Parte única.

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Se sentía extraño, por no decir, incómodo. Y es que, de alguna forma u otra había terminado encontrándose con Juno en el parque, donde niños de distintas especies jugaban y donde él, solía ir a despejarse a veces cuando no deseaba estar en las oficinas del Conglomerado o con Azuki, su esposa.

Aunque, no sabía si lo incómodo era haberse topado con ella luego de 6 años y luego de no saber qué fue de ella en ese tiempo o porque ella estaba casada y con dos hijos.

(Los cuales, no eran precisamente lobos grises puros... Eran híbridos, por lo visto)

-... Veo que al final, formaste tu propia familia – dijo, luego de estar bastante rato en silencio. Ella sonrió cálidamente y con orgullo a sus hijos, los cuales compartían un columpio con una sonrisa.

- Sinceramente, jamás me vi siendo madre de dos niños híbridos. Mucho menos de un herbívoro – comentó ella, suspirando levemente, pero no por menos, su sonrisa se desvanecía, al contrario –. Pero me siento muy orgullosa de ellos, son inteligentes aunque un poco descarados al decir las cosas – bufó, llamando la atención de Louis, al verla cruzándose de brazos –. Eso lo sacaron de su padre obviamente.

Tenía y sentía curiosidad por el padre de aquellos híbridos, pues... Uno era a simple vista un lobo gris –aunque su pelaje era blanco– y el otro, también, aunque este se parecía más a Juno.

Una leve sonrisa asomó sus labios –. Son ciertamente encantadores.

Juno rió –. Bueno, eso es por mis genes, aunque mi marido dice que es por los suyos también. Además de que se queja de que ambos hayan salido idénticos a mí... Pero lo más probable es que a los dos o uno de ellos, le salgan cuernos como los de él – su mirada se tornó suave, más calmada –... Eso estuve hablando con Legosi y su abuelo la otra vez que fui a visitarlos.

Juno había cambiado bastante, a decir verdad. Incluso podía decir que se volvió más tranquila, aunque lo intuyó a que se debía porque ahora era madre.

- Fue una sorpresa volverte a ver, Juno.

- Lo mismo digo, Louis... ¿Sabes? Nunca te lo dije pero, realmente fui feliz en el corto tiempo que tuvimos – lo miró, sonriéndole. Algo que lo sorprendió –. Tú y Legosi fueron los amores de mi vida, y los atesoro por igual... También quería decirte que, nunca te odié porque lo nuestro no fue.

-... Gracias... De hecho, las cosas con Azuki van bien.

(Aunque no puedo decir que la ame)

- Bueno saber eso... Me sentiría mal que estuvieses sufriendo, aunque por lo visto, todo va bien en tu vida, ¿no?

- Es agotador, pero no desagradable.

Juno se encogió de hombros –. Es la vida que elegiste, después de todo. Mientras no tengas ningún arrepentimiento, entonces todo estará bien – le sonrió.

Louis sonrió, burlesco –. Ya casi te pareces al tonto de Legosi.

- ¡No soy fetichista de herbívoros! Que haya forma una familia con uno, no me convierte en fetichista de ellos.

Louis se rió, haciendo bufar a la loba, quien fingía estar ofendida.

- ¿Tal vez eres fetichista de cuernos? – preguntó un tercero, en tono juguetón, haciendo voltear al ciervo y a la loba.

Louis se sorprendió ligeramente al ver de quién se trataba, mientras que Juno comenzaba a batir su cola de felicidad ante el recién llegado.

(Algo que en el interior, le dolió un poco al ciervo rojo)

- ¡Yo no tengo fetiches! – le respondió de inmediato Juno, frunciendo el ceño. Aunque su cola seguía meneándose de un lado a otro.

Pina tocó su nariz, sonriendo –. Eso crees tú – miró a Louis y sin quitar su sonrisa, lo saludó –. Hola, líder del Conglomerado de los cuernos.

- Buenas tardes, Pina.

- Por cierto, muchas gracias por cuidar de mi querida esposa.

Louis sonrió de forma profesional, no demostrando la molestia que estaba sintiéndose. Así como la incomodidad que nuevamente, surgía en él.

- Pina, sabes qué no necesito que me cuiden – hizo un puchero Juno, para luego levantarse de la banca –. Pero bueno, iré ya por los niños para irnos a casa – le sonrió, para luego depositar un beso en su mejilla e ir a donde ambos híbridos jugaban.

Pina y Louis observaron a Juno un momento, y antes de que reinase el silencio, el carnero habló –. Juno es una gran hembra... Aunque eso tú ya lo sabes, ¿o me equivoco?

- Ella siempre ha sido genial – se limitó a responder –... Aunque creí que te gustaban herbívoras y de cuernos.

- Debo admitir que los gustos cambian, y pues – rió ligeramente –... Me enamoré de ella totalmente, sin contar que ella me dio algo valioso e importante de lo que puedo estar orgulloso – lo miró de reojo, borrando un momento su sonrisa y actitud simpática –. Y quiero que esta vez, sí sea feliz.

Louis le devolvió la misma mirada hostil. (Posiblemente esta rivalidad que estaba sintiendo se debía a algo de la naturaleza... O no sabía a ciencia cierta).

(O tal vez, no quería saberlo en verdad).

- ¡Cariño! – lo llamó Juno, cargando a sus hijos, mirándolo con una sonrisa. Pina de inmediato le sonrió, asintiendo.

- Espero y seas feliz, Louis. Mucha suerte – le deseó el carnero, despidiéndose para irse al lado de su esposa y ambos comenzar a caminar en dirección a su hogar.

Y mientras él veía como la loba que amó –y en un rincón, seguía queriendo– se iba, no pudo evitar susurrar –: Fue un gusto volver a verte Juno.

(Gracias por no odiarme.

Adiós).

-Traumada Taisho

Voy a andar triste un rato por mi LouJun, pero al rato vendré con LouJun aunque sean Semi-AU's o AU's. Mi amor por ellos no se verá opacado xd

Je ne déteste pas  [Louis/Juno] [Pina/Juno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora