Eran las cuatro de la mañana y Naruto estaba parado y formado en el campo de entrenamiento tres ya haciendo su "calentamiento" matutino.
Luego se aproximadamente una hora Naruto ya había terminado y dragón se paró delante de él con una sonrisa oculta tras la máscara.
Dragón: ya que empezaste el entrenamiento tendrás que seguir algunas reglas, me olvidé de decírtelo ayer pero bueno, lo primero es que no puedes faltar al entrenamiento a menos que estés muerto o estés a punto de morir, lo segundo es que mientras entrenas no deberás quitarte la máscara en ningún momento, y lo último pero no menos importante tendrás que tener una dieta balanceada tendrás que tomar algunas vitaminas, suplementos y cosas así también comerás verduras, frutas, cereales, etc, supongo que sabes a qué me refiero, también tendrás prohibidos dulces, postres, picantes, frituras y ramen.
Al escuchar esto el rubio palideció.
Naruto: dragón Sama no estará hablando en serio ¿o si? -dijo el niño con un nudo en la garganta y una mirada perdida ante la regla impuesta-.
Dragón: niño, tu crees que jugaría con el reglamento -dijo el anbu con un tono frío, una mirada asesina al igual que el aura que desprendía-.
Naruto ante esto tragó en seco y negó con la cabeza, afirmando que solo quería comprobar el reglamento.
Dragón: yosh, empezarás creando cien clones de sombra y luego veinte leerán estos pergaminos, el resto se dividirá en cuatro, el primer grupo trabajará control de chacra, el segundo hará caligrafía, el tercero genjuntsu y el cuarto fuinjutsu, tu el original vendes conmigo y ni se te ocurra cambiarte con un clon.
Naruto solo acató las órdenes de su capitán y lo siguió hacia un claro, en el cual había una especie de muñeco de cuatro brazos, de unos de unos dos metros, con cubos de lo que parecía ser cemento en cada brazo.
Dragón: bueno gaki, te presento a mi juguete, entrenarás taijutsu con él, si te llega a dar tres golpes, frenará el entrenamiento y darás cien vueltas a la aldea sobre dos dedos de tus manos y continuarás entrenando al terminar, entiendes.
Naruto sólo asintió tragando saliva, y empezó el verdadero entrenamiento.
Time Skip dos años.
Ya habían pasado los dos años de entrenamiento para Naruto y hoy sería el día que le entregarían su máscara y le darían su tatuaje anbu.
Naruto estaba muy emocionado, por fin después de dos años de tortura podría ser libre, podría librarse por lo menos un poco de su verdugo (dragón), podría volver a comer ramen, ya que en los últimos dos años dragón no lo dejo comer ramen en absoluto, para el rubio ese era el peor castigo posible. Él no estaba ni mínimamente feliz de ser anbu, lo único que le importaba era salir del infierno que había creado su comandante.
Al cabo de unas horas se encontraba a un rubio feliz, muuuuy feliz, comiendo ramen en ichiraku, a cortesía de Kakashi, quién se apiadó del sufrimiento del pobre chico, este le había dicho que pagaría solo dos tazones, pero a tanta insistencia del ojiazul acabó pagando más de veinte tazones.
Naruto: arigato nisan, la verdad es que la comida estuvo deliciosa, no comía así en años -dijo el rubio sobándose la panza-.
El peliplata solo pudo asentir con la cabeza aún triste por haber gastado tanto.
Naruto: ya debemos irnos, hoy tengo que escoger mi máscara, además hoy nos asignarán equipos, y si llegamos tarde seguro que dragón nos dará un tremendo castigo -Naruto al decir esto sintió un leve escalofrío por la espalda-.
Llegando al cuartel anbu Naruto se encontró con dragón en una esquina al lado de la recepción y, a su lado de encontraban varias máscaras.
Dragón: llegas justo a tiempo gaki, si llegabas un minuto tarde te haría entrenar otro año -dijo el hombre con un leve instinto asesino-. Pero bueno escoge una máscara.
Naruto se acercó para ver las máscaras y noto algo alarmante, todas las máscaras que se encontraban allí eran de comandante. Ante esto Naruto giró levemente la cabeza hacia dragón y le dijo.
Naruto: dragón Sama, eto, no sé si estaré equivocado, pero todas las máscaras que veo aquí son de comandante- dijo tragando algo de daliva-
Dragón: así es, serás un comandante, puesto que estás más que calificado para serlo, es obvio, al fin y al cabo, eres mi único aprendiz, es lógico que tomarías un cargo alto, si lo tomarás ¿No?.
Naruto al escuchar esto pensó que no podía ser peor, ser comandante iba a implicar mucho papeleo, responsabilidad, menos tiempo libre, misiones de alto rango en su mayoría, estar a cargo de personas y muchas cosas más, se cansaba de sólo pensarlo, pero asintió con la cabeza, ya que temía mucho a la furia de dragón, por lo que no le quedó ora opción que aceptar el tan problemático cargo.
Al intentar escoger una máscara, se encontró con una de zorro que la verdad le atraía mucho, entonces decidió coger esa.
(Naruto sabe quienes son sus padres y también sabe que tiene al Kyuubi encerrado en el)
Dragón al ver que Naruto había escogido la de zorro se sorprendió un poco, pero no le dió más importancia y dirigió al rubio hacia una habitación en el segundo piso de la instalación.
Dragón: okey Naruto, a partir de ahora serás un anbu, la verdad es que está no es una vida fácil, a partir de ahora dejas de ser Naruto Uzumaki para ser kitsune, a partir de ahora lo único que tienes a anbu, nada más ¿Entiendes?.
Naruto asintió y se puso la máscara para desaparecer entre las sombras junto a dragón.