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YYY
Capítulo 5. Cambios agobiantes
Bakugo Katsuki llevaba toda la vida creyendo que tener una hermana menor era una jodida molestia. Sobre todo con la impetuosa personalidad de ella, esa manía de golpearlo cada que ella lo consideraba pertinente o cuando hacia llorar a la chillona Deku (lo que sucedía a menudo) pero de un tiempo para acá desde que ella tenía 13 comenzó a notar unos cambios que seguramente todos los demás perdedores comenzaron a percibir también. Lo que tenía muy irritado. Pues su figura comenzó a dejar de verse tan aniñada para verse más estilizada. Se notaba que al igual que su progenitora, Blasty en un futuro no muy lejano, sería una chica de curvas prominentes; Además de que la belleza que siempre gozó pero era opacada por su personalidad, ahora era más resaltante. Lo que era llamativo para la bola de lerdos con los que se juntaba; “Cuñado”, era el apodo que a veces tanto Sero y Kaminari se atrevían a decirle, quienes junto con Kirishima y Mina Ashido; habían pasado a ser el autoproclamado Bakuscuad. Pese a la renuencia de todos, ellos eventualmente se ganaron un lugar especial para Katsuki, sobre todo cuando lo ayudaban a cuidar de su hermana y de Deku cuando él no podía. Aun si los valoraba, cada que le llamaban con ese apodo de mierda se conseguían era un gruñido e insulto, amenazas o golpes. Otra cosa más, también era que ella se comportaba extraña con Kirishima, quien para interés de todos estaba muy unido con Ashido. Parecía que era con ella con quien se conocía de años y no con Blasty, quien parecía destruida cada vez más con esa cercanía que realmente la estaba consumiendo viva. Ella comenzó a sentirse lejana a Kirishima, demasiado.
Al mismo tiempo, Deku también comenzaba a ser más llamativa para los demás, cuando eran pequeños; ella siempre fue popular por ser bonita y amable, solía agradarle a las personas. Ella no sería una belleza con curvas marcadas como su hermana, pero sería de esas mujeres con el suficiente cuerpo para lucir bellísimas sin exagerar. Ahora, los estúpidos extras se creían con el derecho de llevarle flores, chocolates o mierdas del estilo. Lo que, como de costumbre terminaba con ellos heridos por el posesivo Bakugo quien no permitiría que nadie se acercase a esa pecosa, tendrían que pasar sobre su cadáver para quitarlo de ese lugar privilegiado que tenía. Él con solo ir a buscarlas a la escuela se ganaba una sonrisa rodeada de pecas, sonrojos bonitos y ricitos verdes diciéndole “Hola Kacchan”. Hasta que ella le dijese que no lo quería cerca, entonces ese día se iría a la real mierda pero por mientras ella lo recibiera de esa manera, él seguiría impidiéndole el avance a cualquier estúpido que estorbase.
A Deku le hacía infinitivamente feliz ver a Kacchan ahí, viéndose muy guapo y mayor que todos los demás, esperándolas a la salida. Era de los mejores momentos de su día, le latía desbocado el corazón. No se le habían declarado todavía, pero esperaba que no pasase de llevarle flores o algo similar, pues ella estaba enamorada de Kacchan y tendría que rechazar a la persona en cuestión, le tenía miedo a lastimar a alguien, no le gustaba en lo más mínimo; Blasty le dijo que era peor aceptar a alguien cuando no lo querías y si era sincera, seguramente no se enojarían con ella por rechazarlos. Sin mencionar que ella de un tiempo para acá, sabia de que tanto Kirishima como Katsuki comenzaron a hacer ejercicio por lo que era normal que el físico del primogénito de los Bakugo estuviera cada vez más varonil y musculoso, pero lo que la tenía preocupada además de que se alteraba notando estos cambios y disfrutándolos, era que su adorado Katsuki con lo guapo que era, pues fuese popular y ella ya no estaba en la misma escuela que él como para saberlo. Tal vez, incluso ya tenía a alguien que le gustaba. Sin ser consciente de esto, se le quedó mirando fijamente, lo que sin duda no paso desapercibido por el mayor.
─Mas te vale decirme porque mierda llevas tanto tiempo viéndome o me molestare, Deku.
Su ahora grave voz la sacó de sus ensoñaciones, se puso totalmente colorada y apartó la mirada. Su faceta tímida comenzó a relucir de nuevo.─N-no es…
─ Dime ¿o acaso yo no soy tan confiable como esta irritante mocosa que tengo por hermana menor? Como para que no me quieras contar nada…antes lo hacías…
Ante el insulto Karako golpeó ligeramente a su hermano de verdad no iba metiéndose mucho para darles un poco de privacidad pero cuando su mejor amiga la miró en busca de apoyo, se limitó a mandarle una mirada cargada de “Hazlo, pregúntale”
─ ¡N-no es eso!...S-solo…m-me preguntaba…si bueno…Kacchan… ti-tiene muchas chicas… que piensen que es…l-lindo…o….le gusta…a-alguien…
Ambos Bakugo se le quedaron observando el mayor un tanto sorprendido y la menor divertida porque su amiguita comenzaba a ser tan obvia.
─ Las mocosas son irritantes.
Fue toda la respuesta del mayor, que ciertamente casi le rompió el corazón a Izumi. Karako lo notó y por eso golpeó a su hermano mayor con su mochila en la cabeza.─ Idiota insensible
─ ¡Ven aquí mocosa malcriada!
Fue lo que gritó Katsuki cuando miró a su hermana salir corriendo adentro del parque, huyendo de él o lo que quisiera hacerle por atreverse a golpearlo. Cuando de repente su hermana menor dejó de tener su sonrisa de suficiencia y ahora lucia devastada, Katsuki estaba más lejos pero ella se detuvo en su totalidad; su expresión era tal que hasta Izumi salió corriendo para ver que le pasaba, Karako aparte de shockeada parecía a punto de llorar. Cuando ambos llegaron –primero Bakugo antes que Midoriya- se quedaron helados al mirar a donde lo hacia Karako.
Kirishima estaba en el medio del parque sentado en una banca, con un helado a medio comer en las manos, besándose con una chica de su edad de cabello corto y rosa, de piel nívea; ella era Ashido Mina. Lo último que Katsuki recordaba fue haber tenido que cargar a su hermanita menor porque se derrumbó entre los brazos de Izumi.
YYY
¿Qué tal si Karako está destruida? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 6. Preocupación y golpes.
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La guerrera escarlata defensora de la princesa pecosa (Katsudeku)
RomanceBakugo Katsuki tenía 8 años cuando conoció a la mejor amiga de su hermanita Karako; Midoriya Izumi, ambas de 6 años en la fiesta de cumpleaños de la "guerrera escarlata". Desde el primer momento en que la vio ahí, con su vestidito de princesa verde...