· Yes, Sir ·

~ Yes, Sir ~ A Jack Conway One-Shot ~

Notas de la autora: No suelo avisar de nada, ni escribir antes de empezar, para no quitarle magia al capítulo en sí, pero ésto es especial, así que siento que tengo que hacerlo... A parte de que esta historia es totalmente +18  de principio a fin (si no estás preparado para algo así, por favor, no lo leas, no quiero tener que enfrentarme a movidas por escribir gilipolleces) hay muchas expresiones en inglés. Están traducidas al castellano todas y cada una en las notas al final del capítulo, por si alguien necesita saber alguna. 

Lo que vais a leer es producto de mi mente enferma, guiada por la puta ama NenasaCapulla. Ambas nos retamos a hacer un One-Shot para la otra, y éste es el mío para ésta pedazo de tía. Si queréis un consejo, id corriendo a su perfil a leer todo lo que tiene (incluyendo su One-Shot para la menda) porque os juro que ninguna de sus historias tiene desperdicio <3 

Sin mas calentadas de cabeza, aquí está la movida, enserio, leed bajo vuestro propio riesgo:

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Me miré el reloj con la vista cansada, era muy tarde, las cuatro y media de la mañana. Bostecé. Prácticamente no quedaba nadie en comisaría, o por lo menos no se oía a nadie cerca, no había nadie en recepción, nadie en despachos, nadie en garaje ni en vestuarios.

Me dirigí hacia los vestuarios después de un largo día de trabajo con dos atracos y una persecución. Moví mi cabeza hacia los lados, haciendo que mi cuello protestara un poco. Comencé a desnudarme lentamente, sin mucha prisa disfrutando de la sensación de paz y soledad, después de un largo turno sin casi descanso.

Fui hacia las duchas con paso lento,y cansado. Realmente estaba agotada. Encendí la ducha y el agua empezó a caer, un escalofrío sacudió mi cuerpo cuando el agua helada comenzó recorrerlo. Una oleada de energía por el contraste de agua fría me invadió. Sonreí pensando en que el día a pesar de agotador había sido productivo, comencé a tararear una canción mientras pasaba los dedos por mi cabello desenredándolo. El agua comenzó a ponerse tibia, cosa que agradecí, pues tenía bastante frío. Seguí con mi canción y cogí el gel dispuesta a enjabonarme.

Estaba masajeando mi zona baja de la espalda para liberar tensión cuando de repente, de la nada, sentí como alguien me cogía ambas muñecas por detrás y tapaba mi boca para ahogar el grito que iba a soltar.

Un intenso aroma que reconocía muy bien invadió mi nariz.

-Veo que necesitas ayuda, nena - Quitó su mano de mi boca y exhalé - ¿te echo una mano?

Asentí con la cabeza, tragando saliva sonoramente, sabía lo que venía, y no podía esperar para sentirlo.

Jack mordió mi cuello y se pegó a mí, pude notar como en mi trasero se clavaba su erección. La podía sentir perfectamente, incluso yendo totalmente vestido.

-Contéstame -ordenó Jack cogiendo mi pelo y echando mi cabeza hacia atrás para mirarme a los ojos

Parecía no importarle mojarse, puesto que se quedó ahí, sosteniendo fuertemente mis manos y mi cabello, esperando mi respuesta.

-Si, señor- dije con la respiración ya entrecortada

-¿Si, señor, qué? - rozó con sus labios mi cuello, provocándome un escalofrío y apretó más sus caderas contra mí.

-Tóqueme señor- suspire sin importar sonar desesperada. No era mi primera vez con Jack, pero es cierto que nunca me esperaba que pasara, siempre aparecía de repente, me acorralaba y empezaba a calentarme hasta que no podía más y acababa suplicándole que me follase en cualquier lugar en el que decidía sorprenderme.