Un descubrimiento

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- Percy, si no te apresuras no nos van a dejar nada en el comedor- dijo la hija de Afrodita poniendo los ojos en blanco.

- Estoy de acuerdo con la reina de belleza, Aquaman, tengo hambre- lo apuró Leo.

El hijo de posesión no tuvo otra opción que dejar de entrenar para acompañar a sus amigos.

- Y mi listilla?- les preguntó.

- Detrás de ti, sesos de alga- dijo Annabeth dándole un beso en los labios.

Luego de aquello comenzaron a caminar hacia el comedor entre charla y risas. Emocionados porque acababa de comenzar el verano y el que Leo les haya avisado que había comenzado la rereconstrucción del Argo III.

Siguieron así un tramo hasta que Clarisse llegó, casi sin aliento, hasta ellos, Percy pudo notar que esa respiración no se debía solamente a que había corrido, si no a algo más.

- Percy...- ~No lo digas, dioses no lo digas~ rogó prácticamente en su mente- Hay un oráculo nuevo...

- ¡Por los calzoncillos de Poseidón!- exclamó el azabache furioso y apresuró su paso hacia el comedor, en el cual Rachel Elizabeth Dare se encontraba rodeada por un grupo de semidioses.

Percy agudizó el oído, pero no la escuchó recitar nada. Supuso que ya había terminado.

No se sorprendió cuando Malcolm, uno de los hermanos de su novia, se le acercó con una hoja en mano.

- Qué dijo?- le preguntó al hijo de Atenea.

- Al parecer, una nueva profecía, la anotamos:

Oíd, semidioses, oíd
Pues lejos de la desgracia no os encontráis.
Nuevas fuerzas
Llenas de oscuridad os acechan
Pero ninguno de vosotros afrontaréis a estos enemigos...

- Gracias a los dioses- suspiró confiado Percy.

- ¡Chist!- lo cortó Malcolm-. Todavía no he terminado:

Mas nuevos alianzas debéis forjar
Los antiguos héroes,
con la ayuda del curandero del Norte, la mirada marrón con ámbar y los magos hermanos deberán cruzar la ruta ya trazada
Y visitar el imperial hogar.

Piper se le quedó mirando.

- ¿Ahora sí terminaste?- cuestionó, a lo que el chico asintió- Bien, ¿Qué Hades quiere decir?

- Por lo que entendimos, un nuevo enemigo- Leo se estaba dirigiendo hacia su cabaña, no estaba dispuesto a escuchar el resto, pero Annabeth lo detuvo-. Parece que habla de ustedes.

- Me lleva- dijo su hermana entre dientes-. Pero, ¿Qué hay del resto?

- No estamos seguros, Rachel dijo que lo mejor sería preguntarle a los dioses- todos lo miraron con los ojos exorbitados-. Tal vez Apolo tenga la respuesta.

- Es lo más probable- dijo Annabeth con una mano en su mentón, en pose pensativa-. Bien, mañana Percy y yo iremos al Olimpo a preguntarles.

- ¿Estás segura de esto, listilla?- le preguntó a su novia en cuanto pudieron alejarse.

- Si nosotros volveremos a arriesgar nuestras vidas, lo menos que pueden hacer es ayudarnos- le respondió y pudo notar que ella no estaba enojada, no, estaba furiosa.

La luna y el mar van juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora