Chista molesto, terminando el último trago del vaso de café que hace más de media hora que pidió, maldiciendo al rubio que una vez más se había retrasado en su cita. Como odiaba la informalidad de su pareja, desde siempre había sido un inconsciente con el tiempo de los demás pero esto ¡ya era el colmo!, le estuvo advirtiendo toda la semana que administrara bien su tiempo para que precisamente ese día no llegará con algún retraso, confío tontamente en la sonrisa segura del ojiazul que le prometía por los mil mares que sí estaría a tiempo para su cita, cosa que nuevamente no cumplió pues ya estaba 40 minutos retrasado, tuvo que dejar que su dignidad fuera pisoteada al llevar un buen rato dentro de aquel establecimiento de comida, aguantando las miradas de algunos comensales, unos cuantos viendo con pena y otros simplemente no aguantando las risas que eso les provocaba, se contuvo de lanzar el salero de cerámica contra uno de esos idiotas y se limitó a seguir tomando el mísero vaso de café que pidió hace ya rato para aminorar el tiempo de espera.
Checa por última vez su reloj de pulsera, soltando un sonoro suspiro molesto, retirándose la bufanda que lo resguardaba del frío pero que ahora era innecesaria pues el café caliente parecía haber hecho buen efecto para calmar la frialdad en su cuerpo.
Prende su móvil para ver si ha recibido algún mensaje pero nada, era como si Naruto hubiese olvidado por completo su encuentro. Vagamente recuerda su primera cita y lo desastrosa que fue.
Escucha la puerta principal ser abierta con brusquedad a la vez que por esta entra un chico rubio con el pelo revuelto y completamente sudado, jadeando en busca de aire desesperadamente, tocándose dramático el pecho con ambas manos que se elevan con el acelerado respirar
Quiere soltar el más propio insulto que se le vino a la mente en cuanto su hora de espera en ese lugar se convirtió en 30 minutos pero el enojo pareció evaporarse con la divertida imagen del blondo agitado. Aún así no daría su brazo a torcer tan fácilmente por lo que continuó con el ceño fruncido y los brazos cruzados para cuando este se acercó a la mesa con la pena plantada en la mirada, como si pidiera silenciosamente un sincero "lo siento"
-¿Y ahora qué pretexto me darás? - arquea una ceja, impaciente por la explicación -
Le mira rascarse la nuca con nerviosismo, como si estuviera mentalmente escogiendo las palabras adecuadas para no elevar más el coraje del otro, conocía el temperamento de su pareja y sabe que de estar pasando un día maravilloso y lleno de risas, con un simple mal comentario puede hacerlo enfurecer hasta destruirlo todo, eso pudo comprobarlo cuando en una de sus conversaciones en el colegio llegó a corresponder el saludo de una compañera que pasó desapercibido su coqueteo a los ojos de Naruto pero que hicieron hervir la sangre a Sasuke al punto de lanzarle el libro que sostenía de lleno a la cara mientras maldecía por todo el pasillo entre gritos y su típico insulto "usuratonkachi", advirtiéndole que no lo siguiera sino quería terminar con una nariz rota.
Traga saliva mientras intenta pasar desapercibido el temblor en sus manos con una ligera risa angustiada
- Kiba me entretuvo con algunos trabajos que tenemos que entregar la siguiente semana dattebayo -
El blondo mira por el rabillo del ojo la expresión del otro que se mantenía serio, pero si algo había aprendido durante el tiempo que conocía a Sasuke era a interpretar sus silencios como algo negativo, siempre que tenía que dar explicaciones de sus constantes retrasos el otro siempre lo veía por eternos segundos que para Naruto se convertían en horas pero que luego de ese lapso todo se derrumbaba y empezaban los gritos, las maldiciones y un sinfín de cosas más, así que no le extrañaría que en está ocasión terminará como en innumerables casos anteriores.
ESTÁS LEYENDO
Usuratonkachi (NaruSasu)
FanfictionNaruto era energía, euforia e impulsividad, tres rasgos perfectos que se acoplaban al temperamento del Uchiha Si definitivamente no eran la pareja perfecta, pero era divertido y eso bastaba para Sasuke.