××Cap IX××

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Desconcertado los ojos del peliverde se abriendo de par en par, incrédulo por lo que había oído retrocedió un par de pasos y tras asimilar lo que escuchó un rubor atacó su rostro haciendo que este se tornara cual tomate, nervioso desvió la mirada mordiendo su labio inferior, no sabía que decir, las palabras habían escapado de su boca, haciendo que pequeños balbuceos salieran, una sonrisa tímida que fue cubierta por sus manos, no sabía cómo sentirse, qué decir, ¿correspondía los sentimientos?, ¿qué es lo que realmente sentía por el rubio? Millones de preguntas le nublaron los sentidos, sin embargo en una brecha recordó lo que había sucedido con el bicolor, regresandolo a la realidad, descubrió su rostro y con vergüenza miró a quien le observaba expectante de una respuesta —Kacchan yo... N-no sé qué decir, pero... No me lo dices en un buen momento...— suaves risillas bailaron en el ambiente, rascando su nuca con una ligera sonrisa —Verás iba a hablar con el director y es algo urgente...—

El rubio formó una sutil mueca "no es necesario que me correspondas" aquella frase se quedó en su boca escuchando atento lo demás, entonces su curiosidad despertó y esperando no incomodar al contrario cuestionó —¿Sobre qué? ¿Quieres que te acompañe?—

—Todoroki me dijo algo que me dejó bastante inquieto y quiero aclarar las cosas con el director— comentó fijando su vista en un punto muerto la inquietud había regresado a él —Si... Me gustaría que me acompañaras.—

De inmediato el entrecejo del rubio se frunció al oír el nombre, era consciente de que todo este tiempo se la había pasado con el bicolor y de solo recordarlo le hervía la sangre, sin embargo calmó sus expresiones y asintió cediendole el paso al más bajo caminando a su lado en silencio, no quería tocar el tema de su confesión, aunque no negaba que ahora mismo se hallaba un poco nervioso. Tras caminar en un silencio lejos de ser incómodo por fin llegaron a la dirección, el ojiverde tomó aire y sus falanges golpearon suavemente la puerta, segundos después la autorización fue dada y ambos ingresaron, el director alzó la mirada observando al par, una pequeña sonrisa apareció en sus labios y un sutil suspiro de alivio escapó, se levantó de su lugar y caminó hacia ellos.

—Me alegra verlos juntos de nuevo... ¿En qué puedo ayudarles?— cuestionó ofreciéndoles asiento.

—Gracias— dijeron ambos al unísono tomando asiento uno a lado del otro, el rubio sólo Sonrió ante el comentario del mayor también se alegraba de haber hecho las pases con Izuku, fue así que el silencio se vio interrumpido cuando la voz del ojiverde inundó la oficina.

—Verá... Hay algo que quiero saber y le suplico me responda todo con la verdad— tratando de sonar lo más serio posible, pero el jugueteo de sus dedos le delataba, estaba muy intrigado por saber su pasado, si todo aquello que él sabía había sido una mentira, pero sobre todo el por qué; cuando el director asintió con preocupación decidió proseguir con sus palabras —Todoroki me dijo algo que me dejó inquieto... Es sobre mi pasado, ¿que hay con ello? Él me dijo que usted me diría todo, así que por favor, explique a qué se refería con eso— con más firmeza miró al contrario quien ahora mismo presentaba una expresión totalmente sorprendida, sus ojos abiertos de par en par y una ligera mueca, para acto seguido dar media vuelta y encaminarse a su escritorio.

—Supongo que ya llegó el momento de decirte todo...— comentó en voz baja, sacando de su cajón un abrecartas, con el objeto en manos volvió a su anterior sitio y en silencio pidió la mano del peliverde, dubitativo el contrario le extendió su mano, acto seguido realizó un pequeño corte en la palma de su mano.

—¿¡Que carajo hace!?— intervino el rubio con molestia, aquel acto no había sido de su agrado, sin embargo al fijarse en la palma del peliverde su cuerpo se paralizó y un escalofrío le recorrió el cuerpo, ¿qué es lo que estaba viendo?. De la mano del ojiverde yacía apenas una delgada línea roja, la cual con lentitud se iba achicando, ambos menores se hallaban un tanto aterrados; el mayor de igual forma realizó un corte en su mano y le mostró a ambos chicos, esta herida como cualquier otra solo sangraba pero nada semejante a lo que había ocurrido con el peliverde.

—¿Saben que raza puede cicatrizar así de rápido?... Los vampiros y los lobos, ¿no?— cuestionó yendo por un pañuelo y colocándolo en su mano —Izuku, tú no eres un humano, eres un purasangre, como Todoroki... Hace tiempo antes de que los vampiros y lobos salieran por completo a la luz, los humanos desconocían por completo la existencia de estas razas, pero las mismas estaban muy al tanto de los demás, en ese tiempo a los vampiros o lobos que se les viera en contacto con algún humano era de inmediato ejecutado por poner en riesgo a la raza, sin embargo había un gran debate, pues por unos lado habían muchos que querían convivir con ellos pero otros se oponían, desafortunadamente éstos eran de mayor poder, tú familia era de poder y lideraba el grupo que optaba por convivir, pero eran más del otro bando... Y fueron terminando poco a poco con la raza que insistía en ello, reduciendo el número hasta sólo quedar tu familia, quien con determinación seguía pensando lo mismo. Pero, como dije tu familia era de poder y acabar con ellos traería un desequilibrio, sin embargo sabían perfectamente que tu madre estaba embarazada, así que esperaron pacientes a que crecieras, no matarían a la familia pero sí les quitarían algo importante para ellos. Fue así que mandaron a Todoroki a hacer el trabajo sucio, en ese entonces él estaba a prueba para ser completamente aceptado en la familia pues hubo un tiempo en que él también pensaba que se debería convivir con humanos, sin embargo falló en su misión y te salvó de aquel hombre lobo, las razones no lo sé pero eso le costó la vida a tu familia y a él lo exiliaron, pero se encargó de suprimir tu sangre, volviendote un humano superficial, borrando tus recuerdos y tus instintos lo más que pudo, la misión de asesinarte sigue en pie pero se la encomendaron a otra persona, es por eso que cuando ingresaste a la academia él pidió ingresar también, pues te ha estado cuidando todo este tiempo, cuidando que tus instintos no salgan a la luz, pues hay alguien que sigue buscando tu rastro...— miró por una pequeña fracción el rostro de los jóvenes, era lo que imaginaba un rostro incrédulo con el ceño fruncido buscando alguna explicación a lo que acababan de oír, suspiró y volvió a hablar —Sé que es difícil de asimilar, pero si él te lo comentó es porque algo está por ocurrir, así que no quiero presionarte pero necesito que asimiles esto rápido, hablaré con él en un rato para saber si ha averiguado algo...—

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Hola criaturitas ;;

Hace mucho que no l@s veo, se me pasó volando el tiempo y creí que tenía aún días para finalizar el capítulo pero recién me di cuneta que ya era 11 jajajaja, perdónenme ;; quería comunicarles que las actualizaciones ya serán cada dos meses debido a que recién ingresé a la escuela y pues si tengo los días un tanto atiborrados de tareas :(( espero comprendan y pronto comenzar a acoplarme para regresar a las actualizaciones de cada mes. Sin más que agregar me despido, espero hayan disfrutado del capítulo.

L@s quiero.~

Bye.~

××Sam××

××Rojo carmesí××Donde viven las historias. Descúbrelo ahora