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ADVERTENCIA
En este capítulo hay una parte de abuso sexual entre los protagonistas. Voy a señalar en donde comienza y termina dicha escena para lxs que se sientan incómodxs no tengan que leerlo.


El cielo estaba nublado y gris cuando el negro carruaje de Jungkook atravesó las calles de Londres, tirado por cuatro magníficos caballos castaños con arneses de plata. Seis palafreneros, vistiendo uniformes de terciopelo verde, lideraban la procesión y otros cuatro hombres uniformados seguían el carruaje.

Los dos cocheros se sentaban rectos y orgullosos en el asiento delantero del vehículo, mientras dos imponentes lacayos ocupaban el trasero.

En el interior del carruaje, iba Yoongi, con la mirada perdida y los pensamientos tan grises como el día allá fuera.

-¿Estás sintiendo frío? -Preguntó Ha Joon, solícito, al notarle su postura encogida.

Yoongi movió la cabeza, preguntándose por qué Jungkook había insistido en hacer de su boda un espectáculo tan grandioso.

Pocos minutos después, Yoongi aceptaba la mano extendida de Ha Joon para salir del carruaje y, lentamente, subir los escalones de la enorme iglesia, pareciendo un niño conducido por su padre a un importante evento.

Esperó, al lado de Ha Joon, al fondo de la iglesia, intentando no pensar en la enormidad de lo que estaba a punto de hacer, dejando la mirada vagar por entre la multitud de invitados.

Aprehensivo, focalizó la atención en la enorme diferencia entre los aristócratas, vestidos con seda y ricos brocados, que habían comparecido para asistir a su boda, y los campesinos simples y amigables que siempre había imaginado que tendría cerca en el día más importante de su vida.

Yoongi apenas conocía a la mayor parte de las personas que se encontraban en la iglesia. A algunas, jamás las había visto antes. Desviando los ojos del altar, donde Jungkook, no Taehyung, lo recibiría en breve, examinó los asientos.

Había un lugar vacío en la primera fila, a la derecha, reservado para Ha Joon, pero el resto ya estaba ocupado por los invitados. También en la primera fila, a la izquierda, lugar normalmente reservado a los parientes próximos de Yoongi, estaba sentada una mujer anciana, con las manos apoyadas en el cabo de un bastón tachonado de piedras, los cabellos escondidos por un turbante de satín, que le pareció vagamente familiar a Yoongi. Sin embargo, estaba demasiado nervioso para recordar dónde la había visto antes.

Ha Joon lo distrajo al apuntar a lord Collingwood, que se aproximaba.

-¿Ya llegó Jungkook? -Preguntó Ha Joon a Robert Collingwood.

El conde, que sería el padrino de Jungkook, besó la mano de Yoongi y, después de ofrecerle una sonrisa, respondió:

-Ya llegó y está a punto de entrar.

Las rodillas de Yoongi comenzaron a temblar.

¡No estaba listo!

-¿Lord Jeon está nervioso?

-Él dice que no, pero quiere que la ceremonia se realice inmediatamente.

Cuánta frialdad, pensó Yoongi, sintiendo crecer el pánico.

Ha Joon no conseguía esconder la ansiedad.

-Estamos listos -declaró-. Vamos a comenzar.

Sintiéndose como una marioneta manipulada por todos, Yoongi puso su mano en el brazo de Ha Joon y dio inicio a la interminable y lenta caminata por el pasillo iluminado por gran número de velas.

El coro entonaba una bella canción, pero Yoongi no la oía.

Detrás de él, más distante a cada paso, estaban los días alegres y despreocupados de su juventud. Al frente se encontraba Jungkook, vistiendo un espectacular traje de terciopelo azul oscuro. Con el rostro parcialmente escondido por las sombras, parecía muy alto y muy sombrío.

Una vez & Para siempre ▪︎KOOKGI▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora