Capítulo 20.

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Tian Yu no había planeado que Yuk Hei conociera a Miao tan pronto, y aunque estaba emocionado que el chico le hubiera dicho que quería hacerlo, sabía que primero necesitaban esa conversación, en donde todo quedase claro, no sólo todas las mentiras que Yuan dijo antes, sino su misma relación, y ahora que Choi parecía dispuesto a escucharlo, pensaba aprovechar la oportunidad, sin embargo, había olvidado que su hija pasaba ciertos días a la semana con él, y ese era uno de ellos.

Cuando Yun lo llamó para preguntarle si pasaría por Miao no pudo negarse, más allá de si había hecho planes para esa noche encontrarse con Yuk Hei, no sólo podía decirle a su hija que surgió un compromiso y que no podría verla, no cuando después de tanto esfuerzo para los dos, aquellas visitas parecían ser algo que ella estaba esperando, porque había dejado de ser un extraño para convertirse en padre.

Sí, reconocía que al principio cuando se enteró de la existencia de ella, fue el típico padre que pasaba una manutención y que creía que ya estaba haciendo mucho. Fue difícil el hecho de introducirla en su vida, no sólo porque fue algo que no planeó, sino toda la situación, el cuidado que ella necesitaba mientras recibía las quimioterapias, el apoyo que Yun también necesitaba.

No fue el mejor momento para conocer a su hija cuando sentía que ésta se estaba muriendo y, lo mejor era no estar apegado a ella, sin embargo, Miao había logrado superar su enfermedad y ahora llevaba una vida normal, con el detalle de que cada cierto tiempo visitaría el hospital para asegurarse de que su salud continuaba bien.

Tian Yu sabía que nunca se esforzó por ser el mejor padre para ella, no hasta hace un par de meses atrás en que su relación comenzó a volverse más estrecha y ahora ya no sólo eran pocas horas las que la veía, sino que Miao se quedaría en su apartamento y pasaría todo el fin de semana a su lado y el resto de la semana estaría con su otro papá, a excepción de los días que la niña quería verlo antes y simplemente le daría un par de horas porque no podía ocuparse en totalidad de ella por el horario de oficina.

Así que, aunque no planeó que Yuk Hei conociera esa misma noche a Miao, tuvo que presentarlos, sintiendo a su hija apegarse más a él y casi abrazarse a su pierna, mientras que Choi, no apartaba la mirada de ella y le pareció ver miles de dudas en él, antes de que una sonrisa demasiado forzada apareció en sus labios y se colocó en cuclillas y extendió una mano a la niña.

—Hola... —su voz intentó ser suave.

Miao se apegó más todavía a su papá, apretando una de sus manos en el pantalón de éste y él estaba casi dándole la razón a su hija porque la sonrisa forzada de Yuk Hei lucía casi espeluznante.

—Miao —dijo —él es Yuk Hei, mi...

—Un amigo de tu papá —interrumpió.

—Buenas noches...

Su voz apenas fue audible y ahora casi todo su cuerpo estaba escondido detrás de su papá. Tian Yu vio a Yuk Hei retirar su mano con incomodidad y las dudas solo crecer un poco más mientras se colocaba de pie. Podía verlo luchar por intentar hacer las cosas bien y él estaba apreciando eso.

—Tal vez deberíamos entrar.

—Tian...

Al tener toda la atención de Tian Yu sobre él, no se sintió nada bien dejar salir aquellas palabras en las que sugería que tal vez lo mejor era que él volviese otro día, y sólo sonrió mientras bajaba su mirada al suelo, negando con la cabeza.

—No es nada.

Luego de entrar en el apartamento y que la situación siguiera siendo incómoda, Tian Yu se regañó mentalmente por no haberle dicho a su hija que Yuk Hei iría, pero no pensó que las cosas iban a ser tan difíciles entre ellos tres, sin embargo con Miao abrazada a su pierna y Choi parado detrás de él, era todo tan extraño, sintiendo que debía colocarlos en habitaciones diferentes por un tiempo.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora