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Heterosexualidad, atracción romántica o sexual entre dos personas de distinto sexo.

Sexo, placer sexual o lo que nos define como hombres o mujeres.

Desde que nacemos estamos clasificados a un grupo de personas, naces siendo mujer o siendo hombre, así de simple, conforme vamos creciendo, tenemos ideales, que son implantados desde nuestro árbol genealógico, un hombre y una mujer deben coonsevir un hijo, las mujeres son amas de casa, no deben trabajar, los hombres deben llevar el dinero a la casa, no deben hacer labores del hogar, entre otras cosas, todo lo que no es como cierto grupo de personas, es malo y lo discriminan por pensar diferente. Mi familia es una de esas que discrimina a los LGBT, y yo tenía ese mismo ideal, hasta ese día...

Era un día por la tarde, casi la noche, después del trabajo, voy al gym, ya que mantengo mi cuerpo en forma, soy el único que llega a esa hora, hago ejercicio una hora y media hora después, cierran, entre, me pareció raro que hoy ubiera una persona, era un hombre moreno de cuerpo muy bien trabajando, cabello negro, alto, quizás de metro setenta, estaba de espaldas a mí, por lo que no podía verle el rostro, no le tome importancia, me cambié y empecé mi rutina.

Mientras hacía ejercicio, no había podido evitar mirar sus nalgas bien trabajadas, y el cómo se marcaba su paquete en el mayon de ejercicio, por lo que me había regañado mentalmente. Terminé la rutina y fui a las regaderas, quite toda mi ropa deportiva y me metí en un cubículo, entonces me di cuenta que estaba muy exitado, no sabía cómo reaccionar a eso, ya que era la primera vez que me pasaba con un... ¡¡¡HOMBRE!!!, Me mantuve quieto esperando un milagro y pasará mi exitacion, pero el milagro nunca llegó, cerré la regadera decidió q terminar de lavarme para irme rápido, pero ahí fue cuando todo pasó, sentí un leve tacto en mis nalgas, luego lo sentí en mis abdominales, finalmente lo sentí en mis piernas cerca de mi entrepierna.

—Te exita ¿Verdad?— dijo suavemente la voz de un hombre, me ubiera gustado mentir, pero estaba muy exitado y se podía apreciar gracias a mi pene erecto, tomó mis testículos con una de sus manos y los estrujó, solté un gemido —¿Te gusta? ¿Te exita? Porque a mí sí— dijo, y sentí su pene erecto en la separación de mis nalgas, volví a gemir, tomó mi pene y empezó a masturbarme, soltaba gemido tras gemido, se notaba que era maestro en eso, también me estimulaba pellizcando mis pezones con su mano libre y los besos que regaba por todo mi cuello y hombros, estuve apunto de llegar al orgasmo, pero paró —Supongo que es tu primera experiencia con un hombre— dijo, tomó mi mano y me saco del cubículo —Hare que sea inolvidable— agregó, me sentó en una de las bancas que había, separó mis rodillas lo suficiente para que pudiera arrodillarse entre mis piernas, entonces observé su rostro, no tenía imperfecciones, cejas pobladas, ojos cafés, pestañas largas, nariz recta, labios delgados, no tenía barba, tomó mi pene y se lo metió a la boca, chupó, gemi tirando la cabeza para atrás, chupó varias veces y se lo saco para luego lamerlo, desde la punta hasta la base y ocasionalmente mis pelotas, era un mar de gemidos, volvió a meterse mi pene en la boca, y lo metió hasta el fondo, empecé a mover mis caderas, follandole la boca, el apretaba mis pelotas con su mano libre, mientras que con la otra, tocaba mi ano, empecé a dar estocadas más rápido y finalmente solté todo mi jugo en su boca y el se lo trago gustoso, me avergonce.

—Yo...

—Shhhh...— me callo poniendo un dedo en mis labios, se puso de pie y se sentó en mis piernas quedando de frente a mi, sentí algo caliente en mi pene, voltee a ver y era su grande pene erecto pegado al mío, sentía más lo caliente que estaba debido a que tenía hasta las pelotas rasuradas —¿Te gusta?— pregunto

—Yo...

Me quedé callado cuando tomó mi mano y la puso en su pene, agarró su pene con mi mano, para luego masturbarse con mi mano, eso me exito, y también me confundió, ya que nunca creí sentir placer por un hombre, soltó mi mano, pero por alguna razón, no pare, en cambio, utilice mi otra mano para tocar sus pelotas, y darle más placer, él gemia, estaba disfrutando, por lo que tiró su cabeza hacia atrás.

—Mas... Rápido— dijo entre gemidos e hice lo que me pidió, por lo que supe que estaba cada vez más cerca del orgasmo, se tensó, para luego sentir su caliente esencia en mis manos, deje quietas mis manos, sin soltar su pene, me tomo por la nuca y me besó, metió su lengua en mi boca, mientras le correspondía el beso, abrace su cintura con mis brazos y lo pegue más a mí, una de sus manos tomó nuestros penes aún erectos, los pegó y empezó a mover sus caderas frotándolos, beso mi cuello, mientras gemia por tal contacto entre nuestros penes —Te gusta mi polla grande ¿Verdad?— dijo moviéndose más rápido —¿Te gustaría que lo metiera por tu rico ano?— era incapaz de contestar, ya que estaba ocupado gimiendo, se pegó más y pude sentir el contacto de nuestras pelotas metiéndose debido al movimiento de caderas, estaba apunto de correrme, cuando paró, jadee disgustado, río levemente, espero que me calmara para volver a moverse —Contesta— ordenó, gemi, para luego tomar una decisión.

—Quiero tu gran pene dentro de mí— dije, solté otro gemido —y que sueltes todo tu jugó en mí...— lo último lo susurré, pero supe que me escuchó.

—Hecho— dijo, se separó de mí — date la vuelta y ponte en cuatro— ordenó, lo hice, él separó mis nalgas y lamió mi ano para luego penetrarme con su lengua, gemia y gemía, se puso de pie y puso la punta de su pene entre mis nalgas, tocando mi ano, lentamente metió su pene, me quejé del dolor, entró por completo pegó su pecho a mí espalda y mordió mi lóbulo —Tranquilo, ya pasó lo peor, ahora disfruta— susurro en mi oído, empezó a moverse, al principio fue doloroso, pero luego fue placentero, una de sus manos me agarraba de las caderas, mientras su otra mano tocaba mi pene, sus testículos chocaban contra mis nalgas, en cada embestida, él aumentaba la velocidad, hasta que finalmente, nos corrimos juntos, saco su pene, y sentí su caliente jugo salir de mi ano y caer por mis piernas.

Luego de eso nos limpiamos, y salimos de ahí.

Al final me enteré que se llamaba Emil Lenz y era alemán, ya que intercambiamos números.

Hola. Que tal?

Dejaré ésto por aquí y me retiraré lentamente.

No pregunten, solo gocenlon.

No sé olviden de votar y seguirme.

Nos leemos luego.

†Joss†

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