Ojos Azules

Capitulo 1: La muerte de una Sombra

(aclaración: la mayoría de la historia Boruto y sus amigos serán adolescentes de la edad que supongo que tienen durante el ataque de Kawaki pero este y el siguiente capítulo nada más Seran cuando ellos son pequeños salvo algunos recuerdos. Ojalá les guste y podamos llegar hasta el final de mi versión de esta batalla)

Hace 4 años

Como pocas veces el cielo que encima de Konoha estaba gris y una fría lluvia lentamente. Hasta los cielos lloran hoy pensó un Boruto de 12 años mientras se encontraba incapaz de moverse observando la dolorosa escena en frente a el y lágrimas inundaban sus ojos para después sentir como bajaban por sus mejillas confundiéndose con la lluvia que lo empapaba de pies a cabeza. Sintió una mano en su hombro izquierdo, lentamente giro en esa dirección para encontrarse con triste mirada de su padre que tampoco podía contener las lágrimas ante tal escena pero intentaba transmitir algo de calma con su mirada. Su sensei, su tío, su héroe y modelo a seguir yacía inerte en los brazos de su esposa que no podía parar de llorar y abrazarlo agachada en el piso cubierta de lodo por los charcos que se habían formado. Sasuke-Sensei le he fallado, no fui lo bastante fuerte se dijo a si mismo amargamente bajando la mirada hacia la banda de regulación de su maestro que todavía tenía parte de la sangre de Boruto en ella. A pesar de que su Tía Sakura lo había curado y vendado podía sentir el dolor del corte sobre su ojo derecho.

¡Boruto! ¡Séptimo!-exclamo a sus espaldas una voz femenina extremadamente conocida para el y evitando el terror que le daba enfrentarla se volvió hacia ella con lágrimas en su único ojo visible, ella paro en seco su carrera-¿Boruto que ha...?-Sarada fue incapaz de terminar su pregunta al ver a su madre abrazando a su padre mientras lloraba a todo pulmón agachada en el suelo, temió lo peor y miro a Boruto en busca de esperanza.

¡Lo siento!¡Lo siento!¡Lo siento!-dijo finalmente su compañero arrodillándose frente a ella mientras finalmente comenzaba a sollozar, Sarada cayo de rodillas en la hierba mojada y sintió todo su mundo derrumbarse.

El sharingan de Sarada se activo, gruesas lágrimas empezaron a salir de sus ojos y gritando con inmenso dolor empezó a golpear fuertemente el suelo. Las misiones le habían robado una infancia con su padre y ahora esas mismas misiones finalmente se lo quitaron de forma permanente, pronto sangre empezó a brotar de sus ojos acompañando a un intenso dolor en estos. Un aura de shakra rojo empezó a emerger del cuerpo de Sarada hasta formarse en un imponente guerrero de color carmesí de 6 brazos. La Ushiha levanto la mirada ensangrentada llena de odio y dolor, había despertado el Mangekyou Sharingan e invocado al Susano. Naruto observaba a la joven preocupación entendiendo el inmenso dolor que se había apoderado de ella, Boruto la miraba aterrado ante tal poder nacido del horrible estado en el que se encontraba su amiga. Sarada dio un fuerte grito lleno de dolor lo que causo que el susano empezara a golpear el suelo incontrolablemente al mismo tiempo que ella hacia lo mismo, Naruto tomo a su hijo para luego dar un salto hacia atrás y esquivar el desastre. Detrás de Sarada venían corriendo a toda velocidad el resto del equipo 7 pero Mitsuki y Kawaki se detuvieron a instante quedando perplejos al ver a su compañera en tal estado, ella era la calma y cerebro de su equipo verla así no solo les sorprendía sino también les dolía, incapaces de saber que hacer posaron sus miradas en el Septimo Hokage que aun se encontraba con Boruto entre sus brazos y les indicaba con la mirada que no se movieran.

Incapaz de controlar su preocupación Kawaki intento ir hacia ella pero Miksuki lo detuvo poniendo una mano en su hombro y lo miro haciendo un gesto negativo con su cabeza. Sarada agotada dejo de golpear el suelo y lentamente el Susano que la cubría desapareció, Naruto soltó a su hijo y los demás presentes incluido Sakura que había observado aterrada la escena se relajaron un poco. Boruto fue el primero en correr hacia ella, quería ayudarla y llorar con ella, quería demostrarle que no tenía que pasar todo ese dolor sola.