capitulo 1

5 0 0
                                    

Pocas personas pueden decir que hablar del diablo es un asunto agradable, por el contrario, a menos que seas de esas sectas donde sacrificas corderos y te pintas una estrella de lucifer en el vientre, no puedes considerar como algo muy acertado el encontrarte con el diablo. Esa ideología social del diablo con imagen roja y los cuernos de 60 centímetros que te paralizan al instante , con su tridente lleno de fuego y las patas de cabra da bastante miedo, pero.. muchas veces tenemos al diablo en el trabajo, en el colegio, en la universidad e incluso en nuestro hogar, así me paso a mi, tenia tanto miedo de pensar en el diablo y en los demonios, ya saben, hollywood trae esas películas que te hacen saltar en el cine, que cuando me lo encontré un día en el supermercado no me lo pude creer, lo primero que note es que claramente es imposible hacer la cola del supermercado con tres niños, un smartphone y 30 personas antes que tu , y llevar un tridente de fuego, es muy poco practico y molesto, las patas de cabra tampoco ayudan mucho y ni hablemos de la cola con punta de flecha.

Nací en san cristobal, una ciudad de Venezuela, fronteriza con Colombia, mi mama dice que tenia tanta personalidad que cuando naci y la señorita enfermera me peino un tanto ridículo, empece a llorar, acto seguido mi padre entro y entre molestia y decencia me paso la mano para cambiarme el peinado, mi madre llevaba 2 semanas buscando un nombre apropiado para mi, decidió que Manuel Alejandro era el nombre que mas iba a reflejar eso que iba a ser pero que aun no sabia si seria o no, las madres y su don de ver el futuro y las distintas opciones que este trae . Infancia normal, hermano menor para pelear  pero lo realmente interesante de mi vida fue cuando papa decidió que debíamos irnos a vivir a Bogota, la cosa se estaba poniendo fea en Venezuela.

Venezuela ha sido un país raro, como diría mi profesor de economía, “aquí todo sucede al revés” y es que cuando en américa latina todo estaba mal, países llenos de dictadura, pobreza y deficiencia, a Dios se le ocurrió castigarnos con petroleo, vaya castigo no?, dinero por doquier, papa suele contar que la gente viajaba a la isla de margarita cada 15 días, que cambiaba de auto cada año, y que la gente no arreglaba ni reparaba las cosas, las botaba y compraba una nueva, que locura, es pensar como con tantos ingresos y poder adquisitivo a muy pocos se les ocurrió estudiar , solo tengo algo para decirles a ustedes quienes vivieron en esa época, ! Gracias cabrones !! ..

Mi papa no termino sus estudios y decidió crear una empresa de publicidad, ahí me enseño a dibujar , lo que mas recuerdo de esa época es como se sellaban los banderines los cuales se colocaban al final de una carga, si esta sobrepasaba el tamaño del auto que la llevaba, un cuadro de color rojo con un gancho para colgar y en su interior una publicidad escrita en color blanco; siempre había olor a pintura en aerografo ya que mi familia por parte de mi papa es amante al ciclismo y cuando no estaban trabajando, cambiaban el color de los cuadros de la bicicleta o cualquier otra cosa todo con tal de tener la bicicleta con el ultimo grito de la moda, algo que no entiendo, porque cuando estas montando bicicleta, lo menos que puedes ver es tu cuadro recién pintado a menos que quieras terminar en el piso.

Mi mama nunca fue de muchas amistades, pero si de muchas groserías, la gente del tachira no come cuento a la hora de expresar lo que siente o de sacarle la madre al sujeto que por poco la atropella en una avenida, nunca le costo regañarnos ni pegarnos, creo que eso ayudo mucho para definir mis valores y mi respeto hacia los demás. Pocas cosas tengo que refutar de mi mama, pero bueno, nadie puede decidir que padres tener ni que hijo tener..

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 18, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El día que me encontré al diablo en el supermercado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora