noche antes del escape...
—El cielo está muy claro —observó Jungkook, al tiempo que caminaba a paso lento a través de la llanura.
Jimin, quien estaba subido a su espalda, asintió.
—Mañana va a estar demasiado soleado, ya lo veo venir —dijo para luego reposar su mentón en el hombro derecho del vampiro.
—Se nos va a complicar —dijo Jungkook, con un sabor más que nada bromista.
—Para eso es que ensayamos tanto, ¿no? —razonó el castaño, haciendo una especie de apunte mental de todas las variables que habían intentado cubrir.
—Cuatro ensayos —agregó Jungkook, mirando al frente. Con sus manos sostenía las piernas de Jimin para que este no se cayera—, dos de noche y dos de día.
—Diría que el último fue casi perfecto...
—Mañana sí será perfecto —afirmó el pelinegro.
Mentiría si dijera que no estaban ni un poco asustados.
Era cierto que habían intentado idear el plan maestro, pero hasta esos tenían una que otra falla... y lo que más les asustaba es que este parecía no tenerla, en absoluto.
Era lo más parecido a una coreografía con su serie de pasos y ritmo. La diferencia era que si un paso salía un poco mal, ya tenían la estrategia para remediarlo y que parezca a propósito.
Todo estaba calculado de la forma más minuciosa posible, el tiempo y el espacio. Y era esa seguridad la que los tenía con cuidado.
Sin embargo ahora pretendían no tener miedo.
Se dirigían a la cabaña de Yang, quién de seguro ya estaba dormida, pues era tarde. Esta vez Jungkook no pasaría la noche allí, tendría que irse antes del amanecer.
Cuando llegaron al porche, Jimin se bajó de la espalda de Jungkook y pasaron a sentarse en los escalones de madera.
Miraban en silencio hacia la pared de árboles del monte, detrás de las lomadas en las que se habían visto por primera vez hacía ya siete meses. Esa vista parecía un portal hacia el pasado, sentían que podían verse a sí mismos, a la lejanía, sin tener ni la más mínima idea de lo que el futuro les depararía.
—Sabes que si quieres puedes tomar tus cosas y escapar ahora mismo, ¿verdad? —habló Jungkook con calma en su voz, sin despegar su vista del frente— No habría riesgo alguno, podemos irnos caminando como si nada.
Jimin suspiró, cerró sus ojos e inclinó su torso hacia su izquierda hasta que este reposara sobre las piernas de Jungkook.
—Sería mucho más simple... —admitió después de unos segundos, abriendo los ojos para fijar tenue la vista en el horizonte, y por un momento se imaginó tomando esa decisión.
—Pero tú nunca eliges la opción más simple —adivinó Jungkook sus palabras, con una sonrisa casi imperceptible en los labios.
—No quiero desaparecer de la nada —se explicó—. Prefiero poder despedirme, al menos de mi abuela. Quiero poder hablar con mis padres, no me gustaría quedar en malos términos con ellos.
Hizo una pausa para voltear y quedar boca arriba, estirando las piernas y cruzando sus manos sobre su abdomen.
—Y quizás... ¿quién sabe? Quizás logren entenderme, al menos —siguió hablando. De su rostro se desprendía esperanza—. Quizás hasta cambien de opinión a último momento. Pueden pasar tantas cosas...
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Tanofobia ☀ [KookMin]
Fanfic[Miedo irracional al Sol] Su tez era aún más blanca que el resplandor de las estrellas, y su verdad tan oscura y profunda como el cielo nocturno.