Capítulo 15: Visita Sorpresa.

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El tanque de gasolina está casi vacío, por lo que sí o sí a Aaron le urge visitar una gasolinera. Afortunadamente, cerca a unas calles de donde se encuentra hay una.

Entre algunos cruces y frenos bruscos debido al tráfico, logra llegar a la gasolinera que busca, y para su suerte, no hay vehículos haciendo cola. Pareciera como si la hubieran mantenido vacía justo para él, o al menos así lo piensa el detective en su jocosa mente.

Aparca al lado del surtidor de combustible y le pide al trabajador que le haga el favor de llenarle el tanque.

En medio de la espera a que el coche recupere lo que es su fuente de energía, el celular del detective suena. Es una llamada entrante de James, por lo que se dispone a atenderle.

—James, ¿ya llegaste?

—No, justamente te llamaba por eso. Iba camino a la casa de la chica hasta que ocurrió un extraño inconveniente con mi coche. Cuando revisé, ví que una de las llantas delanteras estaba jodida. ¡Tenía un maldito cuchillo Karambit enterrado! —explica exaltado.

—Oh, mierda. ¿Necesitas ayuda?

—¡No! Olvídate de mí, necesito que por favor, vayas a la casa de la chica. Ella puede correr peligro —replica alterado.

—Está bien, está bien, cálmate. Dime dónde vive.

Escucha, su dirección es la casa 1665 de la Avenida Angelus, en Silver Lake.

—De acuerdo, voy en camino.

—Y por favor, lleva refuerzos.

—Entendido —cuelga la llamada, para ahora con tanque de gasolina lleno, emprender su viaje. El hombre toma el radio comunicador y llama—. Aquí el detective Ramírez, necesito que envíen algunas unidades a la residencia 1665 de la Avenida Angelus en Silver Lake. Puede que una familia corra peligro por Puzzler.

¡Entendido! Mandaremos de inmediato tres patrullas a la zona.

-

En cuestión de varios minutos, el detective por fin da con la casa de Karla Muñoz. Para cuando él está bajando de su coche, justo van llegando las tres unidades que pidió como refuerzos.

Varios policías van directos a la entrada de la casa. Al parecer, la puerta está a medio abrir, por lo que un oficial la empuja con fuerza y entra apuntando en varias direcciones. Por el momento, no ve nada raro en esa zona en la que se encuentra. Les hace señas a sus compañeros, haciendo que tres oficiales se adentren al hogar acompañados del detective Ramírez, mientras que otros tres oficiales se quedan inspeccionando el exterior del hogar.

Con señas, el oficial Castillo le indica a tres de sus compañeros que revisen el segundo piso en lo que él y el detective Ramírez se encargan de revisar el primero. Los tres uniformados cumplen la orden y suben las escaleras, dejando a Castillo y a Ramírez.

Ahora solos, ambos se desplazan a paso coordinado uno detrás del otro sujetando con fuerza sus armas atentos a cualquier cosa rara, empezando por la amplia sala de estar. No se ve nada fuera de lo normal; solo un televisor encendido con programas policiales en AXN.

El par de policías prosigue con su recorrido, ahora cruzando un muy corto pasillo, que según parece, da hacia la cocina.

Cuando el oficial y el detective llegan, se encuentran con dos cuerpos tirados en el suelo: un hombre robusto y calvo con varios moretones, y una mujer morena de cabello ondulado. Los padres de la chica, seguramente.

Ramírez se acerca ambos cuerpos y revisa sus respectivos pulsos. Por suerte, la pareja parece estar con vida.

Tras dar un respiro de alivio, el detective alza la vista y observa encima del lavaplatos una enorme ventana quebrada por completa.

El Caso PuzzlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora