Finalizado el papeleo, Jean se encaminó a la salida junto a su compañera de trabajo con la cual llevaba dos meses conviviendo. Mikasa se mostraba más alegre en esos días, su semblante triste y esas ansias de ser la única relegada eran dejadas atrás; le gustaba mucho la forma de ser de su ojimiel compañero y, especialmente, esos detalles pequeños que con ella tenía.
-¿Tienes libre la noche del viernes?-Jean comentaba mientras se hallaban fuera del bufete pues era la hora del almuerzo.
-Sí-Un emparedado sostenía entre sus manos Jean, mismo que empaquetado permanecía.
De complexión delgada era su compañero, pero en esos días Mikasa notaba que Jean había pedido peso e incluso comía menos de lo habitual.
-Me comentaron que habrá una exhibición de fuegos artificiales-Ella, pese a ser una persona de buen comer, cuidaba su figura, pero no dejaba de lado cada una de sus raciones de alimentos-¿Qué opinas de ir juntos?
-¡Me encantaría!-El entusiasmo en la voz de Mikasa se notaba.
-Jeje me agrada mucho tu linda forma de ser-Ella se sonrojo tanto que apenada tomo su emparedado, mordiéndolo.
Observaba el cielo, se apreciaban los rascacielos que imponentes impedían ver con claridad las estrellas en la noche.
-¿No lo comerás?-Ella ya iba por su segundo emparedado, Jean aun no comía nada.
-Perdí el apetito-Un jugo de naranjas recién exprimidas era lo único que Jean consumió-La comida no se debe desperdiciar, pero...
-Dámelo-Una sonrisa agradecida se formo en los labios de su compañero.
-¿Qué somos?-Mikasa ese día usaba un traje.
Se miraba hermosa con cada prenda de vestir que usaba y confiada se atrevía a lucir un poco de maquillaje, aunque no caía en lo exagerado. Algunos de sus compañeros notaban los ligeros cambios en ella, empezando por su sonrisa sutil que siempre mostraba a Jean.
-En estos dos meses hemos convivido mucho, me la paso muy bien a tu lado y siento que mis ánimos se recuperan cada vez que te veo trabajando con tanta dedicación-Mikasa acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja al no saber qué hacer, dando un mordisco más a su emparedado.
Frente a donde estaban se ubicaba una sucursal bancaria en el que se apreciaba un reloj digital señalando la hora.
-No me has dicho dónde nos veremos... ya sabes, para ir a ver los fuegos artificiales-Mikasa retomo el tema.
-Sería prudente que pasara por ti. Es algo tarde la exhibición y una dama no puede andar sola por las calles, menos en esta ciudad tan conflictiva-Jean estaba entretenido mirando a las personas que entraban y salían del banco.
Parecía otra persona con esa mirada analítica, algo buscaba entre todas las personas más no hallaba a su objetivo.
-Entonces ¿Te envió mi dirección por WhatsApp?-La voz de Mikasa lo regreso a su conversación.
-Sí, por favor. Y creo que ya es tiempo de volver al trabajo, aún nos quedan cuatro horas más-Mikasa se puso de pie-Permite, yo me hago cargo de la basura, tú encamínate.
Sonrojada, Mikasa asintió. El bufete donde trabajaban quedaba a cinco minutos de distancia del sitio en el que comían regularmente; las bancas quedaban al frente de la sucursal bancaria y los contenedores se hallaban a unos dos metros de éstas.
Sereno en su andar, Jean fue hasta los contenedores percibiendo que un automóvil de tonalidad oscura desde la acera del frente estaba aparcado desde que él y Mikasa salieron para tomar su almuerzo.
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Titánica mujer
FanfictionEl amor se presenta en diferentes formas, tamaños, colores y medios. Mikasa conocerá ese sentimiento hermoso en uno de sus colegas de trabajo con quien compartirá momentos llenos de alegría pero también momentos llenos de lágrimas que la dejaran con...