Mi doble, Media Naranja (Cancelada)

Capítulo 9: Reencuentro inesperado

-Luan, ¿qué significa esto?-

-Oh vaya, quien diría que esto sería un "reencuentro familiar", ¿entiendes?-

-Luan, deja de chistes sin gracia.-

-Reconosco que este no lo fue.-

-¿Por qué no me lo dijiste?-

-Porque sabía que te negarías, quería ayudarte a evitar que vinieras, pero también quería ayudarte a superar tu trauma.-

-¿Trauma? Luan esto no se trata del trauma, se trata del desprecio que me tiene. ¿Cómo puedo actuar en su presencia sin notar su indiferencia?-

-Tal vez al comienzo sea así, pero una vez que muestres que haz mejorado seguro cambiará de pensar?-

-Luan esta vez es diferente, no es ella la cumpleañera es una familiar. "Vaya, ahora entendí." Las presentaciones son completamente opuestas.-

-Está bien Lincoln, comprendo si deseas marcharte, puedes hacerlo si quieres.-

Lincoln comenzó a partir del lugar, odiaba la idea de volver a pasar por tal vergüenza. Caminó y caminó hasta que en la distancia ya casi no se notaba aquella casa. Se sentía aliviado por no tener que estar, pero decepcionado por fallarle y abandonar a su hermana.

-Perdoname Luan.-

Antes de llegar a casa decide pasar por el parque, ¿como llegar y decir que dejó sola a su hermana después de todo lo que se esforzaron? La decepción sería inmensa pues así no es él, ¿qué pensaría cada una de sus hermanas y sus padres? ¿Qué pensaría ella? Quería ser un buen ejemplo, pero lo que acababa de hacer no era uno. Se sienta en una banca, la misma banca en la que se sentó hace unos días con Liberty. Una banca bajo sombra con una agradable y tranquilizante brisa, sentía como esa agradable sensación acariciaba su piel, pero aún así no podía calmarse.

-¿Por qué dejo que me afecte? ¿En serio intervendrá en todo lo que Luan y yo nos hemos esforzado para este día? ¿Dejaré que intervenga?-

Apesar de estar en el ambiente perfecto para tranquilizarse sus pensamientos golpean su mente como una ola a la roca de la orilla de la playa. No había forma en la que su conciencia estuviera tranquila, necesitaba encontrar una solución rápido. Faltaba alrededor de cuarenta y cinco minutos para el comienzo de la presentación y sin saber que hacer Lincoln decide rendirse e ir a su casa, pero la vida es una caja de sorpresas impredecibles.

-Abuelo estaría decepcionado de verme hacer esto.-

-Tenía mis dudas de quien podría ser, pero el único con ese cabello eres tú, payaso.-

Lincoln se paralizó tras escuchar esa voz aterradora, tenía esperanzas que sólo fuera su imaginación, deseaba que fuera su imaginación, pero no era así. Al dar media vuelta ahí estaba ella, la persona que quería evitar justo frente sus ojos.

-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en mi casa antes de las cinco?-

-Maggie.-

-Vaya, pero si es la mimo del cumpleaños de mi hija. ¿Cómo has estado Luan?-

-Muy bien señora, lamento el retraso, tuve un desacuerdo con mi asistente y no puede asistir, jajajajajaja, ¿entiende?-