M E A T R A E S ( Finn Wolfhard y Tú)

Capítulo 32

— Los amigos se apoyan —

Después de salir llamé a los chicos para saber en dónde estaban. Estos se encontraban en un restaurante pasando el tiempo y para desayunar. Debo decir que me sentía ansioso, ya los extrañaba, además de que se puede decir qur volveré a ver a Cooper. Tengo mil y un ideas de cosas que puedo hacer en el momento que esté frente a ella. Demasiados escenarios cliché en los que me gustaría estar juntos. Llegando al dichoso restaurante todos, excepto Sophia, hicieron alboroto para poder identificarlos. Me acerqué y los saludé a cada uno. Entré en un ambiente cómodo, de tranquilidad. Hay tanto que contarles y tanto que planear.

— ¿Cómo estás? ¿Dónde está Millie? — cuestiona la pelirroja. Enseguida puedo sentir cómo mi rostro se cambia por completo —.

— ¿Todo en orden? — habla Wyatt preocupado. Suspiro —.

— Ella ya no va ayudarnos — aclaro —. Sólo me utilizó — me quejo —. No quiero hablar eso — asienten —.

— Bueno, ¿sabes dónde se encuentra Cooper? — inquiere Jack —.

— Aidan vino esta mañana. Me dijo que estaba con su familia y un tal Lucas — contesto —.

— ¡¿Lucas qué?! — dice exaltada Sophia —.

— Lucas Jade Zumman — responde Chosen —.

— ¡Oh-por-Dios! ¡¿Hablas enserio?! — no entendía su comportamiento de fanática loca. Siento que ni siquiera lo conoce o por lo menos lo identifica. No es para tanto hacer tanto alboroto por ese tipo —.

— Si Sophia. Ese no es el punto. Los vuelos se atrasaron, están disponibles hasta la próxima semana. Temo a que las cosas no sucedan — mascullo —.

— ¿Aidan ofreció ayuda? — dice Lillis. Me doy un golpe en la frente. Soy idiota y saben por qué —.

— La rechace — todos se quejan —.

— Debemos hacer algo. Alguno de nosotros puede contar con un jet privado, ¿no? — interviene Jaeden —.

— Yo no cuento con eso, Jae — reclama Wyatt —.

— ¿Qué dice tu hermano? — Sophia —.

— No quiero que lo sepa. Él no debe entrometerse en esto —.

— ¿Cuánto dinero tienes? — Chosen —.

— Estoy en las ruinas. Millie derrocha dinero como si no hubiese un mañana —.

— Mi papá cuenta con un amigo que sabe pilotar. Quizá sirva de algo y pueda llevarte al lugar donde está ______ — recomienda Lillis —.

— Las cosas que necesito no van a caber. Todo tiene que ser perfecto — todos suspiran desviando sus miradas —.

— Finn lo que más importa es el detalle. No necesariamente debes de armar un circo para recuperarla. Eres ingenioso, sé humilde y demuestra le que sigues amándola — sugiere Jack —.

— ¿Cómo? —.

— Empieza con llamarla — asiento. Tomo mi celular, lo enciendo, voy a contactos. Encuentro su número y marco —.

.::: En la llamada :::.

— ¿Quién habla? — su voz era ronca. Juraría que me contestó un chico —.

— ¿Se encuentra Cooper? — carraspea. Observo a los chicos por un instante —.

— No sé quién eres. ¿Puedes decirme tu nombre? — suelto un respiro —.

— Soy Finn, necesito hablar con ella. ¿Quién eres? — la paciencia se me acabó en cuestión de segundos —.

— Soy su amigo. Ella no necesita nada de tí. Me tiene a mí y yo la hago feliz. Hasta nunca, no la busques nunca más — dice furioso para después colgar —.

.::: Fin de la llamada :::.

Apago mi celular.

— ¿Qué te dijo? — Jaeden —.

— Respondió ese hijo de... — estoy molesto —. ¿Por qué nada resulta como quiero? — la frustración no tarda en presentarse —.

— Finn sé paciente. Todo saldrá bien — consuela Sophia —.

— ¡No! — grito —. ¡Siempre que voy a hacer las cosas bien todo termina saliendo mal! ¡Aparece un pretendiente nuevo o alguien se interpone en mi camino! — suspiro —. Buscaré una forma de llegar hasta allá, ya sea que tenga que cruzar por tierra o mar — me levanto. Apenas me alejo y pronuncian al unísono mi nombre. Giro para verlos —.

— Finn aunque no podamos ayudarte te apoyamos. Ya sea cualquier decisión que tomes — dice Chosen. Asiento y camino para salir del restaurante —.

Me monto en mi auto. Antes que todo, iré a mi casa, idearé un plan y el resto lo haré por mi cuenta.

« Todo lo hago por ti. Por que te amo »