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En las lejanas tierras de Tailandia...

Hacia un día comun y pacifico en la vida de Gaolang Wongsawat, quien no solo era un boxeador mundialmente famoso, también era el guardaespaldas personal del jóven rey, Rama XIII.

El día avanzó con tranquilidad, como todas las tardes Gaolang iba acompañando a su majestad por el palacio, este último como siempre iba montado en un elefante, gozando de la compañia de preciosas mujeres.
– Gaolang...– llamó el jóven Rey a su hombre de confianza, este último hizo caso al escuchar su nombre.
–Este amigo tuyo, como se llamaba... Saw Paing, es un sujeto muy interesante– pronuncio su majestad, dirigiendose a Gaolang.

El "dios de la guerra" Se sorprendio, ya que de la nada, su majestad mencionó a dicho joven de personalidad molesta y ruidosa, el mayor no quiso pensar en lo peor, de que Saw Paing hubiese venido al palacio en un arrebató de confianza como sería de esperarse de él.

–Su majestad, mis más sinceras disculpas por los daños a su persona que pudo haber causado Saw Paing...– dijo el hombre de mirada sería, con algo de angustia en su voz; su majestad se limitó a reirse en un tono bajito, ya que era conciente de que el amigo de su guardaespaldas era alguien desastroso pero agradable a su vez.

–No Gaolang, no es por éso...– comenzó a hablar el joven monarca: –Saw Paing llego hace algunos días atrás y vino de visita, con exceso de confianza me llamo uno de sus mejores amigos– dijo el hermoso señorito, con su tipica expresión de "zorro sonriente". Gaolang por muy raro que sonara incluso para él, penso que en si mismo como el mejor amigo de Saw Paing, pero obviamente no era así, no iba a admitirlo ni para sus adentros pero un ligero sentimiento de celos tomo lugar en su pecho.

El día siguió con normalidad, acompañando a Rama a unas cuantas audiencias, siendo siempre su guardaespaldas. Cuando termino su día de trabajo, regresó a su apartamento con tranquilidad esperando llegar a descansar en el vacio y cómodo silencio de su hogar, claramente eso no fue lo sucedido, al abrir la puerta se apartamento se encontro con un jóven de estatura media, piel morena y con una característica cicatriz que adornaba su frente; no era nada menos y nada más, que Saw Paing quien aparentemente y para fastidio de Gaolang, habia vuelto a "visitarlo" (por no decir invadir) sin previó aviso.

–¡Vaya! ¡Finalmente llegas!– aulló el birmano con ese entusiasmo que lo caracterizaba, el tailandés por su parte suspiro con cansancio mientras se desajustaba la corbata y entraba a su casa.  –Buenas tardes para tí también, Saw Paing...–pronuncio el hombre con cansancio y pesadez en su voz.

–Ahora que llegaste... ¿¡Quieres pelear!?– pregunto el birmano, volviendo a su naturaleza fastidiosa e insistente, Gaolang sin pena ni prisa le contesto:

–No... Vengo cansado, ire a tomar una ducha– pronunció casi que queriendo huir del hombre birmano.

–Ah bueno, igual ya había empezado a preparar la cena...– menciono Saw con tranquilidad, cosa muy poco común en él, pero para Gaolang eso era un punto a su favor, el que sea facil entenderse con el proviniente de Myanmar.

Gaolang se metio a la ducha dejando que el agua de la regadera abrazara su cuerpo, creando en él una agradable sensación de tranquilidad, sin mencionar el inminente silencio que inundaba la habitación cada que su amigo estaba cocinando... Por desgracia esa tranquilidad no iba a durar mucho, mientras el "dios tailandés" Salia de la ducha, colocandose una toalla al rededor de la cintura, de un portazo Saw Paing entró sin avisar, el hecho de que Gaolang estuviese semidesnudo no le iba a frenar en hacer algo como eso.

–Oye Gaolang, la cena casí estará lista...– anuncio el mayor, recibiendo un pequeño e inesperado golpe en la cara, ese golpe fue dado por una toalla que Gaolang le había tirado.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2020 ⏰

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"тιмє тσgєтнєя" [Kengan Ashura One Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora