Hasta que podamos abrazarnos » Jjk & Kth

Único

Porque en este tiempo creo yo, que lo que uno más extraña son los abrazos, así que este único capítulo va dedicado a todas esas personas que los extrañan.

Hasta que podamos abrazarnos sin que el mundo nos ataque solo porque respiramos, fingiré que el crucero desde mi habitación hasta la cocina es el crucero que prometimos hacia la tierra "Pueden abrazarse" cuando ocurrió lo que no esperábamos. Pensemos sobre las cosas no como esas que no valorábamos hasta que las perdimos, sino como aquellas que valoramos pero que nunca pensábamos que las íbamos a perder (o alejar) como el niño que corre por aquel globo que su mano ha soltado así tan de repente.

Hasta que podamos abrazarnos, intercambiemos una luciérnaga y una polilla porque los carros con los que solíamos jugar se han quedado sin cuerda y sin pila y necesitamos quedarnos en nuestras casas sin algo material que nos una. Te prometo que la luciérnaga llevará un letrero con tu nombre para que pueda reconocerte y saber que quizá la oscuridad de tu habitación es la más hermosa porque tú llevas un letrero también (de ese que dice "doy una buena recompensa si llegan a encontrarme.")

Hasta que podamos abrazarnos no te preocupes si tus padres dicen que tu actitud es un poco intensa y hasta medio loca, porque así como hay gente que se asusta de esta, hay personas (no como yo) que se enamoran. Porque estando tanto tiempo solo tendrás que hacerte amigo de lo que eres y de lo que fuiste, estar contigo y saber que en los defectos que encontraste habrá alguien adentro que los bese y no se preocupe de lo que te falta porque aquí solo hace falta un abrazo que te abrace los defectos porque las virtudes te las puede abrazar cualquiera.

Hasta que podamos abrazarnos y de paso reír por cosas tan banales que hacen de algo importante nuestra existencia, solo deja de quejarte del cubrebocas, ahora nadie te mirará raro por la calle porque te ríes hasta del perro que se acerca porque tú lo llamas y luego me dices que quieres llevarlo a tu casa, ahora nadie se da cuenta del porqué ríes solo (y de paso no tengo esas ganas de decirle al que te mire raro que "Taehyung se ríe porque si la vida le da un golpe él le da un sonrisa y la vida se enamora de él.")

Hasta que podamos abrazarnos, pensemos en lo que nos podemos regalar cuando nos veamos. Yo solo quiero el tiempo que perdimos y un abrazo (no me molesto si el último regalo se devuelve.) Regalémosnos una sonrisa y cuando nos volvamos a ver regálame un baile. Bailemos así, con el rostro con bengalas y un poco de escarcha, así, con nuestras miradas vergonzosas por nuestros zapatos que olvidamos lustrar solo porque queríamos vernos más rápido.

Hasta que podamos abrazarnos, solo pon las canciones de las que hablan de tí, de esas que te encantan porque hablan de la vida, de los sueños o de los amores que todavía no se han perdido. Baila como de quien si le sale un paso es como si hubiese hecho el acto más importante de su vida pero la exageración es una atenuación cuando su sonrisa es la recompensa de aquel paso de baile (hey, Tae, por favor intenta hacer nuevos pasos que solo es por verte sonreír de nuevo.)

Hasta que podamos abrazarnos quita aquella tristeza tan pura que duele, sin embargo, de aquella tristeza de la cual no he conocido una tan fuerte en la vida. De aquella que la amo porque es lo más parecido a la felicidad que hallé cuando todavía no había distanciamiento entre sus lágrimas tan espesas como la laguna insomne y un yanollores.

Hasta que podamos abrazarnos, no revises cada cierto tiempo en el Google Maps porque quiero que cuando salgamos juntos lleguemos a aquella ciudad desconocida y pasemos de largo por el guía. Quiero perderme contigo en las calles, de aquellas angostas y de aquellas que no he pisado antes pero quiero que el mundo nos encuentre mientras nos perdemos en un restaurante en donde hablaremos sobre nuestras inquietudes o aquel sosiego del alma que enamora y que sin duda, no pide un cambio de dinero por una comida pero pide un abrazo, aunque sea de esos pequeños y cortos.

