Sonic The Hedgehog (Sonic 2006): Capítulo 5

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—Chicos, son demasiado lentos. Miren. —mostró ante el cuarteto la esmeralda verde.

—¡Una Chaos Emerald! ¡Ya han encontrado una!

—Bueno... Aunque no lo parezca, soy una verdadera cazatesoros. No como un equidna que yo conozco.

—¡¿Qué?! —encaró furioso a la murciélago pero le dio la espalda indignado.

—¿Han descubierto algo?

—Sí, recibí una señal que me indicaba la presencia de una Chaos Emerald pero...

—¿Quieres decir que hay que pasar por ahí? —dijo refiriéndose a la gigantesca zona de roca caliente y lava.

—¡Sí no te gusta, puedes quedarte aquí!

—No tenemos tiempo para escuchar sus discusiones de pareja, hay que ir a por esa Chaos Emerald antes de que algo o alguien más lo haga.

—La dame de Soleanna tiene razón, andando. —habló Shadow dándole la razón.

—No llegues tarde.

—Lo mismo digo yo.

Sin más cháchara, ambos grupos se encaminaron al sitio donde debería estar la esmeralda del caos.

Habían llegado al, lo más probable, final de la zona donde claramente se podía observar a la esmeralda celeste flotar muy alto en medio del terreno, Rouge se acercó volando para tomarla

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Habían llegado al, lo más probable, final de la zona donde claramente se podía observar a la esmeralda celeste flotar muy alto en medio del terreno, Rouge se acercó volando para tomarla.

—¡He encontrado una Chaos Emerald!

—¡No la toques!

La advertencia del de betas rojas no evitó que la esmeralda fuera envuelta por una de esas criaturas de fuego, obviamente la murciélago se alejó rápidamente al enterarse de lo ocurrido.

—¿Qué? ¿Qué es eso?

—Sea lo que sea hay que acabar con esa cosa.

Aquella criatura, que en parte era algo diferente a las otras, se quedó en la lava observando a su objetivo y preparándose para atacar. Habían plataformas de roca sobre la lava ardiente por lo que había una forma de poder acercarse pero no mucho por desgracia.

—Está demasiado lejos para atacar, ¿habrá alguna manera de atraerlo hacia nosotros?

—Tal vez al hacer brillar aquellas rocas púrpura.

—Pero están demasiado lejos, ¿cómo podríamos llegar hasta allá?

Como si fuera alguna clase de "plegaria" o algo parecido, estalactitas cayeron a la lava y se quedaron como una plataforma que afortunadamente no se hundía al estar encima. Así fue como pudieron llegar de poco en poco hasta las rocas púrpura pero tenían que tener cuidado de que no les cayera encima aquellas rocas envueltas en lava que lanzaba aquel ser.

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