AVISO: Recomiendo NO leer en "Serif" porque es un embole cuando la letra esta en pseudo cursiva ahre.
Silencio. Eso era lo que predominaba el blanco y vacío pasillo del hospital. Libertad ya no tenía uñas para comerse, tampoco tenía mucha más energía para seguir golpeando su pie contra el suelo con semejante velocidad. Sus ojos tan vívidos ahora estaban apagados y adornados con unas ojeras inmensas debajo de ellos.
Valentín la había llevado en el auto bastante rápido y la había acompañado durante unas largas horas, aún sabiendo que ella lo había carajeado en doscientos idiomas distintos por los nervios que la poseían. Lo único que la mantenía lo suficientemente cuerda eran los mensajes que Valentín le enviaba con una hora de diferencia entre ellos. Una hora clavada.
Habían pasado dos días desde la llamada de Denise avisando la internación de su papá. El día anterior había estado con Valentín casi veinticuatro horas a reloj.
"Andate Valentín, ya hiciste mucho por mí..." bostezó agotada. "Seguro en la cocina te están esperando o algo."
"No interesa..." repuso Valentín rodando sus ojos por el hartazgo. Él realmente quería acompañarla en ese momento tan complicado. "Se pueden arreglar con Bernardo, total lo quieren más que a mí."
"¿Familia Medina?" oyeron una voz llamar desde la otra punta del pasillo.
"Nosotros..." repuso Valentín arrastrando a Libertad del brazo. "Ella." se autocorrigió algo rojo por la vergüenza.
"¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Se va a poner mejor? ¿La cirugía estuvo bien?" una decena de interrogantes salieron de la boca de la fémina.
"Primero que nada, su padre está en observación pero bien..." comenzó a explayar luego del bombardeo de preguntas. "Tuvimos que operarlo de urgencia por apendicitis, pero gracias a eso descubrimos que tiene algunos quistes en el riñón que podrían llegar o no a ser malignos..." las lágrimas de Libertad amenazaron con salir con una intensidad jamás sentida. "Tranquila, por lo general son benignos y de agua, así que yo que vos no me preocuparía."
"Eso lo dice porque no es su padre..." escupió furiosa. "¡Nosotros somos tan yetas que no entramos en ese 'general' del que usted habla!" finalizó molesta alejándose con velocidad de la escena, dejando al doctor con la palabra en la boca y a Valentín acompañando a la nada.
"Disculpela..." habló Valentín. "Ella no es así, pero son los nervios." explicó.
"Tranquilo, no es ni la primera ni la última vez que me hacen esto..." rió intentando romper esa burbuja de incomodidad. "Puede decirle a su novia de todas formas que no hay de qué preocuparse, que tendrá que estar a lo sumo dos días con toda la furia." palmeó el hombro de Valentín, alejándose por el pasillo del cual vino.
"N-no, no es mi novia." habló al aire.
Valentín volvió con una mano en su bolsillo y con un postre en la otra al asiento que compartía con Libertad. Ella estaba mirando a la nada, casi inerte.
"Toma..." se lo extendió. La muchacha negó con la cabeza. "No podés no comer, come algo."
"No tengo hambre." sentenció molesta.
"No te pregunté si tenías hambre o no, te dije que comieras porque te va a bajar la presión..." se sentó a su lado. "Lastratelo."
Libertad lo miró de reojo sin intención de comerlo, pero la verdad era que no había ingerido alimento alguno desde temprano y que ese tiramisú medio medio de hospital se veía dentro de todo bastante apetitoso. Lo agarró sin emitir sonido alguno y comenzó a comerlo.
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𝐜𝐨𝐜𝐢𝐧𝐚 - 𝐰𝐨𝐬
Random"Si tu opinión no es pedida, te la guardas. Acá se cocina a mi manera."