𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐅𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌

⟶ 𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆𝐚𝐥𝐥𝐚𝐠𝐡𝐞𝐫

╰───────────➤ Fɪᴇsᴛᴀ ᴅᴇ Vɪᴇʀɴᴇs.

Hoy era un día frío en New York, me preparaba para poder ir a la escuela. Al terminar bajé y me encontré con mi mamá preparando mi desayuno.

—Buen día cariño—me saludó y yo solo le sonreí a la vez que le regalaba un abrazo—Toma asiento, ya casi está listo.

—Gracias mamá—me senté en la barra y saqué mi teléfono, tenía el mensaje de Lauren mi mejor amiga.

Lauren ❣

-Hey Aidan, ¿A qué hora
pasarás por mi?

-En 30 minutos llegó.

-Me parece bien, te espero
aquí, te quiero bobo.❤

-Te quiero más, y no soy
bobo. 😑

Guardé mi teléfono y mi madre dejó enfrente de mi huevos estrellados acompañados de algo de fruta. Comencé a desayunar sin preocupación, al terminar dejé mi palto en el lavado y subí nuevamente a mi habitación, entré al bajo y lavé mis dientes, tomé mi mochila.

Salí de la casa y fui a mi coche, me monté en el comenzando a conducir a casa de Lauren. Al llevar toqué un par de veces el claxon y ella apareció.

—Buen día precioso—Sonrió y depositó un beso en mi mejilla.

—Buen día—le sonríe de vuelta.

—¿Y que esperamos?—me preguntó a lo cual lo miré confundida—¡Comienza a conducir o llegaremos tarde!

Asentí con la cabeza y volví a encender el coche, camino a la escuela todo fue silencioso, pero el silencio era cómodo.

Después de 5 minutos llegamos, estacione en el parqueadero, bajamos y caminamos a la escuela. En nuestro trayecto nos encontramos con Raymon nuestro amigo.

—Hola chicos—saludó mientras se ponía en medio de ambos y nos tomaba por los hombros. —¿Qué harán hoy por la tarde?

—Estudiaré para el examen del lunes—habló Lauren.

—Yo tengo que estudiar también—soltó un bufido y sabía que también rodaba los ojos—Pero no para el examen, tengo una audición para un nuevo papel el domingo.

—¡Ustedes son demasiado aburridos!

—¿Y tú que eras "señor divertido"? —Hizo comillas en la parte de señor divertido.

—Mas bien nosotros—nos soltó poniéndose frente a nosotros.

—¿A qué te refieres con nosotros?—ladeé mi cabeza.

—Me refiero a que iremos a la fiesta de Natti—al oír eso sentí mi respiración acelerar, ya que Natti me gustaba desde hace 1 año.

—Bueno, espero que se diviertan. No cuenten conmigo—hizo un símbolo de amor y paz, se iba a alejar pero la tomé de la muñeca impidiendo.

—Tienes que ir—dije mientras hacía un puchero.

—No, no lo haré.

—Vamos Lauren, hace mil años que no nos acompañas a una fiesta. Necesitas divertirte—me apoyo Raymon.

Ella solo se quedó pensativa un momento.

—Bien— sólo alargando la n—Iré.

Raymon y yo celebramos por su respuesta positiva pero ella nos detuvo.

—Pero, con una condición—rodee los ojos y la mire—Por nada del mundo me dejarán sola!

Asentimos repetidas veces, entramos a el colegio justo a tiempo antes de que sonará la campana. Llegamos a el aula pero antes de entrar alguien me habló, di vuelta en mi propio eje tomándome con la chica más linda del colegio Natti.

—¡Hey Aidan!—Caminaba hacía mi con una sonrisa.

—¿Qué necesitas Natti?—Sonreí de vuelta con nerviosismo.

—Bueno no sé si sepas o no—Habló sacando algo de su mochila—Pero hoy por noche daré una fiesta en mi casa, a las 9:00 y me haría feliz que vinieras—Me dio lo que parecía ser una invitación, la tomé.

—Muchas gracias Natti, ahí estaré.

—Me parece genial—Sacercó a mi y plantó un beso en mi mejilla.

Me quedé plasmado ante su acción que no me pude mover, pero salí de mi transe al oír el timbre. Di pasos apresurados y me senté a un lado de Lauren como simpre lo hacía.

—¿Viste lo qué acaba de pasar?—Pregunté con emoción.

—Si, lo vi—habló sin dirigirme la mirada.

—Se que fue un beso en la mejilla pero puede que sea el comienzo de algo más que una amistad- ella seguía sin verme—¿Estás bien?— puse mi mano sobre la ella.

—Si—dijo fría, quitando su mano bruscamente. —¿Por qué no lo estaría?

—Pareces molesta.

—No es así—Respondió y siguió sin mirarme.

El resto de las clases me ignoró completamente, pero no entendí el poque. Como sea, la campana sonó anunciando el fin de las clases, salí de ahí a mi coche para esperar a Lauren, vivíamos en la misma calle asique siempre la llevaba y traía.

10 minutos, 20 minutos y ella no llegaba. Saqué mi teléfono para poder llamar.

—¿Dónde estás?—dije una vez que contestó.

—En mi casa.

—Sabes, un mensaje de texto o algo hubiera sido de mucha ayuda. Llevó más de 20 minutos esperándote Lauren.

—Oh si, lo siento.

Iba a decir algo más pero no lo logré, me había colgado.

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