Después de una larga mañana en la que tuvo consulta, el joven doctor se dirige a su despacho para descansar y programar sus citas para la tarde, los pasillos del hospital están casi vacíos ya que es hora del almuerzo, no pudo traer nada de su casa por lo que tendrá que ir por algo a la cafetería, no le gusta para nada la comida del hospital, pero ese día no tiene opción, hace una nota mental de tener ya comida preparada en su casa para cuando tenga que entrar tan temprano.
Sube al ascensor para llegar al ala de las oficinas , cinco minutos después llega y camina lentamente hacia su puerta, sus piernas duelen un poco , debería volver a hacer ejercicio, pero a tenido muchas consultas este último mes , espera que las cosas se calmen un poco , al menos por una semana, para poder recuperar su estado normal.
Al llegar a su puerta , saca las llaves de su bata y entra , la oficina está a oscuras , pero no se le dificulta mucho llegar a la ventana , abre las cortinas y el sol entra rápidamente, mira el pequeño patio fuera y algunas personas sentadas en las bancas , ya comiendo su almuerzo , también desde ahí logra ver la cafetería, parece estar llena , resopla con hastío, tendrá que esperar al menos media hora para que se vacíe un poco , y rezar para al menos encontrar algo decente de comer después de que todos hayan atracado el local , está pensando seriamente en ir al mini supermercado que está a dos calles del hospital , tal vez caminar un poco le quite la fatiga de las piernas.Cuando deja de prestar atención al exterior, en el reflejo de la ventana puede divisar un pequeño bulto moviendose en su sofá, rápidamente se voltea para ver al intruso sacar la cabeza fuera de la manta en la que está acurrucado , su pelo castaño , apunta en todas direcciones, levanta la cabeza y sus ojos están cerrados , tal vez por la fuerte luz , saca sus manos de la manta y se frota los ojos mientras bosteza y estira las piernas.
El joven doctor , al darse cuenta quien es , cruza sus brazos sobre su pecho y se apoya en el marco de la ventana , suspira audiblemente antes de hablar.
"¿Cuantas veces te he dicho que no entres a mi oficina?" hay un deje de enojo en su voz , pero en realidad no lo está , debe ser por estar pensando hace un momento en su problema con el almuerzo.
El pequeño intruso vuelve a bostezar mientras estira los brazos , se sienta y lentamente abre los ojos , acostumbrándose a la luz."Solo vine a dormir, ni siquiera estabas aquí" dice mientras se recuesta hacia atrás y busca su móvil en el abrigo que hay colgado en el respaldo del sofá.
"¿Como entraste? La puerta estaba cerrada" pregunta al darse cuenta del detalle.
"Por la ventana" responde mientras se pone los zapatos y se acerca al escritorio y abre la maleta color negra que se encuentra sobre el mismo.
"¿Cómo? La ventana también está cerrada" dice mientras sigue sus movimientos.
"Soy un profesional" responde mientras sigue buscando algo en la pequeña maleta.
"No eres un ninja, ¿Como podrías abrir una ventana con pestillo?" lo observa sacar una bolsa de papel y acercarla hacia él.
"Me fijé que no trajiste el almuerzo , y como se que no te gusta la comida del hospital te pedí algo por teléfono" dice mientras le entrega la bolsa.
El joven doctor lo mira por un momento, luce cansado, sus ojeras se marcan demasiado, en realidad parece que no ha dormido en dias, se pregunta si se esta alimentando bien, cuando está demasiado enfrascado en el trabajo tiende a no comer, espera que su compañero de trabajo este pendiente de él en ese aspecto, estira el brazo para tomar la pequeña bolsa y se dispone a abrirla, de la que saca una caja de cartón, la abre y algunas piezas de pollo frito y un pequeño empaque de salsa , su favorita.
"Gracias, estaba a punto de enloquecer porque no tenía nada para almorzar" dice mientras se acerca al sofá y pone la caja sobre la mesa , se sienta y se dispone a comer rápidamente.