And I'll love the world like I should

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"Pensé que había visto al demonio

Esta mañana

Mirándome al espejo, con una gota de rum en la lengua"


*


La alarma sonó a las ocho, pero SeHun la ignoró.

Volvió a sonar a las ocho con cinco minutos, pero la aplazó una vez más.

Se levantó de la cama casi a las once y media, maldiciendo y con la boca pastosa. Sus pasos se arrastraban lentos y pesados por el pasillo de su oscuro y desordenado departamento, caminando casi como un fantasma hacia la cocina. El café tardó cinco minutos en hacerse, porque los contó mirando el reloj fijamente, viendo su reflejo en el vidrio de color: sus ojeras eran prácticamente visibles a un kilómetro de distancia. Eran tan grandes que podría vivir una persona ahí.

Tragó rápidamente sus dos tazas de café diario para calmar ese nudo insaciable en su estómago, antes de rascarse el abdomen con pereza y tirarse en el sillón, extendido de brazos y piernas en él para ocupar todo el espacio disponible.

Todo estaba en completo silencio, salvo por el agua de la ducha que había dejado correr desde la noche anterior. La ciudad estaba en silencio, el mundo estaba en silencio, su corazón estaba en silencio.

Mientras, la televisión pasaba las noticias más recientes y frescas:

La cuarentena de las últimas dos semanas de Seúl está por terminar —comentaba la mujer de las noticias—. Solo una semana más, y todo el distrito de Gangnam-gu será pronto liberado de la cuarentena. Al parecer, la enfermedad Der Mordgier solo ha infectado a un cero coma uno por ciento de la población de este pequeño distrito, y no han habido señales de que se necesite intervención médica o un control de las fuerzas policiales sobre los portadores. Se estima que el gobierno implantará las mismas medidas que fueron recomendadas hace medio año por la ONU y que han demostrado tener buenas repercusiones en Francia, Italia, Filipinas y Malasia; por lo que los infectados tendrán los mismos derechos que los demás ciudadanos del país, sin hacer excepciones por su nueva condición. Se les van a asignar siete bolsas de sangre cada semana, una para cada día, con tal de evitar cualquier tipo de conflicto con otros ciudadanos. A cambio, los infectados deberán donar una pequeña muestra de sangre por mes al gobierno, con fines puramente cientí...

SeHun apagó la televisión, prefiriendo mirar simplemente el techo. Estaba harto de la cuarentena, de esconderse, de no poder terminar con su miseria. ¿Por qué coño tenía que vivir en Gangnam-gu? ¿Por qué no podría haber tomado la decisión de matarse ese día, y no cualquier otro del año? Con un poco más de suerte, podría haberse salvado de contraer ese virus y entonces... él estaría muerto.

Si movía un poco su boca, podía sentir los colmillos presionar contra la piel de su boca. Colmillos que eran más largos de lo normal, que eran tan afilados que podían lastimar la piel de su boca debido a su filo; justo como le había pasado una semana atrás cuando le crecieron y se mordió a sí mismo con miedo.

Siete días atrás, SeHun se había quitado la vida. Y lo cierto es que él tendría que haber muerto ese día, o al menos perdido su conciencia para siempre, pero no lo hizo. Las heridas que ya no existían en su muñeca (porque se habían curado completamente después de contagiarse con el virus) tendrían que haber marcado el fin de su día y haberle permitido descansar en paz por toda la eternidad.

I'll be Good ✧ SeBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora