Mi Sangre Sucia ||Draco y tú|| 《T3》

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐: 𝐅𝐢𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐯𝐚𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬

—Me siento demasiado observada —le comenté a Ginny mientras caminaba junto a ella empujando de mi carrito con mis cosas por la estación de King Cross.

Ya era primero de Septiembre lo que quería decir vuelta a Hogwarts finalmente y final de las vacaciones.

—¿Podrá ser tal vez por tu cabello? —preguntó la pequeña Weasley con sarcasmo sacándome una pequeña risa.

—O tal vez porque soy demasiado atractiva —alardee.

—¿Ego? ¿dónde? —preguntó mi hermana con sarcasmo apareciendo junto a mi también empujando su carrito.

—Oh calla Granger —la reprendí rodando los ojos con una sonrisa.

—Tu también eres Granger _____* —se burló Ginny.

—Shh Weasley —la mandé a callar con burla.

—Ya presten atención chicas —nos reprendió Molly—. Harry irás con los aurores, Ron y Hermione con Arthur y _____* y Ginny irán conmigo, ¿todos entendieron? —preguntó la Señora Weasley recibiendo una respuesta afirmativa de nuestra parte.

Cruzamos la barrera entre el andén 9 y 10 y aparecimos en el mágico andén donde el tren escarlata nos esperaba para volver a llevarnos a un año más en Hogwarts y para los de primero a su primer año en esa maravillosa escuela.

Fui la primera en alejarme para ir a dejar mi baúl en un compartimiento vacío y así bajar nuevamente para despedirme de los Weasley.

—Mil gracias por todo de verdad señora Weasley —agradecí con una sonrisa ya saludándola a ella por último.

—No es molestia querida, están invitadas tu y tu hermana a pasar navidad en casa si es que quieren —dijo poniendo sus manos en mis hombros cariñosamente.

—Muchas gracias, señora Weasley.

—Que tengan lindo año, y no se metan en más problemas —me advirtió para luego darme un abrazo maternal y dejarme ir.

Avisándole a los chicos que ya subiría al tren me alejé para caminar hacia la locomotora, pero a mitad de camino una mano con una manicura perfecta se posó en mi hombro deteniéndome.

—Disculpa, ¿eres ________ Granger? —preguntó la propietaria de esa mano.

Me voltee encontrándome con una mujer de largo cabello negro con dos mechones rubios, su piel era muy pálida y tenía unas agudas facciones, en seguida me di cuenta de quién era.

Era Narcissa Malfoy, mi suegra, la pude reconocer fácilmente ya que la había visto en el periódico además de que Draco tenía una foto con ella en su escritorio. Tragué saliva.

—La misma —afirmé rascando mi nariz, estaba nerviosa.

—Soy Narcissa Malfoy, la madre de Draco —se presentó y me tendió su mano la cual tomé temblorosa—. Draco habla mucho de ti.

—¿Ah si? —pregunté con mi voz temblando un poco a causa del nerviosismo.

—Sí, pero debo de admitir que me costó reconocerte, en la foto que Draco me mostró tenías el pelo castaño, aunque al final lo conseguí exitosamente —dijo la mujer con una sonrisa amable.

—Disculpe señora Malfoy, de verdad no quiero sonar mal educada pero ¿por qué quiso hablar conmigo? —pregunté con el mayor respeto que pude reunir.

Narcissa rió un poco.

—Puedes decirme Narcissa, _______. Y decidí hablarte porque tanto el verano anterior como éste he visto a Draco mucho más feliz que de costumbre, cuando me dijo que pasaría las navidades con su novia y que no volvería a casa quise saber quién era esa dichosa novia de la que tanto me hablaba. Siendo verdaderamente honesta no me agradó cuando me habló de ti, pero luego recapacitando y pensando mejor las cosas me di cuenta de que lo hacías feliz por lo que quise conocerte. Aunque supongo que has visto los periódicos por lo que sabrás que tuvimos un verano bastante agitado. —Sonrió tristemente.