Capítulo 10

930 117 41
                                    

"No sé si quitarle la funda a mi celular" dijo Rondemio "O sea, una parte de mi lo quiere ver sin funda porque se ve padrísimo, pero la otra argh me dice 'Ron sabes que me vas a tirar', es un asunto muy complicado."

Ibelin sonreía como siempre mientras Latte sostenía su cabeza viendo hacia otro lado gritando internamente.

No sabía cuánto llevaba escuchando los problemas de Rondemio, pero le pareció una eternidad. Esperaba que se quejara de la escuela, algún asunto de interés o algo, pero no esto.

Era la queja más absurda que había escuchado y eso que ella derrochaba el dinero en tecnología, ¿así se sentía Macchi cuando ella hablaba de la Torre? Juraba que ya iba a controlarse en sus compras.

Ojalá Arwin no le explotara sus cosas por reducir el número de sus ventas.

Siguió escuchando sus balbuceos.

"El dueño del lugar es amigo mío, cuando quieras me llamas y te vienes a mi mesa."

Ya no entendía de que hablaban, como fuera, debía irse ya.

Tenía muchas dudas en su cabeza, ¿Cómo alguien tan aburrido podía tener tantas admiradoras? ¿Cómo un ególatra en posición de poder podía tener una hermana tan dulce y angelical? Siempre sería un misterio.

Se levantó, su movimiento hizo que Rondemio volteara a verla, sonrió levemente.

"Tengo que hacer un trabajo, los dejo."

"Ah sí, adiós" Seguro apenas recordó que estaba con ellos, le dio una mirada fugaz a Ibelin y sonrió iluminando el lugar, por suerte ella ya estaba entrenada para no morir "Obvio la invitación también va para ti Latte, siéntete con completa confianza"

Linda estrategia.

Si tratabas bien a los amigos, familiares o cercanos de tu novia (o prospecto de novia) ganabas muchos puntos a tu favor.

Tal parece que Rondemio si era algo listo.

"Nos vemos luego Ibelin."

"Adiós, suerte con tu trabajo Latte."

Que linda su amiga.

Y que cansancio con los chicos que la pretendían, no podía clasificar cual era el mejor partido.

Caminó por el campus, hoy no tenía ensayo en la tarde así que le quedaba tiempo que debería usar en algo productivo, pero no tenía ganas.

Luego se arrepentiría, pero ya sería preocupación de la Latte del futuro, así que mejor daría un paseo. Mientras caminaba vio a lo lejos una figura familiar en traje; cuando se acercó confirmó sus sospechas.

"¿Señor Arobrock?"

El hombre canoso volteó en dirección a su voz.

"¡Señorita Rose! Es un gusto verla de nuevo ¿Usted también estudia aquí?"

Una sonrisa amable se asomó entre su barba, parecía un dulce abuelo y eso enternecía su corazón.

Notó que la llamaba por su seudónimo, no tenía problema por ello, incluso Roselia le escribía como Rose, pero si alguien relacionaba ese nombre a las novelas se mudaría a las montañas para vivir como una ermitaña por el resto de sus días.

"Así es, estoy en Literatura. ¿Qué lo trae por aquí?"

Su animó decayó en un segundo y alzó un gran sobre amarillo que sostenía entre sus dedos.

"Tengo que entregar esto al Señor Arwin, me pidió encarecidamente traerlo de inmediato, pero parece que me he perdido ¿de casualidad sabe usted donde está la faculta de Ingeniería?" era muy propio al hablar; se sintió mal por verlo tan abatido.

Is she a Bridesmaid?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora