Narra Vegetta
Listo ya estaba todo arreglado, pero lastimosamente me tendría que ir en dos días, así que obligatoriamente le tendría que decir hoy o mañana a mi Ozito, le voy a decir a Willy que se vaya a la mansión a vivir con Rubius mientras llegó, serán unos duros meses para mi y para él...
-Willy gracias por cuidarlo ya te puedes ir -dije mientras ingresaba a la mansión
-esta bien, adiós Vegetta, y Rubius esta en su habitación -dijo mientras salia y cerraba la puerta
~que hace en nuestra habitación?...
~no tengo ni la menor idea...
Deje todas mis cosas en la sala y empecé a subir las escaleras, al llegar al segundo pisó me paré en la puerta de mi habitación, todo estaba muy callado y eso me ponía algo nervioso, deje todo atrás y abrí la puerta, vaya sorpresa que tuve al ver como iba vestido, tenia puesta una lencería que yo mismo había comprado, y le quedaba a la perfección, y más esa faldita transparente...
-por eso querías que llegara rápido? -pregunte mientras me mordía él labio
-si Daddy, te gusta? -pregunto mientras se acostaba sobre la cama
~digamole mañana, hay noche loca...
-que si me gusta Baby?, me encanta, pero hoy serás tu él que haga todo -dije mientras ponía una silla delante de la cama, y me sentaba en ella
-yo?, pero Daddy, yo no se...-dijo sentándose en la cama, bajando un poco su mirada
-Baby ve al armario y trae la caja roja -dije mientras sacaba él celular, él asintió y se bajo de la cama, llendo al armario, esa lencería hacía que él culo se le viera más grande, y sumado a que movía sus caderas como toda una diosa...
-aquí esta...-dijo volviéndose a sentar en la cama y poniendo la caja sobre sus piernas
-bien, abre la -dije con una sonrisa, mientras abría la aplicación para controlarla.
Al instante vi como su mirada viajo hasta encontrase con la mía, sus mejillas tenían un fuerte tono rojizo, y casi no podía mirarme a los ojos fijamente, yo reí un poco, nunca lo habia visto tan avergonzado.
-vamos Ozito no es para tanto, quitate solo las bragas...-dije esperando a que acatará mi orden, él dejo un poco de lado la pena e hizo lo que dije.
-buen chico, ahora tomalo y lamelo -él tomo él juguetito y lo llevó a su boca, empezandolo a lamer, yo mientras iba bajando una mano hasta llegar al cierre...
-ahora quiero que lo coloques en tu entrada -dejo de lamerlo y lo fue acercando a su entrada, este juguete tiene él tamaño perfecto, así que no me preocupa que le quite la virginidad.
No tuve que darle ninguna orden, por que él ya estaba introduciendo él artefacto de una manera algo lenta, mientras podía escuchar leves jadeos por su parte, yo me desabroche él pantalón y me baje él bóxer, comenzando con unos sutiles movimientos, al verlo con él juguete ya totalmente en su interior, miro la aplicación y le doy al nivel tres, al instante empiezo a oír gemidos muchos más fuertes que los anteriores.
-vamos Ozito, haz lo mismo que hacías conmigo...-él asintió entre gemidos y puso una mano en su polla, dando movimientos rápidos, haciendo que sus gemidos se escucharan por toda la habitación.
Aumenté también mis movimientos, y puse él nivel a seis, ya no tenia control de sus gemidos, una mano iba recorriendo todo su pecho, mientras la otra aún se dedicaba a dar sus rápidos movimientos, yo aumenté los mios y de un solo movimiento lo puse a nivel diez.
-D-Daddy!...-grito en un gemido mientras todo su cuerpo se erizaba, y al instante se vino manchando su bella falda, pero ahí no baje él nivel, aún faltaba yo...
Después de unos minutos ya me había venido, así que apagué él juguete y deje mi celular en una mesita, cogí un poco de papel y me limpie, me volví a colocar él bóxer y él jean, y me acerque a donde mi Ozito, su respiración era muy agitada, su cara estaba sonrojada y sus ojitos estaban medio abiertos, yo lo limpié y le quite esa lencería, saque una pijama de oso de mi armario, y se la puse.
Me quite toda mi ropa hasta quedar en bóxer, y me acosté junto a mi Ozito en la cama, y como era de esperarse se quedo profundamente dormido sobre mi pecho, yo me dedique a sobar un poco su cintura y espalda, mientras escuchaba su suave y ahora calmada respiración, enserio me había encariñado mucho con él, como reaccionara a lo que le diré?...
-Daddy...-sentía un peso sobre mi abdomen, y después empecé a sentir como dejaban pequeños besos sobre mi cara -Daddy despierta...-abri un poco mis ojos y me encontré con esas perlas verdes, asiendo me imposible no sonreír.
-buenos días Ozito...-dije mientras me sentaba en la cama, y le dejaba un besito en la frente.
-Daddy te hice él desayuno -dijo con una pequeña sonrisa
-y donde esta? -pregunte mirando la mesa vacía
-se quemó...y te acuerdas la cuchara de madera que tenías?...también se quemó...pero no te preocupes Daddy, había un extintor, y si vez una mancha negra en la pared eso ya estaba ahí -dijo un poco nervioso, en vez de enojarme, me empecé a reír y sacudí un poco su cabello para que supiera que no estaba enojado.
~hay que decirle, es ahora o nunca!...
Suspire un poco nervioso, no se como se lo vaya a tomar, y odiaba decirle eso, sabia que si le decía esa hermosa sonrisa se desvanecería y sus bellos ojos se llenarían de lágrimas, eso era lo que menos quería, pero tenía que hacerlo.
-Ozito...-al instante me miro atento -te tengo que decir algo importante...
-que pasa Daddy?, hice algo mal?, enserio perdón si hice algo...-dijo un poco triste yo al instante negué con mi cabeza
-no es eso, verás me tengo que ir, tengo un contrato fuera del país, me tendré que ir cuatro meses, y no te puedo llevar conmigo -y como lo sospeche sus ojos se llenaron de lágrimas
-no te vayas Daddy, por favor, cancela eso y quedate, por favor Daddy -decía mientras varias lágrimas caían por sus mejillas
-no puedo, si lo hago perdería millones...-dije mientras limpiaba sus lágrimas, pero no paraban cada vez caían más y más.
-a ti solo te importa él dinero, pensé que no me ibas a abandonar -se separó de mi, y aún con muchas lágrimas corriendo por sus húmedas mejillas salió corriendo asía su habitación...
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Te Enseñaré {Daddy Kink} Rubegetta
FanfictionRubius, como le suele llamar sus amigos, es un chico que vive solo por la cuidad, y que siempre lleva a su lado un peluche de osito, este chico de tan solo 16 años es encontrado por un hombre, que estresado por su trabajo decide conseguir a un Baby...