Welcome to my world

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Su respiración se aceleró al tiempo que sus pasos se hicieron más veloces, iniciando una carrera para escapar de aquella zona boscosa donde se había visto atrapado por la oscuridad y la cantidad inimaginable de árboles que la rodeaban.

Un paseo nocturno por un lugar conocido terminó transformándose en algo completamente diferente cuando empezó a escuchar pequeños murmuros y pudo visualizar movimientos extremadamente veloces que solo hicieron que su piel se pusiera de gallina, ya que ningún animal hasta donde sus conocimientos llegaban, podía moverse a esa velocidad.

Conocía las historias de ese lugar, durante siglos se había creído qué algún clan de vampiros vivía casi salvajemente cazando a todos aquellos desprevenidos que caminaban por sus cercanías olvidándose de cualquier advertencia que las personas del pueblo daban. Nunca siquiera pensó en admitir que existían personas con una necesidad inhumana de beber la sangre de seres vivos por lo que pasear por allí cuándo tenía demasiadas cosas por las que pensar era algo normal en él, necesitaba su espacio y creía que ese lugar podía darle algo de paz.

Estaba muy equivocado.

SeungMin se detuvo al casi chocar contra un árbol, dejando caer su móvil y siendo cegado por la linterna de este que segundos antes iluminaba torpemente su camino de huida. Su espalda se apegó al segundo contra la corteza del árbol en cuestión escuchando aún los murmullos a su alrededor, sintiendo pequeñas ráfagas de viento que eran causadas por la velocidad de estos individuos.

Cerró los ojos con fuerza rindiéndose, no tenía la fuera suficiente para luchar contra ellos ni el estado físico como para seguir corriendo por su vida. Una nueva ráfaga de viento hizo que su cabello se despeinase y entonces escuchó una respiración frente a él que le heló la sangre por completo.

Negándose a abrir los ojos se mantuvo a oscuras, la adrenalina corriendo rápidamente por sus venas, sus nervios de punta y un gran terror cubriendo su cuerpo.

— Pero que tenemos aquí~ —escuchó una voz baja, pastosa, hablar con un tono más que divertido. Como si perseguirlo solo fuera el juego más divertido del mundo entero— Te he visto por mucho tiempo rondar este bosque ¿Los aldeanos no te dicen que no vengas a estas horas?

"Nunca pensé que fueran historias reales" Pensó con el corazón lleno de arrepentimiento.

Fijó su mirada en la ¿Persona? frente de sí: piel extremadamente pálida, ojos de un castaño con ciertos toques verdosos que parecían tener su propio brillo bajo la luz de la luna, labios carnosos que encuadran una sonrisa donde se pueden ver sin ningún problema aquellos colmillos que parecían esperar ansiosamente por clavarse en su piel y así probar su sangre.

Algo familiar en su rostro le hacía sentir casi enfermo, no entendía que había en aquellos rasgos que le colocaran de esa manera, sin contar la voz casi conocida con la que contaba. La oscuridad no le dejaba ver completamente su rostro lo que le hizo pensar que solo se trataba de su cerebro buscando cosas familiares en la oscuridad en un modo de controlar su corazón para no sufrir un ataque en ese mismo lugar, aunque conociendo el destino que le esperaba quizás era mejor morir de esa manera que bajo las manos de un vampiro mientras este bebía de su sangre.

— ¿No vas a decir nada, chico? —volvió a hablar el extranatural sin perder ese tono burlesco que con cada palabra enfermaba más a SeungMin por la confusión que su voz le causaba.

Las palabras no salían de sus labios, atrapadas y presas del terror que vivía. Observó cómo el individuo frente a él simplemente alargó una carcajada sin gracia. Una pálida mano se acercó con gran rapidez hasta su cuello, con un poco de presión logrando dejara a la vista aquella parte de su cuerpo. Pudo ver como el vampiro casi se relamía los labios mientras sus ojos parecían brillar aún más dejándose ver con más facilidad en la oscuridad.

Con un último instinto de supervivencia colocó sus manos contra el pecho del individuo empujándolo con todas las fuerzas que tenía, fallando de una manera tan a vergonzante que el vampiro solo pudo lanzar otra carcajada al aire, sintiendo segundos después como una húmeda lengua se paseaba por su cuello antes de que los temibles colmillos se entierren en su piel.

Un grito de dolor escapó de sus labios rompiendo la paz y el silencio de la noche, las pocas personas que lograron escucharlo solo se persignaron iniciando a rezar por la pobre alma que estaba siento tomada de una manera tan vil esperando que su fin llegara lo más rápido y que así no tuviera que sufrir en demasía.

Su vista se empezó a nublar por las lágrimas que escapaban de sus ojos, luchando torpemente contra los fuertes brazos que lo rodeaban. Sus gritos empezaron a disminuir en volumen hasta que nada salía de sus labios, sus ojos quedándose en blanco mientras que por primera vez en aquella desastrosa noche sus músculos dejaron de estar tensos.

Sintió como si su cuerpo iniciará a caer en una espiral infinita, la oscuridad rodeándolo sin la presencia del vampiro, sin dolor alguno.

No supo cuánto tiempo pasó, pero al abrir los ojos se encontró a sí mismo tirado en el suelo, su cuello palpitante de dolor por lo sucedido y su cuerpo extremadamente débil como si le hubieran drenado toda su fuerza vital.

Parpadeó un par de veces sin entender qué había pasado, notando que sus músculos no tenían la fuerza suficiente para siquiera sentarse en la tierra, su mano se arrastró hasta poder llegar a la altura de su cuello, gimiendo de dolor ante solo un pequeño toque en esa piel. No sabía cómo seguía vivo.

"Espera un segundo, si sigo vivo eso significa que..."

Si seguía vivo significa que se convertiría en uno de ellos.

— Ya despertaste~ —escuchó la misma voz que había permanecido en sus pesadillas, notando el movimiento en los árboles sobre su cabeza.

Cuando por fin pudo ver el rostro de aquel que lo atacó su corazón dejó de latir completamente, sin poder creer que era lo que veía inició a tartamudear como un loco causando que aquel ser riera casi con ternura.

— Lo siento por lo de anoche, siempre te he estado vigilando y esperaba que un día dejaras de pasearte por aquí ¿En serio papá no te decía nada?

Atónito intentando procesar la situación negó con la cabeza con un poco de problemas por el dolor en su cuello, miró como el ser frente a él negaba varias veces con una mueca notablemente decepcionada en el pálido rostro.

— Siempre intento alejar a los de mi clan de ti, pero esta vez fui yo, no había comido en semanas —declaró el vampiro mirando al chico que seguía en el suelo desde su posición. SeungMin no entendía cómo no se había caído de la rama del árbol cuando solo estaba sobre las puntillas de sus pies, estando sus brazos colgando perezosamente— En serio lo siento, Minnie.

El chico azabache bajó del árbol de un simple salto, cayendo a unos pasos del cuerpo del recién convertido.

— Está noche tendremos que cazar para ti —comentó como si fuera lo más normal— Pronto podrás moverte —dejó de hablar mirando al menor con atención, sabiendo que no podría hablar mientras la mordida se acoplaba a su cuerpo— Bienvenido a mi mundo, hermanito.

Christopher Bang, primogénito de su padre con una mujer extranjera que lo abandonó para volver a su país, el hyung que tanto amaba y había desaparecido cuando él tenía ocho años, y ahora diez años después se encontraba frente a él, idéntico a la persona en sus recuerdos.

Vampire [OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora