Una tranquila noche yace en Seúl, tranquila hasta que el disturbio reinó con las sirenas de las patrullas policiales que comenzaron a resonar por las calles de aquella tranquila zona, creando un escenario poco común en esas calles.
-te dije que nos vieron la cara cuando ese tipo dijo que esta zona era de las más tranquilas en Seúl.
-¿quieres callarte y fijarte un poco por la ventana? Chittaphonie aún no vuelve de comprar.- habló la mujer, observando por la ventaba- además es cierto que la zona es tranquila, fue coincidencia que ocurra esto cuando acabamos de llegar.- aseguró, puesto que ella fue quien había decidido que vivan en aquel lugar.Había pasado tan solo una semana y media que ellos se mudaron a aquel lugar, puesto que acababan de llegar de Tailandia, país en el que el amor de aquel unido matrimonio creció, concibiendo así a un bello chico con el carácter de su padre y la descarada belleza de su madre, aunque claro está que lo de descaro era algo que sus padres no sabían sobre su ahora adolescente hijo, quien fue el motivo principal de ir a aquella ciudad, ya que comenzaría la universidad y decidieron que lo mejor sería estudiar en Corea del Sur.
-ahí llegó tu bebé, y viene entero.- habló el hombre, viendo a su hijo llegar- comenzará la universidad el año entrante y tú todavía preocupándote por él las veinticuatro horas del día.
-cierra la boca.- habló la mujer a su marido- ¿pasaste por la verdulería como te dije?- preguntó a su hijo y éste solo puso su mano sobre su frente en clara señal de que se había olvidado- ¿cómo no preocuparme tanto por él si es un pequeño despistado?- preguntó la mujer.
-se me olvidó, mamá~ ya mismo voy a comprar.
-no, deja, de todos modos pensaba cambiar el menú de la cena.- dijo la mujer.
-dice eso porque no sabe cocinar nada de lo que se vende por aquí.- se burló el hombre, ocasionando que la mujer le tire de una mecha de cabello, haciendo que el hombre chille, su hijo sólo rió.
-ahora por idiota, te toca a ti pagar la comida.- dijo la mujer, sentándose en el sillón y estirando la mano para que le alcance el control remoto.
-recuerdame porque me casé con esta mujer.- dijo el hombre a su hijo- ah cierto, porque me puso un arma en la cabeza.
-porque me amas, imbécil.- dijo la mujer, encendiendo la televisión- oh, ¿esa no es la señora que vive a unas calles de aquí?- preguntó la mujer, viendo las noticias.
-cierto, eso les iba a mencionar, a unas calles se detuvieron unas camionetas algo llamativas, parecían de los canales informativos de aquí o algo por el estilo.- compartió el adolescente.
-¿un fugitivo llamado Lee TaeYong, resguardado por estas zonas?- exclamó el hombre.
-fue visto hace solo una hora, Chittaphonie deberías tener cuidado, cariño, cierra bien la ventana de tu habitación.- habló su madre, preocupada.
-si mamá, la cerraré.- aseguró, caminando escaleras arriba para ir a su habitación.
Una vez allí, cerró con cerrojo y dejó sus compras sobre la cama antes de sacarse el abrigo, colgándolo en la pared para después sentarse en su cama, comenzando a revisar sus compras.
Examinó el dildo que acababa de comprar con un puchero- se equivocó y me dio dos talles más pequeños...- se quejó- bueno, debería empezar a acostumbrarme, después de todo estoy en Corea del Sur, mis expectativas son muy bajas~- comentó, sacando ahora un vibrador color celeste, pensando que ese sería su favorito.
Los sacó de su empaque y los guardó junto a los demás en su caja de entretenimiento, poniéndolo bajo su cama, seguidamente se acercó a su ventaba, inclinándose hacia afuera y dejando que el fresco aire de septiembre despeine sus cabellos, sacándole una sonrisa, se volteó, volviendo sobre sus pasos, pero se detuvo a medio camino.
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Fugitive | TaeTen O.S
Short StoryAvistamientos de Lee TaeYong, un joven prófugo suelto en la zona de la casa de Chittaphon Leechaiyapornkul, un adolescente algo coqueto y despistado que olvida cerrar la ventana de su habitación esa misma noche. Hoshi, fuera.🔭