Querido diario, soy yo otra vez, ahora mismo mi mamá esta dormida en su cuarto con llave, supongo que de nuevo se ha vuelto a desgastar en el trabajo. A penas el sol esta despidiendo los últimos pequeños rayos de luz calcinados los cuales iluminan la alfombra de mi cuarto. Estoy escribiendo a un lado de la ventana de mi pared, al girar la cabeza viendo el cielo naranja tenue me hace reflexionar y pensar con claridad mi semana.
Después de haber escrito en ti por primera vez decidi dormir, había olvidado la tarea de Química que nos dejó la profesora pero la verdad no me parecía relevante, pensé en robar la copia que tiene guardada en su cuaderno, o mejor aún, robársela a un compañero, pero como dije "no me parecía relevante" asi que decidí no entregarla. Acto seguido, me quite los zapatos, recosté mi cabeza sobre un cojín y cerré mis ojos para poder nadar en fantasías. A pesar de haber sido Domingo por la tarde intenté dormir. Recuerdo haber soñado un camino, una senda, unos viejos raíles cubiertos de musgo, ese camino parecía desaparecer a lo largo a la distancia y por curiosidad me aventuré a no perder la via. Conforme más avanzaba, aparecía niebla que me limitaba a ver más allá de mis propias manos, al querer regresarme me encontraba en una nube completamente negra, con mis manos temblorosas y mi cara llena de sangre, corrí lo más lejos posible sin embargo sabía que era inútil siquiera hacer el intento. No tuve más que sólo quedarme en silencio ocultando mi cara entre mis piernas, hasta que alguien me tocó el hombro derecho.
-¿Que haces tú aquí?- me preguntó una persona muy alta bien vestida y sin rostro con una voz muy gruesa y fría. -Pense que estabas en busca de tu padre-
-No lo hago desde que enfermó mi alma- Le contesto como si ya lo hubiera conocido
-De igual forma, desde antes ya estabas enfermo. Solo lo usas como pretexto para hacerte creer que la culpa no la tienes tú, Lucas.-
-¿Culpa de que, exactamente?-
-¿No te hagas el ingenuo conmigo, te recuerdo que yo lo sé todo de ti. Hablo de que siempre estás en aquel agujero al que llamas "Comodidad" desde que pasaste a secundaria-
-Te lo he dicho... Duele... Pero me da una razón para embriagarme de ilusiones-
-Vaya... Veo que haz olvidado por completo la razón por la qué sigues dormido en tu jaula de huesos-
-De verdad ¿Tu crees que no he tratado de salir de ahí varías veces?-
-Pues no te veo que hagas el mínimo esfuerzo-
Hago una pausa para sacar el aire de mi boca y pararme. Veo indiferentemente al suelo y le digo -Y tú, no veo tampoco que salgas de aquí-
-Yo vivo aquí Lucas, yo soy tu voz dormida ¿No recuerdas haberme olvidado aqui?-
-¿Debería?-
-Me dejaste aquí y solo despierto cuando tu duermes en tus propias penas. De pequeño yo te cuidé y ahora veo que me has silenciado-
Me mira mientras el se desvanece en el denso humo. Hago un gesto confundido, extiendo la mano suavemente y empiezo a toser. No tardé en sentir que me ahogaba en aquel lugar, rápidamente traté de seguirle el paso, abro los ojos y yo mismo estaba envuelto en mis sábanas tosiendo. Me pare rápido a tomar agua, veo la hora y me percato qué ya era hora de irse a la escuela. Debía regresarle a Gabriel su juego de Pokémon que me prestó el fin de semana pasada. En la escuela, por lo general, nunca he tenido problemas salvo la entrega de algunas tareas o pendientes. Después de todo, tengo un promedio alto (9.7 para ser exacto) podría faltar si quisiera pero aquí no hago nada.
Me preparo para salir de casa y meterme en el auto de mi mamá. -¿Dormiste bien Lucas?- me pregunta cansada. -Si mamá, estoy muy bien-
-Oí que tosías por la madrugada ¿No te has enfermado?
-Aún no mamá, tenía saliva atorada en mí garganta es todo-
-Bueno, será mejor irnos, hoy tengo una audiencia a las 9 y todavía faltan expedientes por terminar- Mamá trabaja como Licenciada en derecho, es una abogada más que nada, y parece que si quieres el empleo, como requisito es no tener vida, o al menos una familia.
Veo las luces de las calles y todavía me recordaba ese sueño tan raro que tuve. -Má, dime algo ¿Crees que he cambiado desde que entré a secundaria- En el fondo sabía que no sabria que decir, nunca esta. -¿Puedo preguntar porque viene esa pregunta?-
No quería hacerle una plática para después dejarla con la duda
-Es por la entrada a 3º-
-Hijo, sé que estás en la etapa del auto-descubrimiento y se que fue un cambio muy duro lo de tu padre y yo pero mira: Siempre te he visto muy concentrado en lo tuyo que a veces ni platicar quieres, no veo qué traigas un amigo a casa o que salgas al cine con un grupito. Antes solías ser más abierto y ahora estas un poco cerrado- En ese momento supe que había metido la pata al preguntarle puesto que me veia con ojos de preocupación sin embargó, no estuvo del todo mal, sabia que todavía me quería y me hacía caso.
-Pero solamente tienes 15 años, es normal que aún no sepas quien eres, te falta mucho por saber y se que estaré orgullosa de ti porque has demostrado fuerza y capacidad para la vida misma. Has cambiado, lo se, pero todo depende de que camino quieras elegir- me mira y me da un bezo en mi cabeza, la miro y le digo un sincero -Gracias, te quiero- Todo el camino recordé en eso que me dijo hasta la llegada del aula, no tardaron en aparecer los primeros gritos que la arrogancia lanzaba, suerte por mi que puedo pasar por debajo de la notoriedad y nadie se daría cuanta. Parecia que sería un día tranquilo, o eso creí hasta que sonó la campana del almuerzo, saqué el jueo de Pokémon y se lo devolví a Grabiel -Gracias Lucas, oye ¿Tienes algo que hacer el viernes?-
-Quiza vaya a quedarme en casa guardando ropa-
-Oh está bien-
-¿Porqué preguntas?-
-Voy a hacer una fiesta en mi casa este viernes y pense que podrías venir. Invite a todo el salón, ya sabes para ser un grupo más unido- Gabriel es un chico que siempre le ha tiene fe a nosotros, un poco fantasioso pero muy amistoso, y claro un poco empalagoso para mí gusto.
-No lo se la verdad, no me llevo bien con algunos del salón-
-Esta bien, lo entiendo. Si cambias de opinión confirma conmigo para que te de la dirección-
-Lo tendré en cuenta-
No mentiré querido diario, sentia un nudo en la garganta cuando oí "todo el salón" porque si iba a estar "ella" obviamente estarían los demas. Gabriel me cae bien y hemos convivido muchas veces en el pasado pero no creo que nos concideremos amigos cércanos, tal ves vallamos después al cine o algo así, no creo que 30 personas quepan en una casa y menos si los soportaría. Pero por el otro lado creo que será el momento adecuado para irme familiarizando con ellos, o mejor dicho: "Terminar de familiarizar con ellos" Es 3º de secundaria y deseaba dejar, aunque sea, una huella mía en sus recuerdos. Gabriel baja las escaleras para alcanzar a comer algo, yo me quedo a sacar mis libros de mi casillero para las siguientes 3 horas, agarré mi cuaderno de matemáticas, historia y química. Al ver ese libro, el recuerdo de la tarea me llego como si me hubieran azotado la nuca, rápidamente cierro la puerta de mi casillero para poder dejar mis libros en mi pupitre. Busco una tarea para poder copiar las repuestas, a lo lejos, veo una hoja que tenía todas las respuestas de la tarea, copio todo lo que necesitaba y al final leo el nombre que tiene la hoja: "Zoe Rivero del Castillo"...Ese nombre... Ese nombre... Exactamente... Es aquélla dama de la noche, a quien le entregué mis susurros de amor. Unos segundos me quedé pensando seriamente atrás, vi su celular que estaba a un lado de su mochila vibrando, no quería ver que decía pero un impulso repentino me hizo tomarlo. Lo agarré y prendí la pantalla para ver su mensaje más reciente, a continuación aprecié un simple mensaje de su compañía telefónica, me sentía como un imbecil al creer que sería una amiga suya o algo relacionado con la fiesta del viernes, era la primera vez que me sentía muy raro por dentro, al hacer algo tan inmaduro y olvidarme de mi objetivo ¿Me sigue atrayendo Zoe? ... No iba a dejar que eso me afectara en lo que quedaba del día, sacudí mi cabeza de un lado a otro rápidamente y retomo su hoja, noto que tiene todas las respuestas correctas o a mi me las parecieron, es una niña inteligente y seria pero muy sombría, eso me bastaba para confiar en su intuición psico-femenina, finalice mi cometido al rápidamente no dejar evidencias en el suelo. Al entrgar la tarea la maestra me felicitó por mi mayor puntuación del día, todo gracias a la tarea. Lo que queda de la semana, Gabriel comenzo a juntarse conmigo un poco más y más tarde accedí a ir a su casa.
Era viernes en la tarde cuando llegue, el lugar era muy limpio, casi se parecía a aquella casa grande del vecino que uno creería que es rico. Cuando me recivió Gabriel me llevó a la sala de su casa, su mamá estaba en su cuarto y salía de vez en cuando para ver que sucedia, nada inusual pero bien pensado.
-Me alegro que hayas decidido cambiar de opinión-
-Tenia ganas de verlos afurea de la escuela para ver si seguían actuando igual- Gabriel suelta una pequeña risa seca al aire y me dice
-Eso es de cada quien, si algo aprendí en secundaria es que quiénes cambian de mascara por cada lugar al que vallan, son aquellos que no están seguros de quiénes son y solamente aparentan lo que no son- Desvíe mi mirada un poco y le dije suavemente
-Creo que tienes razón-
-Ya verás Lucas, es cuestión de ser quien eres- y ese es mi problema, aún no se quien soy, a veces me siento como un muñeco sin alma siguiendo instrucciones.
