CAPITULO 4: RESIGNADA

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Como cada mañana, me levanto para ir a la escuela, me apresuro sin tantos ánimos. Llego y para mi suerte tenemos hora libre. Aparece una maestra tutora y nos hace formarnos en fila para ir a ver una presentación musical de las chicas de ultimo grado, me parece algo aburrido, pero hago caso, mis amigas y yo nos formamos y avanzamos al salón de música, tomamos asiento.

Buenos días señoritas, sus compañeras de último grado les cantarán unas cuantas canciones, ustedes votarán por las tres mejores y esas serán elegidas para cantar en la graduación, elijan bien. –Dice la maestra de ese grupo, no tengo ni la menor idea de cómo se llama, ni me interesa. Ya pasaron 5 chicas y me parece aburrido, todas cantan igual, están tiesas, no se mueven sobre el escenario, que ridículo, mejor no hubiera venido hoy, me recargo en Mani y cierro los ojos. Ally me da un codazo.

¡Oye!, déjame dormir, esto está pésimo. –Le reclamo bastante enfadada.

Oh no, no creo que quieras dormir, no ahora. –Sonríe y con la mirada señala el escenario. Volteo y no puedo creerlo, ¿acaso es Lauren?

Al fin algo bueno. –Digo mientras me siento derecha para prestar atención.

Hola, mi nombre es Lauren, me da pánico escénico y más cuando se trata de cantar sola, espero que disfruten la siguiente canción, gracias. –Dice mientras todas comienzan a aplaudir, yo también lo hago. No puedo creerlo, está comenzando a cantar y es una de mis artistas favoritas, Billie Eilish – wish you were gay. La veo muy concentrada, nota mi presencia, antes de entonar el coro me mira fijamente y pareciera que me está cantando a mí, mis amigas lo notan y se me quedan viendo algo asombradas, ni yo entiendo lo que está sucediendo. Termina de cantar y estalla todo en aplausos, gritos, silbidos.

Gracias, muchas gracias, esa canción es bastante profunda y un tanto especial para mí, me recuerda cosas bastante lindas. – Dice Lauren en el micrófono.

¿Qué cosas? –Grita alguna chica de las que está hasta al frente.

Bueno, a un amor que tengo. –Se queda callada unos instantes y lo piensa. Yo estoy segura de que me va a mirar o dirá que es una chica, por un momento pienso que soy yo. Es alguien con quien ya tengo un par de meses saliendo. –Sonríe, deja el micrófono y se baja del escenario. ¿Qué mierda acabo de escuchar?, ¿un par de meses?, yo llevo tres días de conocerla, que estúpida soy, ahora estoy resignada, por suerte la presentación se ha acabado, nos levantamos y todas salimos.

¡Chicas!, que gusto verlas a las cuatro –Dice Hanna mientras corre a saludarnos, yo sólo le sonrío y le regreso el saludo, no tengo ganas de hablar.

Estuvo increíble la presentación, aunque Camilita se estaba quedando dormida, excepto al final –Dice Ally, como siempre de imprudente, pero no tengo ánimos de discutir.

¿Nos vamos? –Digo en un tono serio. Veo que Lauren se acerca e insisto. ¿Nos podemos ir ya, por favor?, gracias. –Mis amigas no entienden lo que está pasando, estoy hecha pedazos, en mi mente se repite "un par de meses".

Hola, ¿qué les pareció?, admito que moría de nervios, casi podía sentir mi corazón salirse de mi pecho. –Dice Lauren mientras nos saluda. Me quedo callada, me doy media vuelta y me voy. El resto de las clases estuve callada, ni ganas tenía de mensajear. A última hora tocan la puerta, era la directora.

Maestra Meredtih, lamento interrumpir su clase pero vengo por la alumna Camila Cabello, la están esperando en mi oficina, que traiga sus cosas, por favor. –Dice la directora y a decir verdad, tengo miedo, que yo recuerde no he hecho nada malo. Mis amigas me miran asustadas, todo el salón está en silencio, tomo mis cosas y camino junto a la directora. Llegamos a su oficina y noto que Lauren está dentro, no entiendo nada.

Señorita Jauregui, aquí está la señorita Cabello, se pueden retirar. –Dice la directora y yo me quedo sin entender nada. Nos retiramos ambas con nuestras cosas.

¿Qué se supone que fue eso?- Le digo mientras la miro fríamente.

Lo mismo me pregunto yo, ¿qué fue tu comportamiento en la mañana que me acerqué a saludarlas? – Me dice mientras se cruza de brazos.

Debo ir a clases –Le respondo sin pensarlo dos veces.

No creo, por eso estás aquí conmigo, conseguí permiso para salir ahora mismo las dos, todo está arreglado –Me dice mientras saca un papel firmado por la directora.

De acuerdo, entonces debo irme a mi casa –Le digo y me doy media vuelta. Me toma del brazo y me dice lo siguiente.

Camila, no te saqué sólo para reclamarte de eso – Dice molesta

¿Reclamarme?, ¿qué vas a reclamarme?, mejor reclámale a tu amor que tienen un par de meses, yo debo irme. –Mierda, lo dije, lo aventé como bomba, soy una estúpida, trágame tierra.

¿Amor?, ¿pero qué...?, ah ya entiendo, la canción de la mañana que canté y dije lo de un "amor", lo malinterpretaste, no estoy saliendo con nadie pero creo que sí estoy enamorada, pero eres la menos indicada para reclamarme eso, tú te la pasas mensajeando con no sé quién y todavía me cuelgas el día que te llamé – Dice bastante enfadada y puedo ver sus ojos por primera vez tan de cerca, ¿Son verdes?, sí, lo son, ¿se están llenando de lágrimas?, ¿es mi culpa?

Vamos a calmarnos, esto parece peor que una discusión de enamorados –Le digo serenamente y me aproximo más a ella para quitar el mechón de cabello que le cubre el rostro.

Camila, vámonos de aquí, no es lugar para hablar –Me dice con una voz bastante triste. Yo accedo, no digo nada, sólo caminamos, llegamos a mi motocicleta, nos subimos y le pregunto a dónde quiere ir. Me responde que lejos de todo y veo que su rostro se torna triste. En mi mente me pregunto qué le está pasando, pero no digo nada, me contengo en decir si quiera una palabra. Tengo el lugar perfecto para ir con ella, a las afueras de la ciudad hay un lago, no hay mucha gente entre semana.

Sujétate bien porque iré algo rápido. –Le digo mientras acelero. Puedo sentir que se aferra muy fuerte a mí, incluso más que la primera vez que se subió.

El amor es difícil, Camila. –Me dice mientras siento que se recarga en mi espalda.

¿Por qué lo dices? – Le pregunto.

Ahorita te digo, lleguemos a donde sea quevamos. –Me dice tristemente.

Amor predestinado CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora