Medusa: La Caída Del Mundo

Voluntad

"Camine con curiosidad sin poder detenerme, era la primera vez en años que podía disfrutar del mundo exterior. Lo hice aunque sufriera consecuencias, sabia que volvería a estar en esa pequeña y fría habitación solitaria en cautiverio por mucho más tiempo que la ultima vez que lograron atraparme.

Un pequeño graznido de mis peculiares amigos hicieron que me detuviera a contemplar el hermoso cielo invernal, la nieve recién caída era tan suave como el algodón, su caída de forma suave como una pluma despertaba la calma perdida dentro de mi corazón y me daba nostálgicos recuerdos de la vida que había perdido.

Extrañaba a mi familia, me dolía recordarla, saber que no estarían conmigo y jamás lo volverían a estar estaba maldita, era débil no pude detenerme cuando desperté .Por eso las cosas acabaron  como están.

El día que desperté mi familia fue aniquilada por el monstruo dentro de mi.

Con recelo observe  a mis espaldas aquel lugar del que no tenia escapatoria desde el día en que desperté y me prohibían mi libertad restringiéndome  ese pequeño gran deseo de ver el exterior. El frio amanecer me recibió con calma junto al profundo silencio y oscuridad me mantuvo serena a pesar de la soledad abrazadora.

Me recosté en la nieve soñando en que tal vez el sueño eterno me llevara junto a mi familia"

Quinta Medusa

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Después de un laborioso trayecto para llegar a las lecciones de orientación, el salón de clases casi se encontraba enteramente lleno por fortuna aun quedaban lugares,  aunque se encontraban justo enfrente del escritorio del profesor a lado de la ventana que daba vista a la gran entrada.

Era beneficioso para nosotras que estuvieran juntos,  así no nos sentiríamos incomodas con los demás por no conocerlos y nos ahorraríamos un gran silencio incomodo, aun con algo de timidez tomamos asiento sin despegar la vista del frente a la  gran pizarra del salón y es que a pesar de que aproximadamente cincuenta estudiantes estábamos tomando clases ahí todo era excesivamente elegante.

 El encanto natural como el de un bosque con bruma inundaba la pizarra que era adornada con un gran y viejo roble moldeando sus delgadas ramas alrededor de su gran figura, enroscándose para parecer un marco que había sido tallado con dedicación por un artesano genio que había derramado dolor y sangre para crear tal belleza.

—Bueno, bienvenidos sean a la academia más grande del reino Toutzen—Con calma un nuevo profesor se unió a acallar con amabilidad y algo de diversión los diversos quejidos de platica aun circulantes en el aire.—Como sabrán aquí se les entrenara para dominar sus mutaciones, siguiendo el régimen y las enseñanzas de la gran señora.— 

Sus grandes ojos verdosos de un tono opaco brillaron peligrosamente examinando a cada estudiante de principio a fin, su sonrisa se chispo con placer al hojear a algunos estudiantes de deslumbrantes atributos productos de sus mutaciones.—Muchos de ustedes como pequeños brotes apenas han rascado la superficie de sus posibilidades.

Su mirada se dirigió a mi dirección me sentí incomoda por un momento, pero de manera algo amarga me di cuenta, de quien era la que robo, su atención de manera tan profunda y es que había olvidado al gran talento del atributo de Agua que tenia por amiga.—¿Cuál es su nombre señorita?—

Una oleada de envidia pico mis entrañas pero la ignore de manera profesional para codear a Aqua a mi derecha que parecía metida en una especie de corto circuito.

—Amina de Aqua  — Su voz que parecía perdida se presento como congestionada.

 El maestro sonrió con aun mas picardía acentuando dos pequeños hoyuelos en sus mejillas, su cabello corto con un ligero fleco de un tono chocolate que le llegaba antes de la cejas se movió traviesamente  avergonzando a todas las chicas presentes que incluso llego un punto en que sentí mi cara arder.

— Me alegra conocer a alguien más de las casas antiguas y  como un miembro de la casa Maller me siento muy contento— Me sorprendió el nombre de su casa, pero no tanto. 

Había varias casas antiguas en la capital y no era extraño.

Mis demás compañeros ampliaron sus ojos al máximo pero otros se notaban confundidos, otros parecía que les estuvieran hablando griego o algo así. Me reí para mis adentros, si no fuera por que sabia de las casas desde que conocí a Amina de seguro estaría igual.

— Bueno parece que tenemos algunos compañeros que no conocen los conceptos básicos de nuestro mundo— Muchos tosieron avergonzados, pero era debido a que la mayoría de la población poco sabia de la organización dentro de reino, por que las guerras y asedios provocaban la migración repentina de su lugar de origen.

Los pueblos rurales eran muy abundantes y las ciudades eran escasas pero no sufrían de pocos recursos. — Entonces comencemos la clase— 

Esta seria de seguro una historia interesante.

Capitulo 4