-Ven Lucas, vamos con Fernando- Fernando es amigo de Gabriel desde qué iban en la primaria, su pandilla de dos integrantes ha subido a seis inseparables amigos. Conocía a cada uno de ello pero nunca habíamos socializado como ahora y menos afuera de la escuela.
-Hola Gabriel y... ¿Lucas, cierto?- dice Fernando amablemente
-Si- le respondo -Hola Fernando, mucho gusto- me mira con un gesto de confusion y me dice entre risas
-No hay que ser tan formales Lucas- se ríe a secas y me da una sonrisa.
-Hola Lucas- Saluda Dorian con una sonrisa levantando su mano
-Oh Lucas, no pensaba verte aqui- dice Daythan sorprendió
-Decidí tomar un respiro de la escuela- Siento cómo alguien me da unas palmadas en la espalda y escuchó con euforia a Emmanuel atrás mio -Veo que te decidiste al fin de independizar de los libros ¿eh?- Nos reímos todos al oír ese chiste malo y Daythan pregunta -Oye Gabriel ¿Donde esta Enrique?-
-Esta en el baño, ahora regresa-
-Y bien muchachos ¿Tienen a alguien para satisfacer su noche?- preguntó Emmanuel con esperanza de reírnos, en cambio nos miramos mutuamente y Gabriel le responde con otra pregunta
-¿Tu ya tienes?-
-Por eso pregunto, para ver si necesitaban otro miembro más si sabes a que me refiero- Le da un golpe en su brazo y le dice en tono de burla -No será necesario contar con algo que no se tiene- Contuve mi risa junto con los demás al mi alrededor y llega Enrique escuchando nuestra plática
-A ver a ver, no venimos a medir penes muchachos-
-Supongo que llegó la voz de la razón- Dice Fernando
-Hola Enrique- Lo saludo alegremente y me responde con otro saludo. Recuerdo haber hecho amistad con ellos a los pocos minutos a pesar de que sólo hablaban de sus penes en los primeros instantes, no decía mucho debido a que no tenía nada que compartir, eso me generó a la larga la impresión de ser "el que nunca habla" pero no importaba puesto que hicimos bromas en el jardín principal con uno que otro compañero de clase. Había olvidado por completo que había venido el salón entero hasta que de nuevo me encontré con La Dama de la Noche
-Oye Lucas- Al oir eso, mi cabeza miró fijamente al frente mientras mis hombros se encogían dejándome en total sorpresa, me doy media vuelta y me mira a los ojos dejándome vulnerable. No sabia si me reclamaría de la tarea o a caso era algo totalmente diferente.
-No pensaba que fueras tan valiente como para venir a otro lugar que no sea la escuela-
-Creeme no eres la primera que me dice eso-
-No me sorpende la verdad, solo mira tu piel, esta tan pálida de no recibir ningún rayo de sol- No sabía si era una broma o se burlaba, su voz es sarcástica asi que no pude decifrar su intención.
-¿Que haces aquí? Creí que estabas con tus amigos-
-También son los tuyos ¿No?-
Abro un poco más los ojos mirando a un lado sonriendo inocentemente diciendo -Supongo que si-
-Da igual, ellos están afuera fumando-
-Creí que tu también fumabas-
-Por algo estoy aquí-
-Ya me di cuenta-
-Eres un poco aburrido ¿Lo sabes?-
-No dijiste eso cuando hace un año me conociste-
-¿De verdad Lucas?¿A eso quieres pasar?- Las mujeres tienen cierta habilidad para dejar callado a un hombre y hacerle parecer idiota
-Bien, imagino que me estarán esperando afurea para ver a que casa nos vamos-
-¿Ya te vas Zoe?-
-Si- Dice mientras se daba la vuelta
-¿Veniste a solo saber que hacía porque estabas aburrida?-
Gira la cabeza a su derecha mientras sus ojos apuntan a mí -No eras mi primera opción la verdad para distraerme, y por lo que veo no eres tan importante-
Me quedé en silencio por unos momentos para que ella diera unos pasos y se retirará. La odiaba pero sentia rareza en mi pecho, no supe en ese momento que me atrajo más de ella cuando la conocí, que vi un arcoiris en su cielo gris o su increíble persona. Pero como dije antes "No iba a dejar que eso me afectara en lo que quedaba del día".
Querido diario era la primera vez que me alegraba salir de casa y olvidarme un poco de mis problemas, se podría decir que por ahora voy bien. Solo me falta esperar al lunes, deséame suerte mañana en clases.
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La Penumbra
Fiksi RemajaEsta es la historia de Lucas, un chico que quiza sea el típico niño que vive en el olvido de muchos y venerado en el corazón de pocos. A pesar de haber librado la lucha eterna por crecer, ha vivido muchas anecdotas que lo han llevado a trascender pa...