C:1 Un imbécil enamorado...

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Harry

Te veo sentado frente a mí y luces tan... inalcanzable.

Como si fueras el sol después de un largo día de lluvia, tan inesperado y hermoso.

Estar cerca de ti me hacía sentir extraño, sentir el corazón acelerado, las manos sudorosas, cosquilleos y ganas de huir, pero al mismo tiempo sentía ganas de quedarme sentado observándote por horas, solo deleitándome con tu belleza.

No debía sentir así, pero ¿por qué esos sentimientos se sentían tan correctos?

Tus ojos me devuelven la mirada y entonces el tiempo parece desaparecer. Solo somos tu y yo. Siento el deseo de acabar con la incertidumbre, de que se sentirá besarte, es entonces cuando acerco mi rostro al tuyo y nuestras narices se rozan.

Estaba a punto de pasar, pero la magia se acaba en cuanto siento cosquillas en mi nariz y comienzo a estornudar...

Mis ojos se abren rápidamente ante la sorpresa, dos pares de ojos me observan divertidos. Mi hermana Gemma y su mejor amiga, Lottie, sostienen pinceles en sus manos, mientras sonríen maliciosamente.

—¡Alejen sus pinceles de mi rostro!

—Son brochas, inepto —dice mi hermana mientras toma mi mano y comienza a pintar mis uñas.

—No te muevas, Hazzie. Te falta rubor —Lottie acerca su pincel a mis mejillas.

—Déjenme en paz, monstruos —murmuro. Me levanto de la cama y corro hacia al baño. Al verme en el espejo note que tenía labial en todo el rostro, aunque mis mejillas estaban más rojas por el sueño que acaba de tener, que por el labial.

—Hazz —me llaman. La rubia se asoma por la puerta junto a mi hermana—. Lou dijo que vendría hoy para darte clases de, ya sabes —suelta una risita— besuqueo.

—Oh, esta bi...—pauso por un momento— ¿Dijiste besuqueo? —pregunto con las mejillas rojas. Ellas comenzaron a reír y se marcharon. Comencé a lavar mi rostro sonrojado lo antes posible, en cualquier momento podría llegar Louis y no quería que me viera así de ridículo.

En toda mi vida jamás me había preocupado lo que los demás pensaran de mí, pero desde la llegada de Louis a mi vida todo había cambiado. Llevaba más de un año enamorado de Louis Tomlinson. Al principio me fue difícil aceptar mis sentimientos por él, pero llego un momento en donde deje de mentirme a mí mismo y acepte la realidad.

¿Soy Gay? ¿Bisexual? No lo sé, no me interesa buscar un nombre para mi sexualidad, solo sé que nadie me ha hecho sentir lo que Louis. Él es él único que ha logrado hacerme sentir algo especial en los años que llevo de vida.

No le he dicho mis sentimientos y mucho menos busque la forma de acercarme a él. Me parecía buena idea mantenerme fuera de su foco visual y dejar mis sentimientos por él, guardados en mi corazón. Pero mi plan de mantenerme bajo las sombras se vio interrumpido cuando a mi profesor de matemática, Eric Watson, le pareció una buena idea hacer de Louis mi tutor. Desde entonces debo pasar dos días a la semana viendo a Lou fuera de la escuela. A una parte de mi le encanta estar cerca de él y poder verlo mientras está distraído, observar sus ojos más de cerca. Todo eso es genial, pero tenerlo cerca me hace vulnerable, olvido lo que debo decir, tartamudeo, me sudan las manos y lo peor, me sonrojo a cada segundo. Es muy vergonzoso.

—Soy un imbécil enamorado de alguien que jamás le corresponderá —susurro. Mientras sigo sintiendo vergüenza por mi persona, camino hacia mi habitación en busca de ropa limpia. Tomo una camiseta negra con el logo de AC/DC y unos jeans desgastados del mismo color. Los dejo sobre la cama y decido ir a desayunar antes de cambiarme.

Amarte A Mi Manera |1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora