Inesperado / Flamantha

Rota.

Samantha

-Hola flavio- dijo mi madre casi llorando.

Samantha estaba en shock no podía creerse lo que su madre acababa de contarles, resulta que Juan el padre de Samantha llevaba años teniendo una aventura con Lola la madre de Flavio, cuando Laura la madre de sam los pillo se lo contó al padre de Flavio, decidieron que la única forma de perdonarlos sería que se alejaran, que no volvieran a verse jamás, que hicieran como si hubieran muerto, y como si nunca hubieran existido, eso los incluía a ellos y en un acto de dolor y cobardía decidieron que eso era lo mejor, que los niños no volvieran a verse ni a saber del otro, pensaba que con los años se olvidarían, pero eso nunca llegó a pasar.

-No puedo creérmelo- dijo Samantha entre lágrimas dando vuelta por el salón, Samantha tenía a Juan como un súper padre, como la persona ideal, como el hombre perfecto, y ahora había descubierto que la persona que más quería en el mundo traicionó a su madre y le arrebató a su paso a Flavio.

Flavio estaba en silencio mirando al suelo. Sus miradas se cruzaron y Samantha sintió que esto no estaba bien, que no podía querer a alguien que formara parte de la familia que destrozó a su madre, no podía.

-Porfavor flavio, vete de mi casa. Mamá, voy a hacer las maletas, me voy contigo a casa una temporada- dijo Samantha limpiándose las lágrimas.

Flavio

No entiendo nada, hace dos semanas que Samantha ignora mis mensajes, dos semanas que no pisa su casa, no entiendo porque está haciendo esto, nosotros no tenemos la culpa de lo de nuestros padres, no nos puede culpar, no puede tirar todo por la borda solo por eso, no es justo, no lo es.

Decidí llamarla hasta que cogiera el teléfono, necesitaba ya saber algo o iba a acabar volviéndome loco.

-Flavio estoy ocupada, de verdad, no puedo hablar ahora- dijo la rubia tajante, aunque por dentro estuviera destrozada, porque para ser sincera la partida de Flavio la estaba consumiendo.

-Samantha, se acabó, necesito que no des más rodeos porque me vas a volver loco, dime ya que se acabó, y te dejaré en paz, pero no me hagas esto más, porfavor sam- dijo Flavio con un suspiro final que le rompió a la rubia el corazón.

-Se acabó flavio, no puedo lleva esa carga, no puedo mirarte a la cara después de eso, tú y yo no tenemos la culpa, lo sé, lo sé de sobra, pero no puedo- la rubia sentía como se agrietaba por dentro, poco a poco, como se iba rompiendo, escucho como su corazón se rompió en el momento que escucho el final de la llamada.

Dos semanas después.

Habían pasado dos semanas desde que Samantha acabó con lo que tenía, ayer saco una canción, "Espero que vuelvas", así de llama y estoy en bucle, siento que esa canción es para mi, pero a la vez pienso que puede ser para Alberto, o para nadie, hace unos días decidí pasar pagina, le escribí a natalia, la chica que conocí en la discoteca con sam de la que se puso celosa, ni siquiera se porque lo hice, pero el caso es que ahora ella está aquí, en mi casa, y yo me siento sucio, me siento un poco hombre por estar acostándome con ella y a la vez imaginándome a Samantha, pero tenía que olvidarme de ella, y no encuentro otra manera para hacerlo.

Estábamos en el balcón de mi habitación desayunando, y giré la cabeza, ahí estaba ella, mirándome, con unos ojos que no brillaban como la última vez, podría jurar que son más oscuros, que ese azul mar se a pedido un poco, lleva el pelo más corto y más rubio y esta especialmente guapa.

Samantha

Después de dos semanas en casa de mis padres decido que es el momento de volver, es el momento de volver a mi hogar, de ignorar a Flavio y seguir con mi vida.

Ahí estaba el, con la tía de la discoteca, que no le gustaba dijo el hijo de puta, solté una carcajada al decir esas palabras mentalmente y decidí ignorarlos, me senté en el jardín, con un bol de palomitas y mi libreta.

Sentía que se le iba a hundir el corazón, pero decidió hacer de tropas corazón, hasta que escucho el timbre, había llegado su representante para que le enseñara la nueva canción, y con valentía decidió cantarla para que él se enterara, para que fuera consciente.

Cogió su guitarra y y cerró los ojos.

Samantha empezó a cantar, con una voz tan desgarrada y bonita que arañaba el alma, y eso fue exactamente lo que provocó en flavio

Cenizas.

Se nos escapó
El cielo entre las manos
Como la emoción
Del último verano
Sé desdibujó
El mapa de tus labios
La historia de este amor
Ya es árbol quemado
Ya no hay salvación
Ni oxígeno para este cielo
Pero sé muy bien
Que sola también puedo
Por más que lo intento
No encuentro tus pasos
En esta dirección
Te siento y te pierdo
Me duele este infierno
Saber que terminó
Que tengo el corazón hecho cenizas
Creímos que la llama era infinita
Pudo ser de los dos
Pudo ser pero no
Nos cansamos del dolor
Que quiero que te vaya bien la vida
Yo sigo mi camino, si algún día
El destino hace de las suyas también
Prometo hablar con él
No te escribo, ya lo sabes
Vivo del pasado
Pero aquí me ves
Parada en este charco
Y no me digas que pasión no lleva acento
Yo que tu cuerpo no estudiado
La historia de este amor
Ya es árbol quemado
Por más que lo intento
No encuentro tus pasos
En esta dirección
Te pienso y te pierdo
Me duele este infierno
Saber que terminó
Que tengo el corazón hecho cenizas
Creímos que la llama era infinita
Pudo ser de los dos
Pudo ser pero no
Nos cansamos del dolor
Que quiero que te vaya bien la vida
Yo sigo mi camino si algún día
El destino hace de las suyas
Que tengo el corazón hecho cenizas
Creímos que la llama era infinita
Pudo ser de los dos
Pudo ser pero no
Nos cansamos del dolor
Que quiero que te vaya bien la vida
Yo sigo mi camino, si algún día
El destino hace de las suyas también
Prometo hablar con él

Flavio

Acaba de cantar esa canción, la había cantado levantado la mirada, mirándome a los ojos en más de una ocasión, un portazo me acaba de sacar del trance de dolor en el que acababa de entrar, Natalia se había ido, pero ahora mismo eso es lo de menos, acaba de escuchar lo que sam siente, lo que piensa.

Las ganas de llorar cada vez eran más fuertes y decidió irse del balcón, cerrar las persianas y la ventana y llorar, llorar como probablemente no lo había echo hasta ahora, se quitó la coraza, y dejó que todo el dolor saliera de dentro suya, el dolor por la tradición de sus padres, el dolor por utilizar a natalia como parche, el dolor de saber que había perdido a Samantha, sentía dolor, mucho dolor, podía jurar que nunca había sentido algo así, que nunca algo le había desgarrado tanto el alma, podía jurar que jamás se había sentido tan perdido, tan traicionado, tan hundido.

Por otro lado, Samantha sentada en su sofá con un café caliente se limpiaba las lágrimas que le salieron sin ser consciente, y es que no se sentaban ahí desde que durmió la siesta con Flavio, podría jurar que el sofá olía a él, que sentía el calor que dejó el murciano , que sentía sus brazos rodearla por detrás y dejar besos en su cabeza, y se maldijo mil veces, porque haberlo dejado ir, por haberlo echo responsable a él de algo que no le tocaba, por haberlo arrojado a los brazos de otras, y ahora que lo había visto feliz, ahora que lo vio de la mano de otra persona, ahora que vio que pasó página se maldijo, tanto como pudo, y grito, tanto como su garganta la dejó, lloro, lloro y se enfado, con ella, con sus padres, con los de Flavio, con el, con el mundo, con la vida y hasta con el mismo dios.
Porque esto no era Justo, porque no están bien, porque no podía ser real, y rezo hasta lo que no se sabía para despertar en los brazos del chico, para que todo esto fuera una Puta pesadilla. Pero no lo era, esto era una realidad, la más dolorosa, pero la realidad .