Cap 26-Despedida

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Narra Rubius

Me encontraba sobre mi cama, me dolía mucho él pecho y las lágrimas no paraban de salir, trataba de dejar de llorar pero no podía, y por cada intento me dolía aún más, no quería que se fuera, quiero que este conmigo...

~Tal vez es importante, tiene que ir, o si no perderá dinero y no podrá cuidarnos...

~puede que sea importante, y se que perdería mucho, pero no me importa, acaso él prefiere él trabajo antes que a mi?...

~es necesario ya verás como esto pasara rápido, y él vendrá...

~no quiero que se vaya, no quiero que me deje, no puedo estar sin él, él es mi felicidad...

-Ozito?...-logre escuchar fuera de mi habitación, rápidamente me seque las lágrimas y voltee a mirar a la puerta

-que pasa...-dije en un intento de que mi voz no se escuchara quebradiza

-estaré abajo desayunando quieres venir? -me quede callado, no quiero responderle si le respondo volvería a llorar y esta vez más fuerte -esta bien...

~baja, aprovecha lo que queda con él, te vas a arrepentir si no lo haces...

Quería hacerle caso a mi mente, quería bajar y estar con él, pero se que ese pensamiento de que se irá va a estar en mi cabeza todo este tiempo, va a hacer que yo me mantenga triste, no me va a dejar disfrutar este tiempo, pero si no lo hago me arrepentiré, me arrepentiré todo este tiempo por no estar a su lado...

-Ozito, ven te serví un poco de desayuno -dijo apenas me vio, yo alze un poco mi mirada y me encontré esos ojos.

No aguante más y empecé a llorar, corrí, corrí donde estaba él, y apenas llegue me deje caer en sus brazos, llore más que antes, no lo volvería a ver, no volvería a escuchar su voz o su risa, no volvería a oler su fragancia, no volvería a sentir sus abrazos o sus mimos, y eso me dolía, me quemaba, estaría solo.

-Ozito ya, mejor desayunemos...-dijo mientras me daba caricias sobre mi cabeza, pero solo pude negar mientras me aferraba más a su pecho.

-Ozito...-volvió a hablar, pero aunque lo intentara no podía hablar, sentía que si abría la boca lo que saldría serían lamentos

-esta bien...-sus fuertes brazos me sujetaron por la cintura y me alzaron, yo enrolle mis brazos en sus hombros y escondí mi cara en su cuello, empezando a aspirar su aroma.

Ambos nos sentamos en él sofá, yo aún no lo soltaba, si lo soltaba sentía que nunca más lo podría volver a abrazar, él se dedico a abrazarme mientras me acaraciaba por todo él cuerpo, aún me dolía y mucho, yo solo quiero que se quede, no pido nada más...

-Ozito no quieres desayunar? -pregunto después de unos minutos, yo solo negué, si desayunaba iba a perder tiempo -si no comes algo te puedes desmayar -volvió a hablar, pero esta vez no dije nada.

Intento alejarme, pero yo me aferre más a él, y sin querer empecé a llorar otra vez, me dolía estar lejos, no tuvo más opción que pararse conmigo y caminar al refrigerador, yo mientras me iba calmando, trataba de pensar en otras cosas pero no podía...

-tomate por lo menos esto...-dijo pasándome un jugo de naranja en caja, yo asentí un poco y lo tome.

Él cogió él desayuno y nos volvimos a sentar en él sofá, me tenía que separar de él para que pudiera comer, pero no quería, así que mejor recoste mi cabeza sobre su regazo, cogí él jugo y tome un poquito, me era difícil tomarlo, ni mi garganta ni mi cuerpo quería tomarlo, solo quería estar con él, así que no pude tomar más de la mitad, sentía un gran nudo en la garganta que no me dejaba pasar nada, ni me dejaba hablar...

Te Enseñaré {Daddy Kink} RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora