Yo te Amaré (Rin x Len)

17

Lunes.

Len y Akaito se miraban, el pelirrojo prácticamente descuartizaba con la mirada al encapuchado. Len miraba con indiferencia al mayor, sabía que algo así pasaría en cuanto se vieran. Ya era lunes, el fin de semana había terminado, Neru y Len habían logrado terminar la tarea, pero eso no era lo importante ahora, lo que importaba era la furia con la que Akaito miraba a Len.

El de rojo se sentía humillado, no sólo por recibir esa maldita fotografía, sino porque a vista de Akaito, Len le había "ganado" y "robado la chica". Era increíble, Len sin siquiera molestarse hacía enojar a Akaito, pero cuando buscaba hacerlo enojar de verdad, lograba llevarlo a un estado parecido a la histeria.

—¿No vas a decir nada? —preguntó Akaito enfurecido.

—¿Qué quieres que te diga?

—No te hagas el tonto.

—Nunca lo hago, ¿ocurre algo?

—¿Te crees lo mejor? Déjame decirte que Neru es una perra cualquiera, se enrolla con cualquiera...

—Con cualquiera menos contigo —interrumpió Neru.

Los dientes de Akaito se apretaron para luego voltear bruscamente hacia atrás, no sabía que Neru había llegado. Len no dijo nada, simplemente apretó los labios para evitar reírse, Dios, nunca había querido reírse tanto.

—¡Tú...!

—Len, ¿vienes? Las chicas y yo te estamos esperando.

Humillante, ser humillado de esa forma por el blondo era horrible, era como si volviera a ser un jodido niño.

Len ni siquiera pudo responder, ya que la chica no lo dejó, ella lo tomó del brazo y lo obligó a recoger sus cosas para luego irse con ella. Al momento en que se alejaron un poco del aula, ambos se miraron, para acto seguido estallar en risas.

—¡Está super ardido!

—¡Lo sé!

Reían, reían como un par de idiotas, ahora que lo pensaba, era una de las pocas veces que Len se reía de esa forma dentro de la escuela, generalmente lo hacía cuando estaban él y Kaito o él y Rin, pero siempre siendo en su lugar secreto. Se calmó, ahora pensaba las cosas con mayor claridad.

—Hey, no deberíamos estar habl...

—¿Sigues con eso? Ya te lo dije, déjame ser, hablaré contigo todo lo que quiera hablar, rubito. Ahora vamos, les dije a las chicas que te llevaría a la cafetería.

—¿Qué cosa?

—Estaba hablando con ellas, les dije que nos acompañarías a...

—No —interrumpió Len.

—¿Qué? Vamos, no seas...

—No puedo dejar que empiecen a molestar a Rin, yo...

—¡No le pasara nada! Como me dijiste que Kaito es tu mejor amigo, hablé con él y le pedí que la cuidara en el caso de que alguien quisiera molestarla.

—Pero...

—Él aceptó, deja de comerte la cabeza. El príncipe azul mantendrá bajo su ala a Rin, nada le pasará.

Len no estaba seguro de eso, pero hablaban de Kaito, si alguien podía mantener a su Rin... a Rin segura era el atleta de cabello azul. Un poco más tranquilo, Len dejó escapar un aire, para luego empezar a caminar por los pasillos junto a Neru. Hacía ya un tiempo que Len no iba a la cafetería, tal vez uno o dos años.

Al entrar al lugar, no fue como si todas las miradas cayeran sobre él, era un chico más en el lugar, pero aun así no podía evitar sentirse un poco intranquilo. Neru lo jaló una vez dentro, llevándolo a una mesa en la que estaban dos chicas que no conocía y Rin.