Hinata.
— lo lamento mucho, Hinata-kun — la voz de Suga resonó una y otra vez en mi cabeza. Las lágrimas se escurrieron por mis mejillas antes de siquiera ser consiente.
— Suga-senpai...
— traté de convencerlos... traté de que me escucharan pero no pude lograrlo... — el peligris estaba inclinado en forma de disculpa, por lo cual solo podía ver su cabello, pero por su temblorosa voz pude reconocer la impotencia, la rabia y la decepción — ni siquiera Daichi me escuchó... Nishinoya-kun y yo intentamos pero... pero... lo lamento.
— no tienes que... — mi voz se quebró, por lo cual tuve que tomar algo de aire — no es tu culpa...
— te he decepcionado...
— nada de eso, por el contrario, gracias por intentarlo y defenderme, Suga-senpai...
— Hinata-kun — sus ojos brillaban amenzando con derramar lagrimas. Suspiré resignado.
Estabamos en el patio de la escuela, en un rincón apartado donde pudieramos tener privacidad. Unos minutos antes él me había pedido que lo siguiera hasta allí, con la mirada cabizbaja, supe de inmediato qué era lo que me diría y agradecí que fuese él y no otro quien me soltara esas duras palabras: "por votación se ha decidido que no puedes seguir formando parte del equipo"
Las palabras no sonaron tan duras viniendo de la siempre amable y compresiva voz de Sugawara. Su expresión de remordimiento me hizo saber que no era su culpa y que de yo haber estado en dicha reunión cladestina probablemente lo habría visto argumentar y rebatir a cada uno de los miembros del equipo, sin embargo, no me sorprendía que hubiera perdido la batalla contra un grupo entero de chicos obstinados.
— de todos modos era de esperarse. No quiero hacer sentir a nadie incomodo con mi presencia — me pegué a la pared y me deslicé por esta hasta quedar sentado, saqué mi lonchera y comencé a juguetear con los pulpos de salchicha preparados por mi madre horas antes, el peligris no tardó en imitar mi acción —Perdón por causarte tanto proble...
— ¡no te atrevas a disculparte! — mostró repentina determinación — ni se te ocurra mostrar arrepentimiento frente a mi. Yo estoy de tu lado, no creo que haya algo mal contigo. Te habría defendido sin importar qué, así que no te disculpes, para mi es un gusto defender esa posición y no lo dejaría de hacer. A demás... estoy orgulloso de ti... así que por favor, levata el mentón y enorgullecete de ti mismo.
— senpai... — una sonrisa dulce se plasmó en su rostro y no pude evitar imitarla aún con nuevas lágrimas corriendo por mis mejillas.
— eres un chico valiente, Hinata-kun. Y no dejes que este obstáculo termine por fastidiarte.
— admito que estoy algo... desanimado, no sé si sería la palabra.
— trataré de convencer a Daichi, si logro convencer a ese cabeza dura... seguro los demás también van a... ¡o podemos hablar con Takeda-sensei! El hará entrar en razón a los...
— ¡no! — negué con la cabeza — no... no quiero involucrar a más gente en esto, yo... no estoy listo para eso. A demás, no quiero hacer sentir incomodo a nadie, eso solo terminará incomodandome a mi... más de lo que que ya estoy — tiré de mi cabello con mis manos y comencé a patalear el aire frustrado — solo a mi se me ocurre salir del closet a media práctica, ¡Y para remate le robé un beso a Kageyama! Solo mira los líos en los que me meto.
— admito que fue gracioso — murmuró el peligris llevandose los palillos a la boca y riendo por lo bajo — Kageyama estaba en pánico, jamás lo vi tan confundido o tan sonrojado.
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N E K O M A
Fanfiction- Trataré de convencer a Daichi, si logro convencer a ese cabeza dura... seguro los demás también van a... ¡o podemos hablar con Takeda-sensei! El hará entrar en razón a los... - ¡no! - negué con la cabeza - no... no quiero involucrar a más gente en...