Máscaras de Hueso y Plata

Prólogo: La Reunion

La sala donde nos encontrábamos me resultaba irreconocible de otras reuniones. El camino que nos hicieron recorrer para llegar hasta allí era nuevo para la mayoría de nosotros, y su construcción me recordaba a un laberinto. Según pude escuchar nadie sabía porque nos habían llamado, solo que era de suma importancia para la causa.

Mi visión era débil frente a la oscuridad penetrante de aquel lugar, interrumpida solo por la débil luz que emanaban las antorchas ubicadas a nuestros laterales. Los demás miembros parecían tener los mismos problemas. 《¿Porque debemos usar estas ridículas mascaras?》pensé hacia mis adentros. En todo caso lo único que hacían era dificultarnos aún más el trabajo.

Delante de nosotros, un grupo de tres personas discutían nerviosamente por lo bajo. Aunque yo estuviese ubicado en la segunda hilera de personas, alcance a reconocer a uno de ellos. No llevaba puesta la máscara, lo que dejaba a la vista su larga cabellera plateada. De vez en cuando, él dirigía la vista hacia donde nos encontrábamos, mostrando una mirada de desprecio, para luego volver a enfrascarse en sus murmullos ininteligibles con los otros dos individuos.

Entonces, el aire se volvió más pesado, el fuego de las antorchas amenazo con apagarse y un viento escalofriante recorrió toda la estancia. Una nube de humo negro apareció sin más delante de nosotros, y mientras se disipaba rápidamente daba lugar a una figura espectral, casi invisible en la oscuridad que nos rodeaba, ayudándose de lo que parecían ser vestiduras de color negro. Mi antebrazo comenzó a arder levemente, y a juzgar por las expresiones corporales de los demás individuos que me rodeaban, también lo habían sentido en sus propios cuerpos. Sin embargo nadie aparto la vista del ser que se posaba frente a nosotros, separándonos del trío de personas que previamente murmuraba, que ahora se encontraban tiesos y expectantes. El murmullo que antes podía escucharse de nosotros fue reemplazado con un silencio sepulcral, y con buena razón. El ardor en la marca de nuestro antebrazo, esa forma de aparecer y la manera en como el ambiente había cambiado. Sin duda debía ser él.

-Lucius- dijo el ser en tono calmo, con una voz susurrante pero sin perder su firmeza, sin apartar la vista de nosotros.

-Mi señor- respondió intranquilo el hombre de cabellos platinados, mientras se acercaba con cautela.

-Espero que hayas elegido bien. No queremos bajas innecesarias en el día de hoy-.

Con cada palabra mi mente se sentía invadida, y su mirada penetraba toda defensa que mi cuerpo podría tener. Eso era el verdadero pavor y miedo. Además, estaba la mención de las 《bajas》. ¿Que se supone que está pasando aquí?

-No se preocupe, mi señor- respondió Lucius -He seleccionado a los más fieles en nuestras filas, y entre ellos aquellos que cumplían los requisitos para esta misión-.

Así que de eso se trataba. Nos convocaron para una misión. Finalmente era mi turno de demostrar mi validez y ayudar con la causa.

-Bien, Bien- respondió la figura, y con un ademán levanto una mano esquelética con la que apunto hacia la derecha de nuestro grupo.-Tu -espetó, ahora su voz parecía aun mas amenazadora. Volvió a señalar, ahora hacia la izquierda del lugar donde yo me ubicaba, y otra vez repitió-Tú... y por último, Tú-. Mi corazón se detuvo por unos segundos, ahora su mano apuntaba hacia donde yo me encontraba. Pero no era así. En realidad apuntaba al sujeto que se encontraba a mi lado. Inconscientemente había dejado de respirar con normalidad, así que solté un suspiro silencioso. Ahora si agradecía el uso de estas estúpidas mascaras, sin ella todo el mundo podría haber visto mi expresión de terror.

-Los tres, acerquense- dijo con una voz gruesa y por lo alto uno de los individuos que acompañaba a Lucius en el trío. Los seleccionados titubearon, pero se acercaron hacia el centro de la formación. La figura espectral se hizo a un lado, dejándoles espacio a dichas personas.