Capítulo 47 - Seguir con mi vida

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Narra Laura:

¡Mierda! Una vez que quería dormir hasta la hora que sea, tenía que sonar el timbre de mi casa y encima nadie iba a atender, eso quería decir que no estaban mis padres ni mi hermana. No tengo ganas de levantarme, mucho menos para abrirle no se a quien. Anoche no dormí nada bien, llore toda la noche pero ya no lloraría más, ni por el maldito de Ross ni por nadie que me haga sufrir como lo hizo él conmigo. ¡Dios, que pare de sonar, ya voy! Levantándome furiosa. Me puse una campera larga encima del piyama y las ojotas. Baje y fui a abrir sin preguntar. Abrí y era Liam, tenía una sonrisa de oreja a oreja y traiga un paquete pequeño color rosa con un moño violeta, sin decirle nada lo deje pasar y él me agradeció, cerré la puerta y gire para verlo, ni lo salude.

Liam: ¿Te pasa algo? – mirándome preocupado, negué con la cabeza - ¿Por qué con esa cara?

Laura: Es que quería dormir todo el día y no puedo – quejándome.

Liam: Lo siento – bajando la cabeza – Solo vine para traerte esto – dándome el paquete que vi al principio antes de que entre – Es un regalo por lo de ayer, gracias por ayudarme – sonriéndome.

Laura: No puedo aceptarlo, lo siento.

Liam: En serio, me encanta dar regalos – seguía con el brazo estirado – Tómalo antes de que se acalambre el brazo – riéndose, también reí – Por lo menos te hice reír – sonriéndome de nuevo - ¿Vas a aceptarlo o no?

Laura: Está bien – agarrándolo y rompiendo el envoltorio, era una cajita de madera color violeta, la abrí y adentro contenía otra cosa más, lo saque, era un collar muy lindo con un dije con forma de estrella plateada – Me encanta, gracias – abrazándolo – Lo usare cuando tenga algo importante – sonriéndole.

Liam: Úsalo cuando vos quieras y me alegro que te haya gustado – sonriéndome.

Laura: ¿Solamente viniste para darme el regalo?

Liam: Si y perdón por despertarte.

Laura: No, todo bien, ya paso. ¿Queres tomar algo?

Liam: Ay gracias pero no puedo tengo un compromiso.

Laura: No hay problema, otro día. Adiós y gracias de nuevo – abrazándolo y dándole un beso en la mequilla.

Liam: Adiós y nada – sonriéndome.

En cuanto se fue, volví a subir hasta mi cuarto, deje el regalo en la mesita de luz, me saque la campera, la guarde en el ropero y me acosté de vuelta para ver si podía reconciliar el sueño.

Narra Ross:

Estaba viendo tele en cuanto suena mi celular, estaba en mi cuarto, voy y lo atiendo, era una tal llamada Maia, que según yo la conocía, me dijeron que había trabajado de protagonista en mi película.

Llamada telefónica.

Ross: Hola, ¿Maia?

Maia: Si, ¿te acuerdas de mí? – se la escuchaba emocionada.

Ross: Lo siento pero no, solo se quien sos por lo que me dijeron.

Maia: Ah, está bien, ya vas a recordar con el tiempo.

Ross: Si, lo sé. ¿Para qué me llamabas?

Maia: ¡Ah, eso! Es que Dan me dijo que te llame para decirte que tenes que venir a una reunión de autógrafos y fotos conmigo.

Ross: ¿Qué es eso?

Maia: Son reuniones donde vos vas, te sientas, te hacen unas preguntas las fans sobre la película o de tu vida personal y la contestas y luego firmas autógrafos y te sacas fotos con ellas.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora