11- Lo mejor y lo peor

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ATENCIÓN!! ESTE CAP TIENE CONTENIDO SEXUAL (espero que no se note que había estado leyendo yaoi...)

Al mirarle a los ojos sabía que era lo que estaba pensando, así que sin esperar ni un segundo más, lo cogí de la mano y lo llevé a su habitación. Abrí la puerta y exclamé:

-¡Vaya!

Su habitación estaba repleta de pósters de los jugadores del legendario Inazuma Japón, bueno, solo había un enorme póster de todos y luego había algunos más pequeños con Mao Black en el centro y algunos otros jugadores.

-¡Vaya! -repetí aún impresionada.

-Ella es la que me enseñó a jugar al fútbol -me explicó- Qué casualidad que te llames igual, ¿no?

-Si... -dije en voz baja- ¿Y esto?

Cogí un balón algo viejo con el nombre de Mao Black y sonreí al instante.

-Ella me lo dio antes del último partido -dijo sonriendo al recordar- también me dijo que marcaría un gol para mí y mi hermano.

Entonces le abracé en un acto instintivo. Él me devolvió el abrazo y estuvimos así durante algunos segundos.

-Creo que nos hemos desviado del tema... -le dije en cuanto nos separamos.

Él asintió ruborizándose un poco al recordar lo que habíamos venido a hacer en su habitación.

-¿En qué cama? -le pregunté, ya que había dos.

-En la mía, esa era la de mi hermano.

-De acuerdo -dije cogiéndolo por la cintura y empezando a besarle en el cuello.

Victor se mordía el labio y cerró los ojos.

-Victor, ¿tienes protección? -le pregunté sin parar de besarle el cuello.

Él solo negó con la cabeza empezando a inquietarse por no tener protección.

-Suerte que yo si tengo -le tranquilicé.

Le quité la camiseta y pude ver otra vez sus abdominales marcados.

Empecé a besarle en los labios mientras con mis manos recorría cada centímetro de su torso desnudo, hasta llegar adonde estaban sus pantalones. Se los desabroché y se los bajé y los dejé caer.

-¿Estas seguro de querer hacerlo? -le pregunté por última vez- No haré nada que tu no quieras.

-Quítame los calzoncillos -me ordenó en voz baja.

Él cerró los ojos, pero yo no dejé de mirarle a la cara. Se los empecé a bajar lentamente, hasta que su miembro estuvo al descubierto.

Entonces lo empujé suavemente para que se sentara en la cama y así poder quitarle del todo el pantalón y los calzoncillos. También pude observar que su miembro estaba muy erecto.

Continué mi faena y me puse de rodillas, agarrando su parte más sensible y empezando a lamer con la lengua como si fuese un helado.

Me paré en seco al comprenderlo.

-Por esto te pusiste nervioso antes cuando comía tu helado, ¿no? -le pregunté.

Él asintió algo avergonzado por haber pensado eso en el parque.

Dejando eso de lado, continué lamiendo mientras que Victor soltaba algun que otro gemido de placer. Entonces metí su miembro en mi boca y sus gemidos fueron augmentando.

Lo saqué de mi boca y lo masturbé, entonces decidí coger un condón, pero Victor ya no pudo más. Se había corrido en su abdomen.

-Al final no hemos necesitado protección -le dije mientras le acariciaba -por así decirlo- su órgano viril y sacaba todo el líquido blanco entre numerosos jadeos.

Sobre todo, fútbol - Inazuma Eleven GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora