Y cuando cae la lluvia...

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No supo cuánto tiempo se quedó mirando ese punto donde el sayia había desaparecido con su familia. La lluvia aún caía con fuerza a su alrededor, dejándolo cada vez más empapado si era posible, pero él no sentía nada, nada en absoluto. Solo podía atinar a ver y remomomarar una y otra vez cuando se alejo de él.

No salió de su estado de estupor, hasta que la voz de Gohan lo saco de sus pensamientos.

- ¡Papá vamos al hotel!, ¿!qué haces ahí!?  - le cuestionó preocupado.

- Ya voy Gohan - respondió de inmediato y corrió hacia él.

Saliendo increíblemente rápido de ese estado, como si sus hijos fueran una clase de interruptor que lo obligaba a cambiar su actuar.

Corrieron juntos hacia el hotel, donde los organizadores trataban de dar cierta comodidad mientras contaban a la gente para designar habitaciones. Entregaban toallas a todos y ofrecían bebidas calientes como chocolate, café y té. Increíblemente corteses y listos a cualquier posible situación.

Pronto se encontró con una toalla en los hombros y una taza de chocolate en las manos. Actuar normal era lo único que pasaba por su mente ahora. Goten se dejaba secar con su madre entre risas, lo miro un momento. El niño era realmente lindo, simplemente adorable. No pudo evitar esbozar una sincera sonrisa al verlo, a su lado Gohan le pasó otra toalla, buscando que su cuerpo recuperará el calor perdido por haberse dejado mojar así, no pudo evitar sonreírle ante el gesto a la vez que él se lo devolvía. Debía hacer lo correcto y concentrase en ellos de ahora en adelante.

Pero parecía que el destino quería lo contrario de nuevo.

***

Bajaron a desayunar en medio del bullicio de los niños y la conversaciones. Los organizadores parecían ser muy atentos a cada detalle. Había una enorme mesa para todos ellos en medio del comedor. Pronto se encontraron comiendo con avidez, cada vez más emocionados por la perspectiva de la pelea.

- Realmente es un alivio que en la primera ronda no me haya tocado con ninguno de ustedes - comentaba Krilin con tono relajado - No me hubiera gustado ser descalificado tan rápido, parece que Kamisama escucho mis ruegos.

- Ayuda mucho el hecho de conocerlo, ¿verdad? - comento Yamcha a la vez que le daba un leve codazo.

No pudo evitar reír de buena gana.

- Si Dende es muy bueno - comento con una media sonrisa.

- Espera..., ¿Dende? - cuestionó Goku en voz alta, hablando por primera vez.

- Oh sí , no te lo dijimos - comenzó Yamcha - Dende fue el niño nameku que Krilin y Gohan salvaron de Freezer, él acepto ser el nuevo Kamisama de la Tierra - le explico con sencillez.

No pudo menos que esbozar un gesto de sorpresa y admiración, cuando vio llegar al sayia recién. Volvió a bajar la mirada a su plato de inmediato, perdiendo el aplomo de repente.

Las conversaciones siguieron en ese agradable ámbito para los demás, pero ninguno de los sayias participaba. Vegeta comía en silencio rodeado de su familia, no habían cruzado miradas ni una sola vez y no es como si está vez él lo intentará.

Trataba de concentrarse en lo que le decía Gohan, sobre no transformarse en super sayiajin o algo así. Estaba por preguntarle la razón de ello cuando la jovencita del día anterior entro al comedor.

Su hijo la llamo al instante casi a los gritos y levantando su mano para llamar su atención, la muchacha se acerco de inmediato.

- Hola, me alegra verlos a todos ya levantados - los saludo con una media sonrisa, aunque era a Gohan al único que miraba.

Después de... ti           (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora