❥ ℕ𝕦𝕖𝕤𝕥𝕣𝕒 𝕙𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒

646 38 8
                                    


Taehyung siempre iba dos pasos delante de mí. Incluso desde su nacimiento, porque nació dos años antes que yo.

Nuestras familias se conocen desde jóvenes, son buenos amigos, además, viven al lado del otro.

Nuestras mamás se conocieron en la universidad, y desde ahí se hicieron grandes amigas, planeaban todo juntas: se graduaron juntas, buscaron juntas un trabajo en la misma empresa, se enamoraron casi al mismo tiempo, cada una de su actual esposo, se casaron juntas y planearon tener hijos al tiempo.

He aquí donde aparece mi amado Taehyung; su mamá quedó embarazada primero, debido a que mi mamá no podía tener hijos, al principio, así que mi mamá dejó de intentar tener hijos, y decidió vivir la experiencia de ser madre, a través de su amiga.

Pero por cosas de la vida, o más bien por un milagro, mi mamá quedó embarazada tiempo después, cuando Tae ya tenía más de un año, y para cuando yo nací, él ya tenía dos años.

Y desde entonces Taehyung iba dos años, y dos pasos delante de mí.

Entró al jardín de infantes antes que yo, pero una vez que yo entré, nos hicimos inseparables, hasta que Tae debía ingresar a la primaria, luego a la secundaria y por último a la universidad. Nos encontrábamos en todas esas etapas, pero como él iba más adelantado que yo, nos separábamos al final. Aunque muchos podrían decir que era una exageración decir que nos "separábamos" ya que éramos vecinos, pero aún así nosotros lo sentíamos como una separación.

Pero no había nada que hacer, en esta vida todo tiene su tiempo, y cada persona también.

Nuestras familias y nuestros amigos siempre nos decían que nosotros estábamos destinados a estar juntos. Lo cual era cierto. Pero a veces, nuestros amigos nos molestaban diciendo que no teníamos ojos para nadie más, porque no queríamos ver más allá de nosotros dos. Y en cierta parte tenían razón. Pero eso no significaba que Taehyung y yo habíamos creado una especie de dependencia. No. Porque nosotros siempre fuimos abiertos a conocer a más personas. Teníamos amigos en común, pero también uno que otro que no hacían parte de nuestro círculo de amistades, y eso estaba bien. En el ámbito amoroso también tratábamos de conocer otras personas, pero nunca se sintió igual.
Y al final desistimos de querer forzar algo con otras personas. Porque no ganábamos nada. Solo hacía que nuestro vínculo se fortaleciera más. Y porque no teníamos que demostrarle nada a los demás, solo teníamos que ser fiel a nuestros sentimientos.

Tae y yo descubrimos que sentíamos algo más que una fuerte amistad, cuando éramos unos adolescentes. Por lo que lo hablamos y decidimos descubrir este sentimiento diferente.

Todas nuestras primeras experiencias las vivimos juntos. No sin antes prometernos que pasara lo que pasara nunca se interpondría en nuestra amistad. Y así lo cumplimos. Dimos nuestro primer beso al otro, cuando él tenía 16 y yo 14 años. Salimos a citas. También nuestra primera experiencia sexual se la dimos al otro. Cuando él tenía 19 y yo 17. Pero en todas esas veces yo siempre daba el primer paso. Y no porque Tae no estuviera dispuesto a darlo de primero. Sino porque era un tonto objetivo que yo me había propuesto. Ya que Tae siempre iba dos pasos delante de mí.

Era increíble como llegábamos a conectar tan bien, que con una mirada, con un movimiento, yo ya sabía lo que él iba a hacer o a decir. Él también era así conmigo, pero como yo tenía espíritu de competitividad, siempre me lanzaba antes que él lo hiciera. Porque él podía ser mayor que yo por dos años, él podría haber vivido otras experiencias primero que yo, pero cuando se trataba de nuestra relación, de nuestros sueños juntos, de nuestro futuro, yo siempre iba dos pasos delante de él.

Por lo que cuando decidimos tener una relación formal, yo fui el primero en proponérselo; yo le propuse ser mi novio oficial. Yo le propuse vivir juntos, cuando él iba por su cuarto año de carrera y yo por el segundo. Y yo le propuse matrimonio primero, sabiendo que él lo haría también.
Y él... Èl solo soltaba una risita en negación, entonces decía que su amor por mí era más grande que el que yo le tenía a él. Pero ambos sabíamos que eso se tendría que poner en una balanza.

Cuando él empezó a ejercer su carrera en una buena empresa, a mi me faltaban dos años para terminar la mía. Pero eso no nos impidió ir planeando nuestra boda, obviamente sería algo simbólico, porque en nuestra cultura una boda entre dos hombres no era permitido, pero no por eso sería menos importante.

Nuestras mamás nos ayudaron mucho, tuvimos mucho apoyo de nuestras familias y nuestros amigos para la preparación de la boda. Algo pequeño ellos lo convirtieron en algo grande. No éramos ricos, pero si vivíamos cómodamente, y nos podíamos dar uno que otro lujo. Como lo fue nuestra luna de miel.

Entre todo el proceso de preparación se fue casi un año en eso. Nos casamos a principios de Diciembre. De nuestra luna de miel volvimos para pasar navidad y año nuevo, y el cumpleaños de mi esposo, con nuestros seres queridos.

Desde que dimos el 'Sí' al mismo tiempo en nuestra boda, como por arte de magia empezamos a hacer todo al tiempo. Tae ya no iba dos pasos delante de mí, y yo ya no trataba de adelantarme antes que él en todas nuestras decisiones. porque si, Tae siempre iba a tener dos años más que yo, y eso no iba a cambiar, pero eso tampoco tenía nada que ver, es más, nunca tuvo algo que ver, solo era yo tratando de ser suficiente para él.

Pero nunca es tarde para entender que en una relación uno de los dos no es más que el otro por tomar una decisión primero. Porque los dos son partes importantes, y sobre todo un complemento del otro.

Y eso empezamos a ser. A ser complementos. A ser la otra mitad perfecta del otro. Nuestra relación nunca ha sido perfecta, como nos decían los demás, solo que siempre luchábamos juntos y nunca nos rendimos.

Y así había sido durante los 5 años de matrimonio que llevábamos. Íbamos a la par, dando los mismos pasos, unos cortos y otros largos, pero siempre al tiempo.

El de nosotros era un amor joven destinado a llegar a viejo. Pero paso a paso. Tomados de la mano.

Por eso es que no entendía por qué mi Tae estaba por dar un paso sin mí.

¿¡Por qué él estaba a punto de dejarme atrás!?

No entendía el porqué Tae estaba por soltar mi mano y darme la espalda.

Y no entendía cómo era que el paso hacia la muerte, él estaba por darlo primero...

«¿Puedes escucharme gritar: "por favor no me dejes"?»

______________

Pequeña historia inspirada en dos canciones tristes pero hermosas.

No Me Olvides [kt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora