WILD HEART

Parte 6

Lamento mucho la demora, el trabajo se puso complicado estas semanas.

Espero que la espera haya valido la pena~

¡Enjoy

...

...

El agente Stilinski no está seguro de cómo sucedió, asume que responde a todo eso de los vínculos de manada, sobre todo ahora que ellos se habían ido acercando y entendiendo más desde las misiones que salieron de Fort Bragg. Lo que fuera, Stilinski estaba agradecido, porque podía apoyar a uno de los suyos incluso sin estar realmente ahí. Él estaba en una estúpida reunión con agentes de la CIA, presentando un informe que, deliberadamente, ha dejado fuera muchos, muchos detalles respecto al comportamiento de la manada en las últimas semanas.

Tampoco sabe con exactitud cómo logró el vínculo con su padre. Confía ciegamente que es simplemente por eso, porque es su padre. Y porque él, siendo este mago puro que es todo genialidad, debe tener más habilidades de las que incluso ha leído o sabido a través de Javier.

Desconoce mucho sobre el alcance de sus poderes, pero también ha venido descubriendo que muchos de ellos acuden a él cuando más los necesita, y hoy era uno de esos momentos de necesidad. Porque estaba ayudando a su padre sin desconectarse de la reunión, hablando con los agentes como si parte de su pensamiento no estuviera en otra parte. Conectado con la mente de su padre y vinculado, de alguna manera, con el tatuaje de su padre.

― ¡Papá, muévete!

― ¿Stiles?

― Te explico más tarde. Muévete, más cerca.

El detective Stilinski hizo lo que se le indicó. Conoce la voz de su hijo y el tono desesperado y mandón que suele emplear, así que ni siquiera duda y decide que sí, terminado esto tendrá un montón de preguntas.

Avanza unos cuantos metros más y justo en el filo de la azotea siente un tirón que nace en la boca de su estómago y luego vibra hacia arriba, se calienta en su pecho y finalmente se libera hasta el antebrazo izquierdo, ahí donde su tatuaje de dragón repentinamente brilla, con sus colores verde y azul en el relieve de las escamas, y los brillantes ojos dorados que destellan como dos joyas de oro cegadas por el sol.

― ¡Drapetévo! ― Exclamó la voz de su hijo, y el dragón emergió, literalmente, de su antebrazo. Liberándose de las cadenas de su piel.

La formidable bestia serpentina se elevó desde su antebrazo como una nebulosa criatura que rugió con voz propia mientras ascendía y se movía al frente, hasta el rascacielos donde Parrish estaba siendo mermado por media docena de sobrenaturales que el detective no supo exactamente el momento en que se unieron a los dos sospechosos iniciales.

― ¡Ekmidenízo! ― Volvió a escuchar la voz de su hijo en su mente.

Y el dragón lanzó una bocanada de fuego, como si tuviera la intención de aniquilar todo en aquella azotea. Parrish fue envuelto de inmediato en su propio fuego, el fuego del perro del infierno se dibujó en la anatomía del detective como una capa en tonos naranja y amarillo crepitando con una suavidad casi similar a la seda, capa que lo protegió del fuego mágico del dragón. Los otros sobrenaturales levantaron los brazos, como si aquello pudiera protegerles. Y pese a que incluso Parrish pensó que serían reducidos a ceniza, no fue así.

― ¡Alysídes! ―El fuego que llovió sobre ellos se transformó en cadenas que envolvieron manos y tobillos de los sobrenaturales, tirando luego de sus cinturas y encadenándolos en un solo grupo. ― Gýrise piso. ― La voz del mago fue una orden para el dragón y regresó, serpenteando en el cielo con un par de rugidos antes de descender y hacerse tan pequeño que volvió a tatuarse en la piel del detective Stilinski.