Hasta que podamos abrazarnos, llámame y dime que la vida no se vive deprisa sino también en la tranquilidad de una habitación desordenada y poco chica. Porque a veces voy muy rápido entre los propios pensamientos, porque el tiempo va veloz y yo quiero seguirlo sin remordimientos. Porque amo de aquellas personas que me dicen que, así, lento se disfruta más. De quien me llama diciendo que la vida me ha pedido entre bebidas amargas y un poco pasadas que no vaya deprisa, y solo porque él me lo dice le daré el gusto a la vida. Llámame y dime que no es corriendo y te prometo no madrugar aún si no quiero seguir durmiendo.

Hasta que podamos abrazarnos, sigamos pensando en cómo vemos al amor. No como aquel que solo te hace sentir unas mariposas o unas ganas de besar. Sino como aquel que te hace reír de lo que enoja, del que es posible llorar o bailar sin sentir vergüenza mientras el cabello se enreda y los pies duelen pero el corazón también duele,  duele de tanto amar. Del cual encuentras lo correcto en la mirada y te dice que no está bien disimular. Del que te dice que no es morirse por alguien o que se mueran por tí, sino enseñarte lo bello que es la vida y no de aquellos que te enseñan a no querer la muerte pero tampoco a aferrarse a la vida. De aquel que no tiene la cara perfecta ni de los que roban revistas pero que tiene mil mundos adentro y eso basta para decir "Vaya, es el hombre más lindo del mundo." (Él tiene un mundo llamado "abrázame cuando termine todo esto.")

Hasta que podamos abrazarnos, duerme todo lo que quieras. Porque luego de cuentos y un beso de buenas noches ya no habrá alguien que te despierte al día siguiente. Ahora lee, lee desde un cuento de hadas hasta el gorrión que se ha extraviado desde un balcón desorientado y vacío y quédate leyendo porque ahora duermes, duermes pero ya nadie tiene que despertarte.

Hasta que podamos abrazarnos, solo reprimiremos esas ganas de vernos y darnos el abrazo como el primer toque, como la ventisca de una dia de verano, como el primero beso o el primer amor, de esos que jamás se olvidan. Porque tenemos que permanecer en casa para que luego no falte nadie y poder salir al mundo y enfrentar a la parte ya jodida de este, eliminar las palabras de las personas que solo abren la boca mas no su cabeza y eliminar esas palabras nuestras que dicen que solo somos amigos cuándo uno con el otro sabe qué se siente estar enamorado.

Hasta que podamos abrazarnos y vernos cara a cara, solo mándame una foto, no saliendo perfecto ni con el rostro maquillado, sino con el rostro que me haga sonreír porque me recuerda a cómo eres. No me mandes una foto donde me haga quedar indiferente, solo recuérdame la verdadera importancia de las fotos que es captar no un rostro editado sino la transparencia del alma y el recuerdo de lo feliz que era cuando la sonrisa era poder verla en movimiento, así, elevándose y cayendo pero era de aquel movimiento que te robaba el aire y te hacía pensar que la belleza se encontraba en tu sonrisa.

Hasta que podamos abrazarnos, ya no busques el cuaderno de cálculo que nunca te devolví y busca de aquellos planetas porque después de todo los astronautas guardan unos en su mochila. Dibújalos porque en este tiempo se mejoran los pasatiempos, porque aquí el tiempo pasa lento por lo que solo siéntate y tómate todo el día para hacer lo que no pudiste cuando decías no tener el tiempo entre tus manos.

Hasta que podamos abrazarnos, así como dibujas encuentra algo que te apasione y reflexiona sobre lo que deseas. Recuérdate cada noche que los sueños no se abandonan y que si no tienes uno no es necesario correr sin saber por qué lo estás haciendo. Recuerda que por más insignificante que parezca ser los sueños deben de hacer aquellos que desean no soñarse más y palparse entre un lologré y pudehacerlo.

Hasta que podamos abrazarnos, hagamos todo esto y aunque quizá el apego y aquellas ganas de tomarte de la mano se hayan esfumado, de que quizá abrir la puerta sea una mezcla entre miedo y ansiedad; solo asume esta distancia como el tiempo que nunca dedicamos para pensar que quizá así de simple es la vida como, no extrañar algo superficial ni material, sino una charla hasta las tres de la madrugada mientras tenemos al sol como lámpara y un abrazo como remedio, asumir las ganas de que hayan mejores comienzos y aquellas ganas de volver a verte, de encontrar de nuevo a aquel amor y que me diga que no sabe irse de nuevo.