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1. Nuevo año, nuevo inicio

-[ Narrador omnipresente ]-

Keith tenía apoyada su cabeza en la ventanilla, mirando cómo pasaban por los campos previos al internado. No quería ni pisar ese lugar. Había gente tan horrible, y otra gente que no merecía estar allí. Él no sabía si lo merecía o no, solo que no aguantaba estar ahí. Pero solo faltaban dos años. Ese y el próximo. Y podría ir a vivir con sus abuelos, ¡y estar todo el año con sus amigos! No tardó en sonreír ante esa idea, de él viviendo en aquel poblado bastante alejado de las grandes monopolis, donde podía ander por la calle tranquilo e ir dónde quiera a cualquier hora.

Pero antes, esos dos años.

Dos años que presentía que serían insoportables, aunque los muchachos que lo molestaban seguro se recibirían ese mismo año, por lo tanto tal vez no la pasaría tan mal el año que viene, comparado con ese. Ese si que estaba jodido. Los chicos de último curso le harían la vida imposible.

Soltó un suspiro mientras escuchaba, como si fuese a lo lejos, a su padre hablar. No le interesaba. Las estruendosas guitarras que se sentían atraves de los auriculares era mil millones de veces mejor a escucharse el sermón típico de cada año de su padre antes de llegar al la instalación. Siempre decía lo mismo. Desde que tenía doce.

A veces Keith se preguntaba ¿qué clase de padre te deja en un internado? La mayoría de allí eran niños ricos, con padres con mucho dinero, que solían vivir hasta en otros países. El padre de Keith tenía el dinero para pagar el internado, pero aún así vivía en Inglaterra. Keith solía a llegar a la conclusión de que su padre realmente no le tenía mucho afecto.

Sin darse cuenta casi, Bert ya había estacionado el auto frente al predio. El joven Richards soltó un suspiro, y pensó en la canción de Abba.

Mamma mia, here we come again

Se bajó del automóvil a regañadientes. Sacó sus cosas del baúl del auto, y comenzó a caminar hacia la entrada. Sin despedirse de su padre. Aunque él tampoco le pidió que se despida.

Vio a todos los muchachos saludarse, algunos molestos por empezar un nuevo ciclo escolar, otros contentos de poderse ver con sus amigos.

Keith seguía caminando hacia la gran entrada de la institución, hasta que escuchó una voz. Una voz que le había atormentado casi todos los días desde había llegado allí. Cerró los ojos, junto aire en sus pulmones, y se resignó a seguir caminando. Pero cada vez se escuchaba más fuerte esa voz, y llegó el punto que el dueño de aquella molesta voz, se puso frente a Keith. Richards tragó saliva al verlo, y su mente le comenzó a jugar una mala pasada.

-Miren, ya llegó el rarito-Las palabras de Lennon no eran nada nuevas, siempre usaba los mismos apodos o insultos. Keith ya estaba acostumbrado, era casi normal, pero a veces John se pasaba y le hacía daño por demás- ¿Me estás escuchando, rata?-Por supuesto que escuchaba, mas intentaba ignorar todo lo que decía- A ver, idiota, te voy a quitar esto-Y le sacó los auriculares de un tirón, deprendioselos del mismo celular. El más joven de ambos llegó a tantearlo a su teléfono, para que no se caiga, pero sus auriculares ya estaban en manos de John- Ahora si me vas prestar atención, mocoso-Los ojitos de Keith, bastante tristes, miraron los de Lennon, pidiéndole que no le haga daño, no el primer día- ¿sabes? Este es mi último año...-Presumia el miope sin lentes, mientras inspeccionaba los auriculares blancos de Keith.

-Ya dijiste lo mismo el año pasado...-Susurró Richards, haciendo que los pequeños ojos de Lennon le mirasen molestos.

-No da ni puta gracia, Richards. Volviendo, al ser, este si, mi último año, me quiero divertir ¿sabes? Y tu me diviertes mucho, Keith. Más que nada cuando empiezas a tartamudear cosas estúpidas, como tú, vaya-Lennon tomó del cuello de la camisa que llevaba puesta Keith, con el logo de la institución, y lo acercó a sí mismo-. Así que este año, este maldito año, te va a ser posible, Richards ¿entendiste?

Under the Bridge ;; Glimmer TwinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora