Mirella Ortiz
Estoy demasiado distraída viendo como la lluvia cae por el vidrio de mi cuarto y tiene empapado el balcón, mañana sé que tendré que lavar muy bien el cuarto por qué va a estar empapado.
No puedo dejar de pensar en esa noche, esa mirada, esos ojos color rojo mezclados con un tono de miel, era algo impresionante, el, su mirada, fue a unos metros yo estaba en la calle y en el carro.
Pero no me entiendo, nunca me había gustado mirar a un hombre, me dan miedo, pero con él no sé, fue extraño, muy extraño, espero no volverlo a ver.
Hoy he salido a comprar unas cosas que me pidieron para el Bar, mis trajes para bailar y alguno que otro maquillaje, fui yo ya que las chicas tenían el día ocupado y yo era la única libre.
Estoy tan metida en mis pensamientos que no me he dado cuenta que tocan la puerta, bueno más bien la quieren tumbar, me asusto y pienso en lo que hice esta tarde, mierda, me ha encontrado, miro para todo lados, corro a coger mi mochila y poner todo lo que tengo en mi habitación hay, no es mucho así que entra en una sola mochila, la puerta sigue queriendo ser tumbada hasta que escucho su voz
- Vamos Principesa, no me pongas esto más difícil, sé que estás Aquí, así que como niña buena sal o vamos a entrar a las malas -
Escuchar su voz me hace estremecer, no puedo creer que después de tanto tiempo por una falla mía esté pasando esto, joder, fui la culpable de todo lo que pasa ahorita.
Miro hacia la puerta y la vuelve a golpear, le están dando patadas, mi única escapatoria es la ventana, pero estoy en un segundo piso, no puedo pero lo tengo que hacer, así que cojo mi buzo que tenía en la cama, me pongo la capucha y camino a la ventana, abro esta misma y veo hacia abajo, esto dolerá y mucho.
Cierro la ventana por afuera y paso los pies al otro lado del balcón, me siento en esta y me impulso para caer en un arbusto, antes de eso unas ramas del árbol que no estaba al frente, mi cuerpo me duele, siento que me lastima todo hasta que siento el suelo y me llego a pegar en la cabeza, joder, que dolor.A esta altura ya no me ven, me quedo quieta un rato viendo hacia mi ventana, veo como salen de esta misma y ven para todo los lados, hablan pero por la distancia no escucho, espero que vuelvan a entrar para levantarme y salir corriendo a la casa de Atenea que es la más cerca, no paro de correr en ningún momento pero claro, con la capucha de mi chompa en mi cabeza, son las 3:00 AM, a quien jodida cabeza se le ocurre venir, claro, solo a él, espero Atenea me abra, no puedo creer que esto me esté pasando.
No sé cuánto he corrido hasta que llegó a la casa de Atenea tocó el timbre, golpeó la puerta mirando para todo los lados, viendo que nadie me esté persiguiendo, casi no puedo respirar, me falla la respiración, en eso la puerta se habré y una Atenea toda feliz y bailando sale, al mirarme su rostro cambia a una total preocupación en eso caigo al suelo de una, no puedo dejar de llorar.
Ella se acerca y me dice
- Enana ¡Hey! Mírame, mírame, estás bien, yo estoy aquí - Me abraza y sigo llorando en sus brazos, de mi mente no para de repetirse lo que él dijo, no, él no puede estar Aquí, siento los brazos de Atenea intentando levantarme - Vamos Mire, no puedes quedarte aquí, vamos levanta, tienes que entrar a la casa -
Con eso me paro y limpio mis lágrimas, con ayuda de los brazos de Atenea llego a el mueble, si, mi cabeza me está torturando y de muy mala forma, siento a alguien a mi lado y veo una taza al frente mío
- Toma esto, te ayudará a relajarte, pero tienes que contarme todo lo que paso, me preocupas y verte a ti de la forma que llegaste no es nada casual Mirella, sabes que eres mi hermana te quiero tal cual, pero es verdad que no nos ha contado nada de tu pasado, nadie sabe nada de ti ¿Qué es lo que te está pasando? -

ESTÁS LEYENDO
STROMS (LEGADO #1)
Random¿Has visto a tus propios padres quitarse la vida frente a ti? ¿Desde tus 16 años hacerte cargo de las empresas que te heredaron? ¿Saber que tienes dos hermanos menores que tienes que cuidar? ¿Tener demasiadas responsabilidades y las únicas personas...