"Esto debe ser una broma de Edith", quiso suponer cuando notó que una mano de la muñeca estaba levantada y su dedo índice señalaba precisamente hacia la pared.
Como un acto reflejo o por la misma situación de subordinación que le imponía el miedo en ese momento, giró su cabeza hacia donde le señalaba el dedo y descubrió que justo en ése lugar, había una abertura en el empapelado color verde oliva. Frunció el ceño nuevamente, tomó valor y se puso pie. Por algún motivo, su postura ante aquel insólito hecho era firme, quizás era porque nunca le había tenido miedo a este tipo de cosas o tal vez porque una parte de ella, seguía creyendo que estaba dentro del sueño. Respiró hondo y metió la mano en aquel tajo que casi pasa desapercibido para su adormecida visión. Al meter la mano, se percató que en aquel espacio, el papel no estaba pegado y probablemente lo habían hecho a propósito. Finalmente, no fue muy difícil retirar lo que había allí.
El color denotaba el paso de los años, en un tiempo fue un sobre blanco e impecable. Olvidándose de que la muñeca estaba detrás de ella, rompió el sello que lo bloqueaba, una fina lámina adhesiva con la palabra "Tussaud". Sacó la hoja dura que estaba doblada en cuatro y la leyó:
"Malaventurado aquél que lea éste mensaje escrito en el pasado, leído en el presente y ocurrido gran parte en el futuro.
Los grandes espíritus del Santa África me han prometido una reencarnación. Y yo, fiel cordero, accedí a cambio de tres sacrificios.
Según sus predicciones, todos los hechos ocurrirán, siempre y cuando les obedezca en todo, poniendo mi sabiduría por debajo de su poder, tanto es así, que ni siquiera sé por qué ni a quién le escribo estas palabras, pero así me lo han mandado.
Ya tengo todo lo necesario para el ritual, he seguido sus pasos al pie de la letra y se que aún después de muerta tendré que terminar con la vida de tres almas mas.
Mi cuerpo, será entregado bajo mi absoluta voluntad, pero todos lo entenderán como un suicidio. Los otros dos serán entregados en el futuro, justo antes de reencarnar en carne y sangre en el cuerpo de una de mis víctimas. Hasta ese entonces, no seré Amadine, sino Maddie, la niña de plástico."
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mi muñeca
ParanormalDesde que la pequeña Edith encuentra a la muñeca Maddie dentro de la habitación de Amadine Tussaud, la antigua dueña de la casa, una extraña obsesión por la muñeca nace en ella, al mismo tiempo que comienzan a suceder trágicos y terroríficos acontec...