías que, como dice siempre el abuelo Arcturus, los muggles son simples y superficiales.

- Nunca has conocido a uno para saberlo, y deja de repetir como loro todo lo que nuestros parientes dicen, al menos compruébalo por ti mismo.

Palabras calladas y medias verdadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora